Tiny Thief
Tiny Thief
Llega a iOS y Android una nueva aventura que aúna rompecabezas y mecánicas clásicas tipo point-and-click junto a una personalidad cartoon tan genial como entrañable. Desarrollado en Barcelona por el estudio 5 Ants, cuenta con el apoyo de Rovio para hacer de Tiny Thief un título ameno y divertido muy recomendable para este verano; todos los detalles en nuestro análisis.
iOS y Android se están convirtiendo en plataformas ideales para disfrutar de la mejor manera posible de ciertos géneros, entre los que se encuentran las aventuras de rompecabezas y mecánicas tipo point-and-click, títulos que se valen del interfaz táctil de nuestros smartphones y tablets para ofrecer una jugabilidad directa y amena. Este es el caso de Tiny Thief, un título con una personalidad cartoon muy cuidada que ha sido desarrollado en Barcelona por el estudio 5 Ants y que cuenta, además, con la inestimable ayuda de un grande como Rovio ‒creadores de los mundialmente famosos Angry Birds‒ a través de su iniciativa Rovio Stars para llegar a un público mucho más amplio. Puzles, retos, carcajadas y mucho humor en una aventura gráfica tan simpática como entrañable; veamos en nuestro análisis si nuestro astuto ladronzuelo logra ayudar a los más oprimidos y acaba con la injusticia de una aventura medieval que está logrando una gran repercusión a nivel mundial entre crítica y público.
Un mundo de avaricia e injusticia
En Tiny Thief controlamos a un joven ladrón que se embarca en una peligrosa aventura para acabar con la corrupción que azota el mundo medieval ideado por los chicos de 5 Ants. Su objetivo no es otro que ayudar a los más desfavorecidos robando la riqueza de los más poderosos, al más puro estilo Robin Hood, no sin rescatar a la princesa y salvar a un reino en apuros. Y todo ello con una estética cartoon muy cuidada y una serie de niveles y retos plagados de trampas y enemigos, a través de los que robar la mayor cantidad de comida y objetos sin ser descubiertos. En este caso, el interfaz táctil resulta ideal, puesto que deberemos completar todas las acciones mediante toques en la pantalla e interactuando con personajes y objetos directamente, tocando sobre ellos; así, tendremos que escondernos de los guardias antes de ser descubiertos, aunque también podremos distraerlos con nuestra astucia e inteligencia o, en algunos casos, enfrentarnos a ellos directamente.
Observar los comportamientos de los enemigos, sus pautas y rutas, será clave para avanzar en cada nivel; el primer mundo será bastante fácil, aunque la cosa se irá complicando a medida que avancemos a través de los seis mundos de Tiny Thief, aunque en ningún momento nos veremos superados por la situación, siendo un título bastante accesible, además de que no resulta especialmente largo, sin duda, uno de sus puntos menos brillantes. A pesar de ello, seremos testigos de momentos realmente divertidos, algo de lo que su estética cartoon ‒para muchos puede que incluso infantil‒ se vale para atraer público de todas las edades. Sus mecánicas ofrecen todo lo que se espera de un interfaz clásico point-and-click, resultando intuitivo y simple, pero a su vez realmente adictivo.
Así, en cada nivel tendremos que estar pendientes de varios elementos para hacernos con las tres estrellas de turno, precedido cada uno de ellos de unas simpáticas viñetas que nos introducirán en cada desternillante situación. Los rompecabezas no son muy complicados, puesto que diferentes iconos contextuales nos irán guiando hacia su resolución; en este sentido, su dificultad está algo desajustada, pasando de situaciones más que evidentes a otras incluso desesperantes, abusando de la mecánica ensayo-error más de lo que nos gustaría. Para salir airosos de cada reto, deberemos interactuar con todos los elementos de los escenarios ‒ricos en detalles y muy bien realizados‒ y los diferentes personajes, como aldeanos, guardias o animales; incluso deberemos encontrar a nuestra simpática ardilla para hacernos con una de las tres estrellas. Las otras dos pertenecerán al objetivo de nivel y a objetos ocultos o enigmas que deberemos resolver.
El sentido del humor es el gran protagonista de Tiny Thief; todo está realizado con gran acierto por parte de sus diseñadores, creando un mundo que perfectamente podría pasar por una película de animación. Así, cada nivel es radicalmente diferente del anterior, con decenas de personajes y situaciones tan inverosímiles como ocurrentes, todo reforzado por una presentación audiovisual sencilla y, a su vez, genial. Su interfaz es también único; nuestro particular héroe responde a nuestras órdenes táctiles con bastante precisión ‒quizás en smartphones es algo menos brillante, debido al reducido tamaño de la pantalla‒, podemos recoger e interactuar con objetos sin disponer de un inventario al estilo clásico, resultando ‒en este sentido‒ el juego perfecto para nuestros dispositivos iOS y Android.
Sus números no son su mejor baza, aunque por el momento ofrece suficiente contenido como para tenernos ocupados un buen tiempo, especialmente si decidimos hacernos con todas las estrellas, incluidas las ocultas. Así, tenemos a nuestra disposición 5 niveles a modo de tutoriales y otros 25 escenarios a través de 5 mundos diferentes, todos ellos radicalmente diferentes del resto: “Un estómago vacío”, “Un sheriff corrupto”, “El tesoro maldito”, “Un rescate real” y “Temblor de huesos”, ambientados en castillos, selvas, aldeas o barcos piratas. Además, podremos coleccionar todo tipo de objetos ocultos y que podremos almacenar en nuestra particular colección; los textos llegan en castellano, algo que se agradece aunque tampoco sea determinante en un títulos de estas características, donde los puzles visuales son el eje central de su desarrollo.
Esperamos que próximamente se añadan nuevos niveles y mundos, completando un título que en el momento de su lanzamiento puede resultar algo justo de contenido. Incluye una buena lista de logros ‒hasta un total de 26‒, así como compatibilidad con Facebook, Twitter y YouTube en su vertiente más social. En definitiva, un título completado con un mínimo presupuesto que logra cotas de calidad más que significativas; las geniales animaciones de los personajes logran llamar la atención de todo tipo de jugadores, tanto que su diseño artístico no pasa desapercibido en absoluto. Deberemos recurrir al sigilo una y otra vez para salir airosos de todos sus retos, aunque también deberemos afrontar momentos de acción. El sonido pasa algo más desapercibido, aunque algunos de los efectos son realmente graciosos. Y todo por 2,69 euros, una cantidad justa si tenemos en cuenta las bondades de un título más que satisfactorio.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.