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Corpse Party: Book of Shadows

Corpse Party: Book of Shadows

  • PlataformaPSV7PSP7
  • GéneroRPG
  • DesarrolladorXSEED Games
  • Lanzamiento23/01/2013

Corpse Party: Book of Shadows

El Instituto de Heavenly Host abre de nuevo sus puertas para dar la bienvenida a los jugadores que no tuvieron suficiente con el primer Corpse Party. Una aventura terroríficamente distinta a las demás que regresa al panorama de PSP ofreciendo más de lo mismo en pequeñas dosis, y que gusta pese a no arriesgar en demasía. Auténtico terror de novela gráfica.

Actualizado a

Una de las últimas aventuras de PSP que tuvimos el placer de analizar en estas páginas fue Corpse Party, título que tenía todos los visos para ser la última sorpresa que nos ofreció el catálogo de la portátil en su extenso recorrido vital. Corpse Party era uno de esos ‘rara avis’ que de cuando en cuando asoman por el mercado: con todos los rasgos que se asocian por tradición al legado de la industria japonesa, la obra mezclaba terror, adolescencia, institutos y un nada desdeñable estudio psicológico de los jugadores a través de la toma de decisiones. En Corpse Party eres tú quien decide cómo escapar de una muerte horrible, bien sea escondiéndote debajo de la mesa o cogiendo el plátano en vez de la granada, en una de las muchas escenas inolvidables que deja atrás esa pequeña joya que lleva por nombre Scary Movie.

Puede que el ácido sentido del humor no sea la única faceta que comparten la película de los hermanos Wayans y el videojuego de Team GrisGris, dado que ambos comparten una marcada tendencia a tomarse en serio el género del terror rompiendo los cánones a los que el público suele estar acostumbrados. El gusto por la originalidad caracteriza la serie de Corpse Party desde sus mismos inicios a principios de la década pasada, un modesto proyecto que más tarde aparecería en PC y tiempo después irrumpiría en PSP. Esta línea se sigue en Book of Shadows, una suerte de spin-off que sigue los pasos de otros productos exitosos del mercado japonés (léase el caso de Persona 3 FES o de las revisiones ‘Internacionales’ de los juegos que desarrollo Square Enix), tomando como base el producto original para solucionar sus defectos, añadiendo también una buena suma de novedades.

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Decimos ‘spin-off’ porque esta aventura, toda vez que mejora la parte jugable, busca atar los cabos sueltos que dejó tras de sí Corpse Party. No retoma los acontecimientos donde los dejó su antecesor, sino que ahonda en uno de los finales alternativos (concretamente el sexto, que se consideraba ‘bad ending’), proponiendo una realidad diferente en la que Sachiko envía a los protagonistas en la máquina del tiempo hacia el pasado. Todos pierden la memoria menos Satoshi, que en vano hace todo lo posible por impedir que sus compañeros competan por segunda vez los mismos errores. Sin embargo, el muchacho es incapaz de impedir que se celebre el ritual que sirve como trasfondo para los acontecimientos que se viven durante la aventura.

Así que vivimos nuevos acontecimientos que se centran en desarrollar la personalidad de los personajes que menos peso tuvieron en la historia original. Book of Shadows se desarrolla en un total de siete episodios inconexos entre sí, con opción a jugar uno extra que –ahora sí- retoma os acontecimientos del ‘good ending’ de Corpse Party, abriendo las puertas de paso a una más que previsible tercera entrega, que probablemente llevaría el sobrenombre Blood Drive.

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El perfil psicológico de los personajes y el estudio de sus reacciones sigue muy vigente en Book of Shadows. Naomi, Mayu, Yui o Sayaka son algunos de los ejemplos que mejor ilustran una de las virtudes de esta obra: la capacidad de retratar conductas humanas sin aludir a los clásicos tópicos de la industria japonesa. El juego no está exento de clichés y de situaciones que invocan a experiencias pasadas –especialmente si venimos de disfrutar el anterior-, pero de alguna manera se las arregla para mantener la tensión a base de giros de guión. La historia es interesante y ha sido sabiamente combinada con toques sonoros que potencian el nerviosismo que producen determinadas situaciones, pero no logra mantener el mismo nivel de calidad durante las 15 o 20 horas que puede durar la aventura. Nos enfrentamos a ella como si se tratase de una montaña rusa, yendo de más a menos para recuperar maneras hacia la recta final, donde finalmente se desinfla el globo.

Hay quien pensará que criticar este aspecto es buscar las cinco patas al gato, pero nada más lejos de la realidad: Corpse Party convierte el argumento en su mejor aliado para justificar el interés que suscita su mecánica de juego. Esta vez la apuesta se centra en imágenes estáticas que narran el guión y en escenas en primera persona en la que debemos buscar objetos para proseguir la aventura. En determinadas circunstancias el jugador se ve obligado a tomar una decisión clave para salir ileso de una amenaza y, en función de su decisión, el protagonista puede morir o vivir para contarlo. Las muertes son de lo más variopintas y ofrecen, a diferencia de lo que cabría pensar en un principio, distintas dimensiones sobre un mismo acontecimiento.

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Si en Corpse Party morir era el pan de cada día, en Book of Shadows ese pan se ha convertido en un baguette de primera categoría. Pero no deja de ser pan, a fin de cuentas. Por suerte, uno de los aspectos que se han mejorado respecto a su antecesor es la opción a guardar la partida en cualquier momento, con lo que se elimina de un plumazo uno de los puntos que necesitaban una revisión urgente.

Nuevo sistema, mismas sensaciones
Corpse Party fue diseñado con un programa de edición de RPGs tradicionales, con aspecto 16Bits. Este rasgo de identidad no se ha perdido del todo, ya que sigue siendo necesario caminar de un lado a otro de los escenarios haciendo uso de la peculiar perspectiva a la que se entregan muchas propuestas japonesas. Sin embargo, el peso de la investigación que debemos realizar en determinados momentos recae ahora sobre un sistema denominado ‘Point and Click’, similar al visto en la aclamada obra de NDS 999, cuya secuela, por cierto, está a punto de ver la luz en Europa sin haber podido disfrutar aún de su antecesor. Este peculiar sistema nos lleva a situarnos ante una vista en primera persona que permite explorar los recovecos de las habitaciones en las que se introducen los personajes para buscar respuestas. En ocasiones, cruzar una puerta se traduce directamente en una muerte garantizada. A veces, no obstante, descubrimos algo de información crucial para tener una mínima idea de qué decisión debemos tomar cuando la muerte vuelva a ponernos a prueba.

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Para agilizar la partida, Team GrisGris pone en escena un curioso sistema de tiempo que se mide en oscuridad. Este mecanismo recibe el nombre de “contamination system” (sistema de contaminación), y consiste en la enajenación mental de la psique de los protagonistas a medida que transcurre el tiempo. Si nos dedicamos a ir de un lado a otro sin saber exactamente qué debemos hacer, nuestro alter-ego virtual comenzará a sufrir alucinaciones, precedidas por un acentuado hándicap visual y por otras maravillas que toca a cada uno descubrir por cuenta propia. Al igual que sucede con otros aspectos de la mecánica, nadie nos explica exactamente cómo podemos combatir este sistema de contaminación, ni qué sucede si la oscuridad termina de invadir la mente de los protagonistas. Los tutoriales brillan aquí por su ausencia, un aspecto que no sería necesariamente un problema de no ser por la excesiva dependencia que une Book of Shadows con Corpse Party.

Tenemos que entender que este spin-off básicamente amplía la información que ofrecía el título original proponiendo una historia alternativa. Tratándose de una novela digital, seguir el hilo de la historia es aquí tan fundamental como encadenar varios golpes seguidos en un hack ‘n slash. Si el argumento depende de los acontecimientos que vivimos en Corpse Party, es de prever que los jugadores que se interesen por este producto por primera vez se sientan perdidos o confusos ante un buen puñado de comentarios que hacen alusión a situaciones ya pasadas. Estéticamente no conquistará a nadie que no se declare aficionado a la estética anime japonesa, y la mecánica depende plenamente de uso que cada uno otorgue al guión, sin duda el elemento más destacado de esta obra. La atmósfera se mantiene, pero hay muy pocas acciones que realizar mientras exploramos. Las novedades no, en este sentido, suficientes para ser aplaudidas.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.