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Star Trek

Star Trek

Star Trek: El Videojuego

Cómo una serie tan respetada puede dar lugar a un videojuego tan trivial. Star Trek llega a PlayStation 3, PC y 360 para unir el filme de 2009 con Into Darkness, que se estrenará el mes que viene, en un ejercicio esta vez muy flojo y poco justo con la licencia espacial, a cargo de los creadores de The Darkness II, Digital Extremes.

Namco Bandai distribuye en España esta semana Star Trek: El Videojuego, un título llamado a corresponder con la serie de culto que representa y que, finalmente, ni mucho menos ha quedado como una pieza destacable, ni para el seguidor de la marca ni para el amante de los third person shooter espaciales. Esto no es lo que se prometía ni lo que debería haberse hecho. Y eso que a su cargo están unos ya experimentados en los disparos Digital Extremes, padres de juegos como The Darkness II o la parte multijugador de Bioshock 2. El Enterprise abre de nuevo sus escotillas a Kirk y Spock para llevar a los jugadores hasta una serie de niveles lineales donde la cobertura y el disparo con armas futuristas marcan la mecánica, pero que no aguarda sorpresas ni referencias destacables que puedan agradar al fan. Su argumento busca únicamente unir las dos últimas películas, a cargo de J. J. Abrams, la de 2009 y la inminente Star Trek: Into Darkness, con estreno en mayo.

Eso es este título, lamentablemente, un nuevo ejemplo de "juegos de películas o series" que no hace honor a la marca que recoge, que no mantiene las cotas de calidad que el seguidor podría desear, un caso de los mayoritarios que para el jugón habitual, ya acostumbrado a estas tácticas comerciales para los estrenos en cine, es también inadmisible. Su puesta en escena es floja salvando algunos resquicios y su gameplay no regala nada que realmente le deje alardear, de hecho tiene fallos de los que hace tiempo que no se sufrían en videojuegos. Pero sus dos protagonistas junto al resto de la tripulación y la nueva odisea intermedia contra la Hegemonía Gorn son alicientes suficientes para llamar la atención del Trekkie, que no debe dejarse engañar y solo encontará aquí algunoas satisfacciones argumentales que se quedan bastante en lo superficial y gratuito, no hay -como decíamos- un buen respaldo de referencias, misterios expuestos o giros que realmente merezcan los 60 euros que cuesta.

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Serie de televisión, novelas, películas, juegos de rol, cartas, tablero, y hasta una atracción en Las Vegas. Paramount sabe que maneja un fenómeno de masas con esta marca, rentable prácticamente desde sus inicios, hace ya casi 50 años. Ha habido bastantes videojuegos a lo largo de la historia intentando hacerle justicia y reforzar lo que un día fue un hito. Éste que ahora nos ocupa desde luego no lo es, y parece ser que en su desarrollo nunca ha aspirado del todo a serlo, pues ha caído en manos de un estudio que sabe hacer cosas y que no entendemos cómo se ha permitido que, por ejemplo, los tramos de plataformas sean bastante frustrantes por un mero cúmulo de descuidos en el control del personaje. A cambio, no todo es criticable, hay otros momentos donde el ritmo es vertiginoso y jugados en equipo supondrán total diversión por el propio diseño de los tiroteos. Pero, por desgracia, estos fragmentos no abundan. Se podría haber ahondado más ahí.

Entre dos historias y sin la suya

Star Trek: El Videojuego recoge la trama de la película homónima y que actuó como reboot en 2009, con el mismo equipo de actores (voces y rostros) para los personajes principales y justo en la secuencia final donde la Enterprise se adentra de nuevo en el espacio en busca de horizontes desconocidos. Con un pie semejante, lo primero que todo fan esperaría sería una aventura interespacial revisitando planetas conocidos, razas, nombres consagrados o incluso reviviendo batallas, un videojuego que realmente rinda culto a todas las temporadas y universo conseguido por Star Trek. Pues ni mucho menos, a cambio se expone aquí un viaje completamente recto con invasiones de algunos enemigos reconocibles pero otros muchos nuevos a las naves y principales bases de la Humanidad, con muy, muy pocas referencias a acontecimientos del pasado o que estén por llegar, sin toda la cohesión requerida con las cintas.

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Kirk y Spock son los dos únicos personajes controlables, lo que ha llevado a Digital Extremes a plasmar un constante cooperativo que puede ser jugado en solitario junto a la CPU -que maneja con coherencia al otro personaje, todo sea dicho- o el multijugador a través de internet o pantalla dividida con un amigo a los mandos del otro marinero espacial. Otros rostros conocidos de la tripulación como Jonathan Archer aparecen como NPCs en determinados momentos, pero en general el juego es bastante directo y basa su tronco en acción y más acción contra oleadas de enemigos a través de escenarios angostos y con bastante armamento homologado, eso sí, muy parecido entre sí y sin el filón jugable que podría haber supuesto y era de esperar. Este Star Trek es constantemente eso, un desaprovechamiento de recursos que se tenían.

Y el juego no está mal del todo, no es atroz ni en su propuesta ni en su exposición, pero los shooters de hoy han demostrado que pueden ser el género más cinematográfico de todos y ver en una representación virtual así de poco exigente a una marca con potencial como ésta desilusiona. La exploración y las plataformas aderezan los constantes disparos y puestas a cubierto. Sobre la primera, encontraremos pasillos opcionales que pueden llevarnos hasta documentos secretos escaneables con el Tricorder o terminales que piratear para tener acceso a refuerzos. En cuanto a saltos, hay niveles que exigen a los personajes colgarse por cornisas o saltar entre plataformas flotantes y otras superficies separadas. Aquí hay un grave problema de precisión, puesto que Star Trek implementa el brinco del personaje una milésima después de presionar el botón, lo que genera una animación extraña de carga del salto que en momentos donde hay que dar varios seguidos y rápido se crea una cadena de caídas al vacío, una y otra vez y con cierta frustración para el impaciente.

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Las incongruencias de manejo son un error que vuelve en la toma de coberturas, los escondites tras obstáculos a media altura y esquinas. En este TPS nunca tendremos la seguridad de estar del todo a cubierto tras pulsar el botón de acople a la protección en cuestión puesto que una vez agazapados o con la espalda pegada a una pared también podemos recibir daños y hasta morir si los disparos son certeros. Y esto no ocurre porque los escenarios se destruyan o los rivales sean tan hábiles que lleguen pronto a rodearnos, para nada. La IA es correcta, pero nada más, sin alardes. Se produce por un error en la configuración de este comando que a menudo deja al protagonista algo expuesto, y no se nos avisa visualmente de ello pero los tiros nos llegan, lo que provoca muchos momentos donde dan ganas de tirar el mando por la ventana dadas las injusticias. "He jugado bien y me he cubierto como es debido y aún así me matan". Esto no es admisible para todas las paciencias...

Kirk y Spock tienen a su disposición un arsenal mediocre, no tan equilibrado y amplio como han enseñado otros muchos shooters que dejan a este Star Trek atrás. De entrada, la diferencia entre ambos personajes es mínima, con un abanico de movimientos y animaciones bastante similar y que equipara bastante la experiencia de juego. Se diferencian en ciertas habilidades principales, como el dominio de la pistola Phaser de Kirk o la habilidad de pirateo con que cuenta Spock, que ya en el primer acto deben trabajar juntos para abrir un sistema de seguridad. Respecto a armamento pueden empuñar el mismo, esto es las categorías habituales en el género solo que adaptadas al universo Star Trek y con los nombres reales que vimos en la serie. Hay algunos desequilibrios y pistolas directamente inferiores o de potencia y visibilidad cuestionables, incómodas ante situaciones bastante pobladas de enemigos que en su mayoría son ágiles y llegan a subirse por las paredes o recorrer rápido pasillos.

Los Gorn, reimaginados, tienen capacidades sobrenaturales como la capa camaleónica que les permite hacerse invisibles o total destreza con bastones y armas de fuego. Algunos son miembros de la Flota "infectados"... Responden a tácticas de ataque en grupo y muchos -que actúan como jefes- tendrán una resistencia especial o mayor tamaño. No todo el transcurso de la aventura se basa en dispararse con ellos, también hay pequeños eventos donde tendremos que manejar torpedos para dirigir los ataques a la Nave Oscura, o descensos en caída libre esquivando explosiones y otros elementos. También hay minijuegos de pirateo, repetidos pronto y nada que no se haya visto ya. Pero sin duda alguna, las partes de plataformeo o unión para abrir puertas y checkpoints son las más numerosas tras los disparos y puestas a cubierto, bastante planos por cierto debido a un diseño de escenarios muy horizontal y poco ingenioso, muy basado en salas abiertas con cajas extendidas y ya está.

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Nave a la deriva

Sobre el cooperativo, Star Trek incluye un modo online para que un amigo se una a nuestra partida en cualquier momento y uno a pantalla dividida que obliga a jugarlo desde el principio así, no pudiendo seguir con nuestra partida junto a un acompañante si éste solo quiere probarlo un poco o echar el rato, una decisión que todavía no terminamos de entender. El nivel de dificultad no es alto -de hecho hay muchísimos indicativos de qué hacer- y la exigencia se basa más en saber tener el control de un manejo tan tosco que en lo que realidad la IA, las situaciones, los saltos o la exploración imponen. No es muy cómoda tampoco la visibilidad jugando en un mismo televisor y hay algunas ralentizaciones en cuanto se llena de polígonos un entorno, aspecto que deja -una vez más- la sensación de que es un título inacabado, probablemente aplastado por las prisas de salir poco antes que la película que se avecina, Into Darkness.

Y esto le pasa factura especialmente también en lo técnico, sobre todo en lo referente a aspecto gráfico ya que el apartado de audio se salva especialmente por contar con el reparto de voces original del filme, con Chris Pine o Zachary Quinto a la cabeza poniendo voces a los protagonistas, una BSO que acompaña bien los acontecimientos e intensidad y una gama de efectos correcta, pero solo eso ya que al final empiezan a repetirse. En lo visual hay otro punto positivo antes de entrar a las críticas. Ése es su aspecto estético, con un apropiado uso del color y las composiciones, algunos planos sugerentes o áreas que vistas desde la lejanía muestran bastante belleza y buen gusto escénico, incluidos algunos diseños de naves, enemigos o arquitecturas.

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Pero decíamos que el aspecto de inacabado cuesta demasiado caro a Star Trek, con unas animaciones bruscas como hacía tiempo que no se veían en un TPS y nula interacción con el entorno, muy vacío en muchas áreas y de estructura bastante sosa. Hay texturas cuya rugosidad no existe puesto que utilizan un color plano, o iluminación estática que parece de la generación pasada. También las explosiones y los láseres en movimiento, eso sí muy numerosos ya que hay tiroteos realmente frenéticos, con un aspecto poco realista y de sprite. Las expresiones faciales son casi inexistentes, con rostros firmes y efectos como el agua o el fuego dejan bastante que desear. Las físicas, correctas en general pero con algunas rarezas, terminan de crear situaciones de clipping en los cuerpos cayendo o fallos de IA aliada, que también existen al jugar en singleplayer cuando ésta se pone a correr a lo loco o no abre una puerta que debe abrir.

4

Mediocre

Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.