El catálogo de 3DS se anima cada vez más gracias a lanzamientos como Fire Emblem: Awakening. Intelligent System ofrece la obra más accesible de la franquicia a través de novedades que amplian las posibilidades del sistema de combate, siempre con el sostén de un argumento que se mantiene fiel a sus orígenes. Así son los primeros compases de esta prometedora aventura, que llegará a España a mediados de abril.
Fire Emblem: Awakening debutaba en Estados Unidos a finales del pasado mes de enero ante la incógnita de si conseguiría recuperar el buen ritmo de ventas que cosecharon casi todos los capítulos aparecidos en Nintendo DS salvo el último. Shadow Dragon apenas logró cumplir las expectativas que se depositaron en él cuando vió la luz en Occidente, pero muy especialmente en Europa, donde su importancia popular comenzaba a menguar. A decir verdad, la franquicia creada por Intelligent Systems, equiparable en prestigio a otros grandes pesos pesados del género, nunca ha logrado tener el impacto del que goza en su país natal, donde público y crítica se aúnan en considerar Fire Emblem una piedra angular del catálogo de Nintendo. Sin embargo, el pobre rendimiento de Shadow Dragon dio al traste con la inercia de importar a Occidente las últimas entregas de la serie. Su secuela nunca vio la luz en otro país que no fuese Japón, donde rindió según lo esperado.
Por suerte la situación del mercado ha cambiado. Awakening es la primera entrega que Intelligent Systems desarrolla para 3DS. En ella se pueden apreciar un buen puñado de novedades que reestructuran en mayor o menor medida la mecánica de juego, basada como viene siendo habitual en un sistema de combate por turnos que tiene lugar en un mapa cuadriculado. Nintendo ha ofrecido la posibilidad de probar los cinco primeros niveles de la aventura, con la correspondiente traducción al castellano y con voces en japonés e ingles. Los primeros compases de la aventura son en sí una demostración de lo que nos encontraremos en la versión definitiva que llegará al mercado durante la segunda quincena del mes que viene, con una pequeña demostración del novedosos sistema de ataques y defensas combinadas, presentada con el interesante envoltorio de un argumento totalmente nuevo.
La confusión inicial se disipa lentamente mediante un salto en el tiempo. Ahora aparece en pantalla un escenario en el que varios personajes, entre los que se encuentra el propio Chrom, encuentran a un joven tendido en medio de la nada, aparentemente inconsciente. Tras intercambiar unas cuantas palabras descubren que el muchacho en cuestión ha perdido la memoria, aunque por suerte recuerda su nombre. Más tarde descubrimos que también es capaz de atacar empleando hechizos mágicos, un hecho que, unido a su excentrica vestimenta, parece indicar que antes de perder la memoria era un mago de gran poder. La excusa de la amnesia sirve como puente para que podamos desbloquear nuevas habilidades a medida que obtiene experiencia en el campo de batalla, en un recurso de sobra conocido por los seguidores del género. El protagonista se une al equipo del Príncipe, en el que encontramos a varios personajes bastante carismáticos y que básicamente serán el grueso de ataque durante los primeros compases de juego.
La historia es completamente nueva y no está relacionada con anteriores capítulos. De esta manera se garantiza que cualquier jugador que no conozca la franquicia pueda disfrutar de su historia sin miedo a perder el hilo. Esto no implica necesariamente que Intelligent Systems no haya tenido en cuenta a los jugadores que sí han seguido la serie desde sus orígenes, como bien parece indicar la presencia de un personaje que recuerda fuertemente a Marth. Uno de los puntos fuertes que tradicionalmente ha presentado Fire Emblem es la capacidad que demuestra para unir la historia personal de los protagonistas con sucesos de corte político, por lo que no es de extrañar que el futuro del Príncipe Chrom esté íntimamente ligado con el rumbo que toman los acontecimientos. El estilo narrativo es muy atractivo y ciertamente se las apaña para mantener nuestra atención desde la primera conversación, aunque en ocasiones se echa en falta algo más de dinamismo en la actitud de ciertos personajes. Habrá tiempo de comentar este aspecto con más detenimiento en el correspondiente análisis.
Este punto es crucial para entender la estrategia de Nintendo y de Intelligent Systems de cara a Awakening, ya que se ha creado una aventura que mantienen los valores tradicionales de la serie que la respalda al mismo tiempo que se incluyen nuevos aspectos que permiten la entrada a jugadores sin experiencia. Los expertos encontrarán aquí un reto si cabe más difícil que en anteriores entregas, mientras que los novatos podrán familiarizarse con la mecánica de juego sin tener que pasar por grandes traumas. La grandeza de un título se determina por su capacidad para adaptarse al grueso del público para el que va destinado, y Fire Emblem lleva ya tiempo queriendo colarse entre los más vendidos del mercado sin tener que sacrificar ninguna de sus características principales.
Los cinco primeros escenarios hacen un resumen bastante somero de lo que ofrecerá Awakening cuando llegue al mercado dentro de unas cuantas semanas, traducido al castellano y con voces en inglés o en japonés. Con un argumento renovado y dando entrada a nuevos jugadores, la última entrega de Fire Emblem mantiene intactas sus principales características para adentrarse en el catálogo de 3DS.