LEGO City Undercover: The Chase Begins

Tras abrumar a los jugadores de Wii U con un sandbox atractivo, atrevido, divertido y diferentes, el equipo de desarrollo de TT Fusion, vinculado a TT Games, estrena LEGO City Undercover: The Chase Begins, precuela de LEGO City Undercover, lanzado hace un mes en la máquina de sobremesa. Los jugadores de Nintendo 3DS reciben esta semana este título que mezcla el género siempre relacionado con la serie Grand Theft Auto con los saltos de las plataformas y los combates cuerpo a cuerpo. La consola portátil de las tres dimensiones abre la puerta a los comienzos del policía Chase McCain y sus enfrentamientos con las malas gentes de la ciudad, narrando lo que pasó antes de su exilio forzado.

LEGO City Undercover es una precuela al uso que transcurre tiempo antes de los hechos narrados en el título de Wii U, por lo que nos sitúa en la piel de un Chase McCain más inexperto y menos conocido en la comisaría de LEGO City. Incapaz de demostrar su valía por no haber cerrado todavía ningún caso de envergadura, el protagonista debe labrarse su futuro aguantando al jefe de policía petardo, que se sitúa debajo de la jefaza simpática y exuberante, mientras mete entre rejas a lo más granado de la ciudad. Los villanos camparán a sus anchas en las diferentes zonas de la urbe por piezas y andarán delinquiendo por grupos capitaneados por ladrones de postín. Serán estos nuestro objetivo primordial y para alcanzarlos tendremos que ir cumpliendo objetivos.

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La estructura jugable de LEGO City Undercover: The Chase Begins es, en esencia, la misma que en Wii U. Avanzamos en la trama principal cumpliendo misiones por zonas de la ciudad y de su extrarradio, incluyendo territorios como la granja. Que se trate de una versión para la portátil hace que la estructura de las misiones esté más marcadas que en el juego anterior, quedando delimitadas las zonas de una manera más visible mediante tiempos de carga, igual de elevados que en la consola doméstica, y “encerrando” al jugador en esas zonas durante el tiempo que tarde en completar todos los objetivos.  No es una sensación excesivamente preocupante, pero sí se hace notar en las partidas. El escenario a visitar es, además, similar al que vemos en Wii U en lo que respecta a zonas.

A pesar de que The Chase Begins es una precuela y un juego aparentemente diseñado desde cero para la consola portátil, la sensación que transmite al jugón que ha exprimido el original es de déjà vu. Visitar de nuevo zonas previamente vistas para realizar misiones aparentemente similares –caso de la granja, por poner un ejemplo–, contribuye a hacer que el producto quede por debajo de su antecesor en términos de originalidad y contenidos. No se trata ni mucho menos de un mal juego en cuanto a lo que ofrece, pero sí se transmite esa sensación de haber podido llegar más lejos teniendo en cuenta lo conseguido por el título en la consola de sobremesa. Si no has jugado a la propuesta original, puede que la estructura de la ciudad te termine sorprendiendo.

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La jugabilidad también se apoya en el uso de trajes que conceden habilidades especiales a Chase como el de mecánico, el de granjero, el de astronauta y el de policía. Cada vestimenta permite superar obstáculos específicos, por lo que tendremos que ir cambiando de ropa para avanzar durante las misiones, combinando las herramientas que están a nuestra disposición e interactuando con el escenario. Reconstruir y construir elementos es el segundo gran punto que mueve las partidas en The Chase Begins, por lo que tendremos que ir recolectando piezas para dar forma a la ciudad. Nada demasiado diferente a los esquemas básicos de la versión de Wii U.

El sistema de control se adapta con soltura a Nintendo 3DS, especialmente en los combates, que siguen apostando por escenas cinematográficas –tiempo bala, movimientos especiales con un solo botón, etc.– pero sin ofrecer demasiada profundidad. Solo se echa en falta el segundo stick analógico en ocasiones para controlar la cámara, que queda relegada a los gatillos, eficientes en la mayoría de las ocasiones. El uso de la pantalla táctil es más informativo que otra cosa, aportando datos como la cantidad de objetos que hemos desbloqueado en el escenario, los trajes que tenemos en el inventario, el número de piezas, etc.

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La aventura también recurre a elementos propios de la consola como el giroscopio para controlar determinadas herramientas de Chase que permiten espiar a los cacos a distancia moviendo la consola para “sintonizar” voces, sacar postales con los binoculares repartidos por la ciudad a modo de contenido extra, conseguir todas las fichas de los vehículos, los ladrillos, los perfiles de los disfraces, abrir una caja fuerte, etc. Se ha introducido como extra la posibilidad de intercambiar regalos con otros jugadores a través de Street Pass, de modo que ampliaremos nuestra galería de coleccionables, que como sucedía con el juego original no son precisamente pocos.

El uso de la pantalla táctil se traduce en la interacción con ciertas habilidades especiales como la posibilidad de abrir cajas fuerte con el ladrón, probando combinaciones desde la pantalla inferior. No es que LEGO City Undercover realice un uso sorprendente de las posibilidades que brinda la consola de Nintendo, pero al menos cumple con el mínimo requerido, sobre todo después de ver el camino conseguido con el Wii U GamePad. Por otra parte, las tres dimensiones se ajustan al motor gráfico brindando una experiencia visual atractiva, no metida con calzador, pues encaja con decisión, y atractiva para los ojos abiertos a la experiencia estereoscópica.

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Quizás donde más peque este LEGO City Undercover sea en su acabado técnico, que se queda –lógicamente– lejos de lo mostrado en Wii U, pero que consigue adaptarse a la portátil con relativo acierto. Y decimos relativo porque aunque el título se disfruta en la pantalla de la portátil –tasa de imágenes por segundo estable, planos cercanos atractivos, etc.–, sufre de uno de los lastres del género sandbox: la existencia de una más que reducida distancia de dibujado. Esto provoca que en ocasiones aparezcan sin avisar coches, peatones y elementos del escenario, dejando una sensación agridulce especialmente en momentos de persecuciones.

Dejando al margen el popping, que a buen seguro podía haberse reducido con algo de más trabajo técnico, el acabado gráfico de LEGO City Undercover: The Chase Begin aprueba en Nintendo 3DS por ser capaz de ofrecer con recortes lógicos la ciudad vista en Wii U. En el ámbito sonoro se mantiene lo visto en el juego para la consola de sobremesa, aunque con una reducción palpable en el número de voces dobladas al castellano, que quedan relegadas a un segundo plano, el de las escenas cinematográficas. El tono es exactamente el mismo: chistes, chascarrillos, comentarios humorísticos y alguna que otra referencia cultural.

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