Vivimos un tiempo de nostalgia , de mirada al pasado. No son pocos los juegos que renacen y que apuntan a lo ya creado para iniciar nuevos caminos, caso de sagas como Deus Ex, Castlevania o el nuevo Killer Instinct, franquicias que nos son devueltas pasadas por un nuevo punto de vista , más oscuro si se quiere, con mecánicas más abiertas, pero no obstante un sabor añejo. Por tanto es raro encontrar a juegos que surjan de la nada y permitan también rememorar aquellos tiempos pasados (¿y mejores?), que aboguen no tanto por crear nuevos conceptos o imaginar nuevos géneros, sino por rendir homenaje a aquellos que con el tiempo han quedado en desuso y que bien merecerían seguir en lo más alto. Uno de ellos es el beat' em up, prototipo prehistórico de lo que se ha convertido -actualmente- en los hack'n slash (Devil May Cry, por poner un ejemplo) o juegos de acción masivos como la saga Dynasty Warriors. Aún resisten los clásicos de avance lateral, eso sí, pero son los que menos: el reciente Dragon's Crown de VanillaWare quizá sea el más ambicioso de todos, pero para hallar los más cercanos al origen habría que ir hacia los bazares de juegos descargables. Proyectos indie al margen, este año en el Summer of Arcade vamos a tener dos juegos de esta índole. El primero es Charlie Murder, título que nos atañe en este análisis, y el segundo será la nueva incursión jugable de Las Tortugas Ninja: Out of the Shadows. Si miramos al pasado, el nacimiento de la iniciativa Summer of Arcade de Xbox 360 allá por 2008 trajo consigo el lanzamiento de Castle Crashers , hasta la fecha quizá el mejor beat'em up descargable de todos los que se han hecho y han tenido cierta penetración en el imaginario colectivo. La joya de The Behemoth se mantiene imbatible, aún hoy, pero cuidado porque Charlie Murder tiene herramientas que pueden hacerle sombra. Lo nuevo de Ska Studios , responsables de dos joyas como The Dishwasher: Dead Samurai (2009) y su secuela The Dishwasher: Vampire Smile (2011) firman su tercer título para Xbox Live Arcade y como se suele decir... a la tercera, la vencida.
Mamporros y subida de nivel Como apuntábamos al principio, la gente de Ska Studios no ha reinventado la rueda con su nuevo proyecto, limitándose a crear la evolución lógica de sus Dishwasher: un beat' em up con soporte para hasta cuatro jugadores al mismo tiempo (tanto en local, como online) en el que tras elegir a nuestro personaje iniciamos una loquísima aventura para derrotar a nuestro némesis . En el universo en el que se nos introduce somos un miembro de un grupo de punk rock, a quien uno de sus antiguos miembros ha traicionado. Éste, cansado del rechazo de sus compañeros, invitó a un demonio clavando una hoz en una estatua sagrada (¿recordáis el inicio de "Drácula", de Francis Ford Coppola?), lo que le concedió poderes sobrenaturales. El juego se inicia en el Infierno , con nuestro protagonista tratando de huir de varios demonios antes de ser resucitado por un equipo médico en la tierra. Claro que, cuando llegamos allí, descubrimos que un apocalípsis zombie se ha levantado en la ciudad. En Charlie Murder podemos asumir el rol de cinco personajes, cada uno con sus propias habilidades especiales. Por un lado tenemos a Charlie , un berzerker equilibrado entre el uso de ataques físicos y hechizos, Lester , un mago, Tommy, un chamán que pude devolver a la vida cuerpos caídos, el tradicional tanque Rex , la mole, el que golpea físicamente de forma contundente, y por último la fémina Kelly , una hiptonizadora. A medida que progresemos en el juego podremos desbloquear clases extra para estos personajes, tales como un Liche, o un Monje de hielo. Hay que aclarar una cosa y es que el seleccionar a un personaje u otro conlleva lo que podríamos llamar una especialización, pues si bien los golpes básicos se mantienen entre todos ellos, las habilidades son propias. Es más, cada uno de los personajes tiene su propia rama de progreso , por lo que si nos acabamos el juego con Charlie y queremos iniciar otra partida con Kelly, con esta última empezaremos en nivel uno y con todos los escenarios aun bloqueados. Esto tiene puntos positivos (el poder experimentar todo tipo de personaje, principalmente, amén de permitir a amigos jugar sin entorpecer nuestra propia partida), pero también negativos: la historia es la misma, los segmentos jugables también, etcétera. Esto puede derivar en cierta repetitividad, no obstante, haciendo que la mejor opción sea -si se juega en solitario- completar el juego una vez y luego acceder a los modos de dificultad superiores , en los que -aquí sí- podemos cargar a nuestro personaje a nivel alto y con todo su equipo. De otra forma sería imposible, además, porque los enemigos tienen muchísima más vitalidad y, si bien no son más listos (sus rutinas de IA se mantienen), también hacen más daño. Elegir a un personaje u otro, no obstante, también puede afectar -por ejemplo- a los logros que desbloquearemos, habiendo algunos específicos. Cazadores de trofeos, tenéis juego para rato. Charlie Murder es un beat'em up de avance lateral, como decíamos, pero al igual que sucedía en el excelente Castle Crashers, aquí se han introducido elementos roleros que hacen de la experiencia algo mucho más sólido, amén de variada. Por ejemplo los personajes suben de nivel, lo que les permite adquirir habilidades extra tales como pisotear la cabeza de sus enemigos, hacer más daño con armas de fuego o arrojadizas, mejorar las técnicas en equipo o adquirir ataques de carga. Al margen, pueden distribuirse puntos de atributos en cuatro grupos: fuerza, defensa, velocidad o anar-k-a, que vendría a ser la barra de vitalidad. Esto es sólo lo más básico, pues además de todo esto podemos equipar a nuestros personajes con varios elementos que encontraremos por el escenario o que debemos comprar: piezas para las manos, camisetas y gorros nos darán propiedades únicas tales como daños elementales (fuego, electricidad, veneno, etc.) o porcentajes extra para el daño físico. Elegir qué pieza llevar es clave, así, porque una puede darnos un tanto por ciento de retroceso a los enemigos, o de absorción de vida, lo que lo hará mucho más apto para ser usado que uno que no de propiedades pero que mejore ligeramente la defensa. Además de las piezas de equipo básicas, ya mencionadas, tenemos otras mucho más importantes: las reliquias . Para conseguirlas tendremos que peinar el escenario, en la mayoría de los casos, o comprarlas en otros. ¿Para qué sirven? Principalmente, al igual que hacen las prendas, nos ofrecen particularidades extra como un mayor porcentaje de objetos a recoger de los enemigos, o absorción de vida, o regeneración. Otros son más específicos , por ejemplo poder respirar bajo el agua o entrar a unos cines. Estos últimos son importantes porque nos darán acceso a la recolección de unas partes de un monstruo. No es necesario conseguirlas, pero será la única forma de que veamos el verdadero final del juego (hay uno 'malo', que nos aparecerá si no llevamos las reliquias equipadas). Completan la lista de elementos 'de equipo' los tradicionales consumibles , como hamburguesas o kits de médico, amén de las bebidas alcohólicas que podemos crear recolectando ingredientes. Estas mejoran nuestros atributos de forma permanente. El sistema de batalla de Charlie Murder requiere paciencia. Esto significa que si bien en principio puede parecer muy simple, a medida que se progresa la cosa se destapa más bien como sencilla en ejecución, pero compleja a la hora de sacarle todo el partido. Tenemos dos botones de golpeo, uno básico (X) y otro más potente (Y), que pueden ser combinados para crear combos aéreos y otras acciones más variadas. Además, con B podemos agarrar a los enemigos básicos y luego realizar otras acciones, como clavarles el pinchos. Manteniendo Y, podemos además cargar una técnica (previo desbloqueo) más poderosa. Todo este sistema se nutre del de las piezas de equipo , por lo que las propiedades que se incluyan en cada batalla dependerán de qué tengamos puesto, siendo mejores unas u otras dependiendo también del escenario. Así, tener unos puños eléctricos en el nivel acuático será doblemente poderoso. Habría que añadirle propiedades como los golpes críticos , que duplican daño, condiciones como la maldición, que condenan directamente a los monstruos, o el ácido, que los derrite.
Todo lo anterior se complementa con dos características más. La primera son los tatuajes , que podemos hacernos en ciertas tiendas a lo largo del juego y que proporcionan habilidades mágicas a nuestro personaje. En el caso de Charlie, puede usar un grito que genera daño al enemigo, primero normal y luego venenoso, un ciclón con las mismas propiedades que la habilidad anterior, siendo el de veneno muy poderoso y útil para los jefes, al recoger los elementos del escenario y lanzarlos contra ellos, también un aura sanadora que cura a nuestro personaje un poco, un escudo para defensa, etcétera. Otro de los tatuajes confiere al personaje una bolsa llena de armas para atacar a los rivales, porque como en todo beat'em up, aquí no falta de esto: puñales, machetes, katanas... en lo que respecta a armas blancas. Y también todo tipo de pistolas, escopetas, ametralladoras, e incluso lanzacohetes. Los tatuajes que puede hacerse cada personaje, por supuesto, varían. Y el uso de estas habilidades exige una barra mágica que tarda más o menos en cargarse dependiendo de su potencia. La segunda tiene mucho que ver con el aspecto desenfadado del juego, con un toque moderno pero mucho humor a la hora de diseñar a las criaturas. Si en Castle Crashers se abogaba por este estilo cartoon obra de Dan Paladin, aquí se recurre a algo similar pero con una imaginería más oscuras, 'punk rock ' con sangre y una música muy potente. En relación a esta última, existen varios minijuegos de pulsación de comandos que enriquecen la experiencia, pero sobre todo, habría que destacar el toque '2.0." que se le ha dado al juego, y es que a través del terminal móvil de nuestro personaje podremos ver cuanta gente nos "sigue", en una emulación de Twitter que simula la experiencia recogida/followers, una cámara que nos da acceso a escanear códigos QR esparcidos por el escenario (así obtendremos piezas de equipo, o reliquias, por ejemplo) e incluso un buzón de correo con detalles argumentales y un sentido del humor muy marcado.Charlie Murder es además un juego bastante largo , siempre dentro de lo que podríamos esperar de un título de estas características, que puede superar ampliamente las 6-7 horas dedicándonos a disfrutarlo y no yendo a pasar fases a lo loco. Recoger los códigos QR , obtener las piezas de monstruo, conseguir los finales... o jugar en los modos de dificultad más altos, como Caos, que enriquece muchísimo la experiencia (obliga a pensar estrategias), son cosas que hay que hacer para sacarle partido al título. Todo esto sin contar, claro, con el modo cooperativo para hasta cuatro jugadores tanto en local como online. Como Castle Crashers, aquí no hay un rutinario beat'em up de avanzar y matar, en un sentido estricto, es toda la experiencia la que cuenta y la que permite disfrutarlo al máximo.