Luffy y sus compañeros arrasaron con el anterior Pirate Warriors, consiguiendo unas estupendas ventas. Ahora Namco Bandai y Omega Force vuelven a la carga con un nuevo musou que mejora en todos los aspectos al original.
Namco Bandai y Tecmo Koei siguen aprovechando bien su clima de colaboración en los últimos años. Para la primera, tan ocupada con su imperio juguetero y de animación, fue todo un descubrimiento ver cómo la fórmula anime+musou funcionaba a la perfección. Igual que en su época se hacían brawlers de Sailor Moon o juegos de lucha de Ranma, el musou se ha convertido en una fórmula segura para acomodar personajes y situaciones de populares series y sagas. Saint Seiya, El Puño de la Estrella del Norte, Gundam… y particularmente el muy exitoso One Piece, la gran referencia. El contar con los servicios de los padres del género, Omega Force, creadores de Dynasty Warriors, garantiza cierta calidad y saber hacer, un conocimiento necesario para obtener algo más que un mero clon, algo que parta de la misma base pero lo suficientemente diferente como para resultar interesante por sí mismo y para aprovechar la saga y los personajes que llevan.
Esa es la clave: los personajes. Los juegos basados en anime pueden ser de mayor o menor calidad, pero todos tienen en común la misión de convertirse en buen fanservice, de ofrecer a los jugadores la oportunidad de controlar al mayor número posible de personajes y usar las habilidades que son su sello. 27 personajes en total esperan al jugador dispuestos a desbloquearlos, una gran plantilla formada por aliados y enemigos que nos permitirá manejar algunos de los piratas y marines más poderosos del Nuevo Mundo. El modo principal nos llevará a través de una historia -completamente inventada para la ocasión- que nos llevará a grandes arenas en algunas de las localizaciones más emblemáticas de la serie como Skypiea o Marineford.
7.8
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.