Hoy en día hay juegos musicales de todo tipo. En la pasada explosión del género vimos como este género se alzaba a los cielos comerciales con una fórmula que se basaba en arrojar más y más instrumentos de plástico a la ecuación, hasta formar una auténtica banda de pega con la que poder compartir la experiencia con los amigos. Tenemos juegos basados en el karaoke, otros que se basan en tocar el Taiko, hay juegos rítmicos de muy distinta índole como DJ Max, los basados en Hatsune Miku o incluso aquellos que usan música real para generar la experiencia de juego, como el conocido AudioSurf, un juego de carreras en el que la música de tu disco duro se convierte en pistas de conducción futurista. A pesar de que no es un género mayoritario, sí es un género bastante competitivo en el que es difícil hacer algo original: Gaijin Games lo ha conseguido con su BIT.TRIP Presents Runner 2: Future Legend of Rhythm Alien -BIT.TRIP Runner 2 para los amigos, o mejor dicho, ha conseguido mejorar y refinar el trabajo que ya hizo con la primera parte, uno de los grandes descubrimientos independientes de los últimos años. El primer BIT.TRIP Runner bebía de la tendencia actual por los Runners, un género que ha encontrado su hábitat natural en dispositivos móviles y popularizado por el éxito de Canabalt , un juego independiente para Flash que se convirtió en toda una sensación cuando dió el paso a iOS. La premisa es simple: un personaje, scroll horizontal a la derecha, espacio infinito y una condición: no poder parar. En el caso de Canabalt, el protagonista se encontraba en los tejados de una ciudad sometida a un ataque alienígena, por lo que el jugador tiene que conseguir saltar en el momento justo para ir de un edificio a otro, atravesar cristales y evitar objetos que aparecen aleatoriamente. Lo bueno de este concepto es que no se necesitan d-pad o botones, el personaje se mueve solo y sólo necesitas medir los tiempos para pulsar la pantalla en el momento adecuado, interacción mínima pero muy intensa, la fórmula perfecta para crear un juego entretenido en un formato para un dispositivo sin botones.
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Los Runners por supuesto no se crearon ayer, pero el videojuego es cíclico y no es de extrañar que viejos conceptos vuelvan a resurgir. A partir de esta nueva ola han surgido numerosos proyectos, unos mejores y otros peores, pero siempre demostrando que la fórmula tiene recorrido. BIT.TRIP Runner fue un buen ejemplo de ello, bajo su colorida capa y aires retros se encontraba un Runner de una dificultad demencial, en el que además de saltar había que realizar una variedad de movimientos como deslizarse o rotar para ir superando niveles que empezaban difíciles y se volvían auténticas gestas de habilidad y control, un auténtico reto que requería una gran coordinación y en el que el juego, el movimiento y la música se entrelazaban de formas insospechadas. Cuando Gaijin Game s anunció y mostró por primera vez la secuela hubo cierta variedad de opiniones. Por un lado, el estilo gráfico puramente retro del primer juego quedaba sustituido por un entorno "2.5D" de colores pasteles, nubes rosas y montañas sonrientes. Por otro lado estaba la declaración de intenciones de hacer el juego más "accesible" para que más gente pudiera disfrutarlo. El estudio pretendía tocar dos de los elementos más característicos del primer juego y por tanto había cierta suspicacia sobre si encontraría la fórmula adecuada.
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Afortunadamente, no sólo han encontrado la fórmula sino que además han sabido cómo mejorarla a todas luces, creciendo desde el juego original hasta convertirse en algo muy especial. La premisa es la de siempre, una nueva aventura de Commander Vide o, esta vez en un enorme mundo compuesto de más de 100 niveles, con un mapa al estilo de Super Mario World en el que incluso hay rutas secretas que se pueden encontrar accediendo a caminos alternativos en los niveles adecuados. El estilo visual se hace rápidamente entrañable por su variedad e imaginación, y aunque seguramente habrá quien prefiera el viejo, más apegado a las 2D clásicas, tampoco se puede negar que Gaijin ha creado un mundo repleto de encanto cuya personalidad no se ha perdido con el salto tecnológico. Además, está repleto de sorpresas y variaciones temáticas, lo que hace que sea difícil cansarse del aspecto gráfico del mismo. La experiencia es un grado y uno de los aspectos que más destacados de BIT.TRIP Runner 2, está en su cuidada curva de dificultad. Sí, se ha hecho un juego más accesible, pero no menos exigente. La clave es una curva de dificultad más amable, que hace un mejor trabajo que su antecesor en introducir nuevos elementos e ir aumentando poco a poco el nivel, de forma progresiva y continua, introduciendo progresivamente elementos que en un futuro deberás controlar a la perfección. Se empieza de manera sencilla, con los saltos, luego se introduce el desplazamiento por el suelo para pasar por lugares estrechos y evitar proyectiles sueltos, poco a poco se van introduciendo nuevas mecánicas como el bloqueo -una barrera que nos protegerá de otra clase de proyectiles que no se pueden esquivar-, o la patada, que nos permitirá atravesar muros. Incluso hay un movimiento llamado baile que nos permite maxificar la puntuación a costa de complicar todavía más el desarrollo de niveles en pos de la máxima puntuación.
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Como siempre, la mecánica básica es sencilla, si te toca cualquier cosa del escenario, tienes que volver a empezar desde el último checkpoint o desde el principio. El emplazamiento de los checkpoints es muy adecuado y está colocado estratégicamente para aliviar un poco la frustración que producía el primer juego, pero por otro lado, también se otorga al jugador la capacidad de esquivarlo y a arriesgarse a completar la pantalla de una tacada, lo que aumentará en gran medida la puntuación, una buena manera de que el jugador establezca su propio reto más allá del nivel de dificultad. Otra forma en la que el jugador puede perseguir su propio reto es recolectando los objetos, especialmente el oro, lo que a veces nos obligará a grandes riesgos pero irá en beneficio de nuestra puntuación. Si recolectamos todos los lingotes, al final accederemos a un cañón que tendremos que disparar en el momento justo para acertar en la diana, lo que aumentará al máximo los puntos logrados. Con las mencionadas más de 100 fases, las rutas ocultas, los diferentes personajes y disfraces que se pueden desbloquear y la posibilidad de acceder a nuevos modos de dificultad, BIT.TRIP Runner 2 tiene muchísimo que ofrecer y nunca llega a cansar o a desesperar. A menos que se sea un privilegiado a los mandos, tiene un proceso de aprendizaje que nos hará repetir secciones y fases, pero con cada fallo llega la sensación de estar un poco más cerca de dominar ese particular reto. Poco a poco, lo que parecía imposible se convierte en viable, el jugador domina y entra a fondo en el ritmo de las fases, consiguiendo hacer movimientos y secuencias que hace poco hubiera considerado imposibles. La fusión de las acciones y lo que sucede en pantalla con la música, que aumenta su intensidad según vayamos atesorando objetos sin error, genera una auténtica sensación de sinestesia que nos hace alcanzar fácilmente la legendaria “Zona”, lugar habitual de los amantes de lo arcade.
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