El equipo de Metro: Last Light trabajó en condiciones precarias

Metro: Last Light, último título de la difunta THQ que se puso a la venta la semana pasada y ha sido desarrollado por el estudio ucraniano 4A Games, sufrió serios problemas durante su desarrollo debido a su presupuesto y las condiciones precarias en las que sus desarrolladores tuvieron que trabajar durante todo el proyecto.

Jason Rubin, antiguo presidente de THQ, comentaba en declaraciones a GamesIndustry International que el presupuesto con el que contó el juego fue irrisorio, prácticamente un 10% del que se tiene para otros títulos triple A, lo que viene a ser el presupuesto que se gastan estos estudios en las cinemáticas.

Las condiciones en la oficina no fueron mucho mejores, según Rubin: las mesas estaban prácticamente codo con codo, tuvieron muchos problemas eléctricos, tuvieron que utilizar sillas plegables, la calefacción dejaba de funcionar y la oficina parecía una cafetería.

“Si los chicos de 4A Games hubieran tenido un presupuesto más competitivo y unas mejores condiciones de trabajo no hubieran desperdiciado más de un año para satisfacer las peticiones de los antiguos productores del título con el multijugador y el modo cooperativo, que querían lanzar al mismo tiempo que el juego. Sin tener estos problemas y el trágico cambio de editora durante los últimos meses de desarrollo, ¿qué hubieran sido capaces de crear?”, se preguntaba Rubin.

Metro: Last Light se puso a la venta la semana pasada en PC, PlayStation 3 y Xbox 360 consiguiendo unanimidad entre crítica y público sobre la calidad del título.

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