Deus Ex: Human Revolution Director's Cut

Traer de vuelta nombres clásicos del videojuego es una arma de doble filo. Por un lado está el reconocimiento, la atención y el propio hecho de estar inspirándote en una obra clásica, algo que debería motivar y animar a sus responsables a llegar a cotas de calidad más alta. Por otro lado tienes la presión constante y poco comprensiva de unos aficionados de uñas ante cualquier signo de traición a un nombre que significa algo para ellos, que es una parte brillante de su historia con los videojuegos. No es la primera vez, ni será la última, que se produce esta situación en la industria, siempre con resultados diversos, pero ojalá que siempre que lo hiciera resultase algo como este Human Revolution, uno de los grandes títulos de esta generación y una más que agradable sorpresa en más de un sentido, emparejándolo con otro exitoso “rescate” como el XCOM de Firaxis.

Esta Director’s Cut era una versión pensada específicamente para Wii U, pero que finalmente ha sido llevada a todas las plataformas originales también a modo de relanzamiento (en esta versión nos centraremos en la versión para la consola de Nintendo, comentando algunas particularidades de cara a las otras). El juego original no es una rabiosa novedad precisamente, pero de cara al aficionado a la compañía de Kioto y a expandir la librería de juegos para la plataforma, no está nada mal hacerlo con un juego de esta calidad. Desarrollado por un estudio externo, esta versión trata también de hacerse valer entre los aficionados al juego original, incorporando valor añadido, extras y complementos, aunque realmente serán los usuarios de PC los que tendrán más flexibilidad al respecto, pudiendo adquirir en Steam este Directot's Cut a precios variables en función de si tienen la primera parte o si tienen las expansiones de la misma.

Como introducción general , se trata de un juego de rol y acción caracterizado por la libertad de decisión que tenemos en nuestras maniones. Ambientado en el futuro, con un intenso trasfondo político, social y científico alrededor de la idea del transhumanismo y las mejoras biomecánicas que permiten “aumentar” a los seres humanos, nos vemos envueltos en una trama de connotaciones mundiales, cuyos resultados marcarán el futuro de la humanidad. Planteada originalmente como una precuela del célebre Deus Ex de Ion Storm -un auténtico clásico entre los clásicos- pero creada por un estudio completamente diferente, el nuevo proyecto tenía la obligación de hacer justicia a un diseño muy complejo, en el que la interactividad y la libertad de acción para el jugador eran claves, junto a una historia muy densa y trabajada, rica en influencias Cyberpunk y grandes teorías de la conspiración. Tan difícil tarea fue resuelta con éxito, resultando en un gran título que respetaba su herencia y la llevaba con orgullo.

Pero más útil que esto es el hecho de contar con la pantalla táctil para acceder a los subsistemas e interfaz de un juego que tiene bastante de esto. Por un lado, es liberador contar con un sistema de inventario y elección de armas fuera de la pantalla principal. El inventario es ahora táctil y muy intuitivo, bastante cómodo de utilizar. También resultan especialmente cómodos -y apropiados- los controles táctiles para los minijuegos de hackeo y las manipulaciones de paneles de control, que ahora podemos ejecutar de una forma no intrusiva y siendo conscientes de nuestro entorno en todo momento. No podemos decir que la experience mejore terriblemente con estas opciones, pero dan un extra de agilidad y comodidad a todos los elementos periféricos de la experiencia Deus Ex.

En lo que es el planteamiento base de la historia no hay cambios. Seguimos contando con escenarios más o menos grandes cargados de posibilidades. Podemos encontrar caminos ocultos que nos permite acceder de un punto a otro sin ser detectados, se puede interactuar con elementos del entorno, moviendo cajas para acceder a puntos altos por ejemplo. También podemos encarar la forma en la que encaramos al enemigo de distintas: acción frontal y directa, acechando y eliminando a los enemigos uno por uno, o usando explosivos y armas pesadas. Seremos recompensados por nuestras acciones y esos puntos pueden ser invertidos en mejoras que deberemos seleccionar cuidadosamente para potenciar los estilos que queramos desarrollar. Podemos aumentar nuestro software para piratear accesos, lo que nos dará control de torretas defensivas, cámaras y nos permitirá acceder a rincones ocultos de las instalaciones. Podemos equiparnos con armas de destrucción masiva, capaces de eliminar a enemigos en toda una área a nuestro alrededor, o también dotarnos de sistemas que nos permitirá ser invisibles a los ojos humanos por unos valiosos segundos.

El sistema de control táctil basado en la segunda pantalla de este Director’s Cut no se mantiene exclusivo en Wii U sino que ha sido llevado también al resto de las versiones.

Dentro del juego, encontramos algunas novedades dignas de mención. Se ha incorporado un sistema de Nuevo Juego+, que nos permitirá rejugar con un personaje avanzado y un mayor grado de dificultad. Pero lo más bienvenido es los cambios de diseño en uno de los problemas más mencionados del juego original: los jefes finales, combates obligatorios que rompían completamente el diseño y planteamiento de Deus Ex de poder avanzar sin pegar un solo tiro. Estos combates han sido rediseñados para poder ser superados con otras fortalezas y sin armas, lo que supone una más que bienvenida novedad que ojalá hubiera sido considerada en el juego original -de hecho, esos combates fueron creados por un equipo externo a Eidos Montreal y fueron abiertamente reconocidos como “un error” por parte de sus responsables”. Es de agradecer que se haya aprovechado la Director’s Cut para corregir esta pega.

En cuanto a la calidad visual de la conversión, la versión en Wii U se mantiene sólida pero sin nada reseñable que destacar. No se acerca a la calidad de imagen que tenía el original en PC, con texturas más definidas, pero se mantiene a un nivel similar al del resto de consolas y, por descontado, conserva la gran belleza de su fantástico diseño artístico, dominado por esa original visión “renacentista” del futuro que tanta personalidad da a Human Revolution. Los diferentes escenarios en distintas partes del mundo nos ofrecerán una gran variedad de ambientaciones y arquitecturas, muchas veces dominado por el abuso del dorado como elemento característico del juego, pero siempre planteados con mucho gusto y atención por el detalle. Nunca fue un juego técnicamente destacado, con detalles que lo afeaban, pero su gran dirección visual compensa sobradamente esa circunstancia.