Con retraso, pero ya está aquí. Hace bastantes meses Anarchy Reigns , la última gran invención de Platinum Games , llegaba a Japón para intentar hacerse un hueco con una propuesta que mezclaba elementos clásicos con otros muy novedosos. El título, además, llegó íntegramente al castellano en territorio nipón y sin protección regional de ningún tipo. Importando el título directamente del País del Sol Naciente teníamos la versión que podía salir perfectamente en nuestro territorio. Pero Sega no lo vio así y retrasó el lanzamiento hasta este próximo 11 de enero, momento en el que Jack Cayman y compañía demostrarán que todavía hay mucho que decir en el género de los beat’em up. Platinum Games se ha hecho un nombre importante en la presente generación de consolas por méritos propios. La compañía japonesa recogía el testigo de de la extinta Clover Studio, equipo de desarrollo que tenía Capcom la pasada generación de consolas y que realizó productos de indudable calidad como Okami o Viewtiful Joe y otro tan especial como atractivo: God Hand. Las figuras claves del estudio que la compañía de la cápsula decidió cerrar (Mikami , Inaba y Kamiya) son ahora las mentes pensantes de Platinum Games. Sega consideró que había mucho potencial en esta nueva desarrolladora y les dio la oportunidad de mostrar al mundo que tenían entre manos.
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MadWorld , juego de acción intenso y con un apartado artístico muy especial donde la sangre es la gran protagonista, fue la primera iteración de Platinum Games . Un título interesante, algo simple a la larga, pero una primera piedra en el camino a tener en cuenta. Anarchy Reigns, por cierto, comparte protagonista con la Opera Prima de la compañía japonesa. Pero si por algo es conocida la compañía, además del trío de personalidades mencionada anteriormente, es por Bayonetta , seguramente el mejor hack and slash de esta generación y uno de los mejores que han salido jamás. La sensual y a la vez freak bruja creada por Kamiya tuvo el reconocimiento de la crítica. Algo que pasó posteriormente con Vanquish, un juego de acción en tercera persona que demuestra que todavía se puede ser más frenético e intenso de lo que los grandes del género habían mostrado hasta el momento. El historial de Platinum está basado en juegos con una clara concepción japonesa a la hora de ejecutar ideas. Y mucha acción. Sea a mamporros o a disparos. No es de extrañar, por lo tanto, que este Anarchy Reigns siga el mismo camino que los juegos que le han precedido. Anarchy Reigns es un beat’em up de corte masivo enfocado principalmente al online. Así podemos definir este brawler que bebe de la herencia de títulos como Double Dragon pero con la idea del multijugador bien puesta en la cabeza. Y bien ejecutada, ya que trasladar la acción de un juego de este tipo a una arena con diversos jugadores no es sencillo. En Japón funcionó y se espera que haga lo mismo aquí.
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Post-apocalipsis El universo tal y como lo conocemos no existe en Anarchy Reigns. Las batallas que han ido librando los humanos a lo largo del tiempo y los avances tanto tecnológicos como biológicos han cambiado el mundo, que poco se parece al real. El escenario es un claro lugar post-apocalíptico con personajes mutados por diversos motivos y unos emplazamientos donde la destrucción y la poca vida es lo que más destaca de lo que hay a nuestro alrededor. Los dos protagonistas de la aventura principal son Jack Cayman, el que también progatoniza como hemos mencionado anteriormente MadWorld, y Leo , un tipo bastante misterioso que está persiguiendo a un tal Max .
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Los primeros compases de partida, de hecho, no acaban de quedar del todo claro si nos atenemos a la campaña principal, que la tiene aunque su naturaleza sea básicamente el juego en línea. Jack está en un bar tomando una copa cuando de repente entra un grupo de personajes desconocido, Leo a la cabeza. Después de intercambiar una serie de palabras habrá una secuencia de acción puramente manga con un golpe espectacular de por medio. Los caminos de ambos personajes (Leo va acompañado de Nikolai y Sasha ) se separarán en este punto, donde arranca realmente la campaña principal de Anarchy Reigns. Tendremos que decidir si seguimos la senda negra (Jack) o la senda blanca (Leo). Esta separación de caminos es uno de los puntos interesantes de la efímera campaña principal con la que cuenta el juego. Terminarla –sin completar el 100%, eso sí- no nos durará mucho más de cinco-seis horas , siempre dependiendo de la habilidad de cada uno. Poder jugar desde dos puntos de vista y el añadido –secreto- al cual accedemos cuando conseguimos terminar los dos caminos le dan algo más de jugabilidad a una campaña que funciona como un compendio de desafíos arcade que superar. Con cada personaje tenemos una historia propia, unos motivos para encontrar a Max particulares y acceso a zonas concretas de los mapas que no tienen por qué ser las mismas que el otro protagonista.
El sistema de desarrollo de la campaña es bastante sencillo. Nos encontramos justo en un mapa de dimensiones más que considerables en el que van apareciendo enemigos. Además de estos rivales que podemos ir machacando para sumar puntos, tenemos una serie de zonas marcadas en el mapa que son las misiones a las que podemos acceder: principales y libres en un primer momento. Las principales nos sirven para poder avanzar en la historia y las libres para poder hacer puntos. Es importante la puntuación general, porque solo subiéndola podemos desbloquear nuevas misiones libres y también nuevas misiones principales. Entre los enemigos del mapa de turno y las misiones que vamos repitiendo perfeccionando nuestros resultados (muertes, tiempo, daño recibido) vamos subiendo puntuación y desbloqueando misiones hasta completar una arena y poder pasar al siguiente nivel .
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El toque arcade está claramente presente en este curioso desarrollo “semi libre” de la aventura. Acabar con ciertos enemigos antes de que termine el tiempo, limpiar una zona concreta de rivales, luchar contra jefes finales que posteriormente serán seleccionables… nuestros avances en la campaña principal sirven para desbloquear habilidades y personajes que posteriormente podemos utilizar también en el modo multijugador, la gran baza de Anarchy Reigns sin ninguna duda. La campaña cuenta con tres dificultades –normal ya es asequible de por sí- iniciales y nos irá bien para hacernos con los controles básicos del juego y aprender la mecánica ataque-defensa, importante en las batallas en línea. Simple pero efectivo El sistema de combate es bastante sencillo y es mucho más cercano a la simpleza de un brawler que a las combinaciones infinitas de los hack and slash más exigentes. Pero eso no significa ni mucho menos que estemos ante un Ninety-Nine Nights donde machacaremos sin descanso el botón de turno para acabar con todos los enemigos. Cierto es que durante la campaña nos encontramos a muchos grupos de rivales que los podemos liquidar pulsando repetidamente un botón, pero poco a poco irán apareciendo jefes medios y otros retos que precisan de bastante más estudio. No tenemos una serie de combos abusivo como Bayonetta , pero sí suficiente variedad de acciones para que no se nos haga repetitiva la acción. Y de hecho haremos combinaciones de lo más bonitas con el tiempo. Y con según qué personajes. Los botones principales tienen acciones clásicas: el ataque normal, más rápido que fuerte; el ataque poderoso, más fuerte pero más lento que el otro, el botón A/X para poder saltar y por último un cuarto botón que nos sirve para agarrar a los enemigos u otros objetos que encontramos por el escenario, como coches, barriles, etc. Con el stick izquierdo controlamos al protagonista y con el stick derecho controlamos la cámara, algo vital cuando tenemos decenas y decenas de enemigos ante nosotros. Los botones y gatillos superiores completan nuestras herramientas: a la derecha tenemos la opción de bloquear, que además se puede combinar con un movimiento evasivo si usamos el botón de salto cuando estamos pulsando la guardia. A la izquierda tenemos dos acciones vitales: el arma asesina de cada personaje y la posibilidad de marcar a los enemigos para movernos según el objetivo, tal y como popularizó Ocarina of Time con el Z-Targetting. El arma asesina es nuestro ataque más poderoso. Jack por ejemplo saca de su brazo una enorme motosierra con la que parte por la mitad a los enemigos, pero cada uno de los personajes tiene sus propias armas asesinas. Cuando dejamos pulsado el gatillo para usar el arma asesina podemos realizar dos tipos de ataques: los más rápidos o los más poderosos. Mientras utilizamos esta arma gastamos unas barras que tenemos debajo de la barra de vida y que se va rellenando a medida que matamos gente y que nos golpean. Además de este movimiento, vital para los grandes enemigos , contamos con la furia, una especie de ataque especial que se hace pulsando los dos sticks cuando la barra está totalmente llena. En ese momento entramos por tiempo limitado en un estado furioso que nos da más poder y velocidad para liquidar enemigos.
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Nuestra gran variedad de acciones se completa finalmente con la posibilidad de recoger una serie de armas que podemos usar como si estuviéramos en un shooter tipo Gears of War . Armas esparcidas por el escenario, enemigos que podemos arrojar como si fueran barriles, objetos de todo tipo… la combinación de esta acción con el apuntado de enemigos será vital cuando tengamos rivales a largas distancias que nos estén dando la tarde. A medida que avanzamos desbloquearemos habilidades y recogeremos objetos diversos que potenciarán elementos de ataque o defensa nuestro (y que podremos equiparnos en el multijugador). Entre los objetos hay de todo, desde escudos protectores a un objeto sombra que nos hace invisibles para poder machacar enemigos sin que nos vean, entre muchos otros. La mecánica de juego es igual para los casi veinte personajes que iremos desbloqueando a lo largo de nuestras partidas en Anarchy Reigns. Se controlan igual, pero cada uno tiene sus propias particularidades de ataque y no es lo mismo controlar a Jack que a Bayonetta (la bruja es uno de los extras que se desbloquean con un código del juego) por ejemplo, que cuenta con un abanico de combos más vistoso y veloz que la condundencia del cazador. Algo similar pasa con Sasha, que tiene una serie de golpes distinto y más veloz que otros personajes más pesados. Además, aunque no podemos personalizar los estilos de los luchadores, si podemos equiparles las habilidades que nos gusten más para compensar nuestros defectos o potenciar virtudes en la arena. Todo lo que hemos explicado se sucede en campaña, pero es la base para poder triunfar en el multijugador , el modo principal del título sin ningún tipo de lugar a dudas.Cantidad, variedad y solidez El modo multijugador es la gran baza de Anarchy Reigns. No en vano se definió como un beat’em up online , y eso significa traspasar la acción de acabar con decenas de enemigos en una campaña solitaria clásica de un beat’em up a las posibilidades de diversos jugadores encerrados en una misma arena. Parece fácil pero no recordamos demasiadas iteraciones exitosas con esta mezcla. Anarchy Reigns da en el clavo en este sentido. Todo lo que funciona a nivel de personajes en el modo solitario también lo hace en el online, con la diferencia que los patrones de los jugadores que tenemos delante –y su potencial- es mucho mayor que veinte enemigos CPU atacándonos en un mapa del modo campaña.
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Lo primero que destaca del multijugador es la gran cantidad de modalidades: más de una docena. Algunas son tan clásicas como interesantes ya que tenemos un todo contra todos con hasta dieciséis jugadores en pantalla, partida por equipos, por parejas, partidas a muerte, en una jaula donde luchamos en espacios cerrados sin poder escapar, capturar la bandera o capturarla por equipos… e incluso el Death Ball , una especie de partido de cuatro contra cuatro en un fútbol americano futurista, además de dos nuevas modalidades para esta versión, una nueva de supervivencia más profunda que la ya existente y un dogfight que nos permite competir encima de vehículos voladores. La gran variedad de modalidades tienen un rendimiento online que ya se vio con los servidores japoneses que funcionaba perfectamente, sin lag apreciable a pesar de ofrecer una cantidad generosa de jugadores a la vez (como hemos dicho, hasta 16 ). Cierto es que precisamente las partidas con más jugadores seguramente son las más caóticas y las que menos satisfacciones nos darán, ya que hay algunas competiciones por equipos y en espacios más pequeños que son auténticas refriegas intensas de principio a fin. Subir de nivel, escoger nuestro mejor personaje y elegir las habilidades que mejor nos ayuden será clave para poder acabar con enemigos. Solo el peligro de que los servidores se vacíen al poco tiempo por no ser un gran exitazo de ventas juega en contra de este interesante multijugador. No reinventa modalidades, pero al mezclarlos con el sistema beat’em up el resultado es interesante. También podemos probar los modos en “simulación ”, que no es más el multiplayer pero con bots. Eso sí, no se puede disfrutar de modo local en este apartado, una lástima igual que los modos donde cooperamos, que solo son online.Apartado técnico Técnicamente , Anarchy Reigns es un título vistoso sobre todo por el estilo artístico escogido y bien recreado. Estamos en un mundo post-apocalíptico con personajes de lo más variopintos . Es lo mejor de los modelados, los protagonistas con los que podemos luchar. Los enemigos rasos que vamos encontrándonos en el modo campaña tienen una pinta bastante genérica en términos generales. La gracia está sobre todo en el humor y en la presentación de la aventura: protagonistas que tienen carteles a lo Tarantino para conocer su nombre, cinemáticas espectaculares y a cámara lenta con zooms y cambios de ángulos al más puro estilo manga y en general un acabado desenfadado, hiperbólico . Eso sí, a pesar de ser vistoso no está exento de errores . Uno de los más evidentes es el popping que sufriremos durante diversos momentos. Nos vamos moviendo por los vastos escenarios y de golpe se aparecen una serie de objetos que a lo lejos no se veían. Es lo más grave, junto con alguna textura mejorable y también la sensación de vacío que generan muchos de los mapas. La verdad es que la esencia arcade está presente en todos los elementos, el visual también, pero construir unos mapas más vivos no hubiera costado demasiado. En general, el juego cumple pero sin alardes. Por último, destacar la más que trabajada banda sonora y voces doblados. Ya nos sorprendió en su momento que la versión japonesa estuviera totalmente localizada a nuestro idioma, y el resultado final en nuestra versión es exactamente la misma. Música rap que acompaña perfectamente –y contra pronóstico- al ritmo del juego, sin ser cargante como pasa con algunos temas de este género ni caer en la repetición. Junto a estas melodías, otras suaves donde los saxos y los tonos tranquilos están a la orden del día. A esto se le añade un doblaje que se “cree” realmente a los personajes. Hablan poco, pero tanto el tono de los personajes como los diálogos, los tacos, el humor, está bien conseguido. Algo que también es de agradecer. En definitiva, Anarchy Reigns suena bien, también por los efectos especiales de las explosiones, golpes, gritos y demás.
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