FIFA 13
FIFA 13
FIFA 13 ha sabido evolucionar el fútbol digital en PlayStation 3, PC y Xbox 360. A Wii U, en cambio, llega una versión tan centrada en buscar implementación con el GamePad que descuida otros aspectos sí potenciados en el resto de ediciones, quedándose muy por detrás técnicamente o en el multiplayer, pero ofreciendo una nueva forma de jugar.
EA Sports hablaba del mejor FIFA que jamás haya recibido una consola Nintendo y la primera vez que una entrega de la marca tiene un online potente en estas consolas. Y sí, es cierto, FIFA 13 para Wii U da un paso adelante en muchos sentidos y es una equiparación de experiencia por fin a lo que ofrecen las máquinas competidoras, no era difícil. Además es una nueva forma de enfrentarse al fútbol virtual, una mecánica pionera que seguramente siga en entregas posteriores. La carencia de este videojuego es que, pese a esto, no cumple aquella idea que la nueva consola busca perseguir con los third party multiplataforma, que tendrá los mismos títulos con un plus de añadidos y sistemas de juego distintos. FIFA 13 en Wii U inventa una nueva forma de disfrutar de simuladores deportivos pero ignora muchas otras virtudes que ya han acogido sus homónimos de PlayStation 3, Xbox 360 y PC. Gran parte del equipo encargado del poco notorio FIFA Football de PlayStation Vita lo intenta en Wii U con un producto más notable, que busca su sitio en un campo muy trabajado, pero que quizá debería haber partido del FIFA 13 del pasado octubre en vez de FIFA 12 para implementar todas sus propuestas y revoluciones.
Y a partir de aquí, algo que ya se sabía que iba a ser así desde que pudimos probar el juego en profundidad en la propia EA Vancouver, el usuario de Wii U tiene ante sí un FIFA completo y con nuevas ideas, interesante como experimento jugable para ver qué posibilidades genera una segunda pantalla táctil, con un mando con giroscopios y visualización asimétrica para compartir partidas en una misma consola. Muy volcado con eso. Quizá en futuras ediciones FIFA sea igual en todas las versiones solo que en la de Wii U tenga carcaterísticas únicas como añadido, pero no es el caso, aún no. Esta forma de trabajar con una nueva consola ya se vio en cierta medida en los PES de Wii. Konami se esforzaba más en buscar originalidad e innovación que en estar a la altura técnica que las máquinas más potentes. La diferencia es que ahora la potencia de la nueva de Nintendo es capaz de poner en movimiento lo que el resto de consolas actuales, de sobra. Decidirse por una u otra versión va a ser difícil, tiene ventajas y ausencias, cuando lo idóneo era que el jugador con varias máquinas tuviera claro que quiere la edición de Wii U, eso buscaba Nintendo.
FIFA en la actual generación HD siempre ha sido sinónimo de calidad jugable, técnica y multijugador. Ahora una máquina Nintendo se introduce de lleno en el simulador del momento mirando muy de frente a estas tres calidades, con un proyecto que nació hace casi dos años y que se ha realizado en paralelo a los dos últimos episodios anuales del resto de plataformas, de hecho se ha creado desde FIFA 12. Eso lo convierte en un producto diferente y único, obsesionado con cambiar y dejándose por el camino algunos aciertos que introduce el FIFA 13 de PS3 o Xbox 360, puesto que se han gestado en equipos de trabajo distintos. Se aleja así de la decisión tomada por otros grandes simuladores deportivos, como NBA 2K13, que en Wii U tiene una perfecta adaptación y es igual de bueno, completo y vistoso que en el resto de versiones, ahora bien, no introduce tantas mecánicas originales y se juega en la nueva consola prácticamente igual.
Que para su desarrollo se haya partido del FIFA HD del año pasado, FIFA 12, no es ninguna mala noticia, ni mucho menos. Fue un futbolístico brillante, superado en la edición de este año que se ha centrdo en mejorar el sistema de colisiones o la IA de los árbitros, entre otras cosas y novedades. En Wii U están todas las plantillas totalmente actualizadas, hay online robusto, acabado técnico acorde a las expectativas y un buen puñado de modos, por supuesto, pero que nadie espere que se recojan aspectos como los arreglos de físicas, las llamadas Pruebas de Habilidad, la meteorología reforzada o el mayor identificador de jugadores Personality +. Y la ausencia quizá más impactante, la de la modalidad Ultimate Team ni total integración con el servicio de comunidad EA Sports Football Club, dos de los aciertos del online de FIFA que aquí se obvia. Es el precio de jugar de otra forma, parece ser, al menos esta temporada. Y así es cómo se dispone en Wii U:
Dos pantallas y un balón
El reparto de atención entre el televisor y el GamePad marca principalmente a FIFA 13 en Wii U, totalmente pensado también para ser jugado off-TV si se prefiere un control más clásico y que se centre en la fórmula tradicional de manejo del futbolista poseedor o su defensa más cercano. Pero la gran idea de esta entrega es permitir al jugador gestionar el equipo, dirigir determinadas decisiones y controles más precisos, al mismo tiempo que se disfruta de la sólida jugabilidad FIFA de manera convencional, como en el resto de consolas. Esto supone que, jugado en solitario, se produzca un desdoble de la concentración entre lo que ocurre en la pantalla principal, con el partido transcurriendo, y la pequeña táctil, que recoge varias pestañas y menús para tomar decisiones que van desde dónde colocar la pelota al tirar a puerta o pasar a distancia, hasta cómo mover a los jugadores no poseedores para preparar pases más tácticos o anticipar las sustituciones sin necesidad de pausar el juego.
Seis son las categorías que se alojan en una columna del GamePad para poder navegar entre ellas de forma rápida, intuitiva y absolutamente táctil, pues los botones se quedan para el juego en el televisor. De hecho, la primera pestaña es un off-TV estándar que muestra lo mismo en el mando que en el televisor, con un perfecto traslado 1:1 y con determinados usos exclusivos del mando. El FIFA Football de PSVita introdujo gracias al touchpad trasero de la portátil un sistema de tiros a portería donde el jugador determina en tiempo real en qué punto concreto de la red quiere poner el balón. Esto también está en Wii U, disparándose pulsando el stick izquierdo o al agitar un poco el mando para buscar jugadas sorprendentes y más precisas que nunca, además de permitir hacer tiros menos aleatorios. También desde esta pestaña tenemos la posibilidad tocar pases concretos o de usar el giroscopio para mover las cámaras en los momentos de balón parado y mirar alrededor de un jugador concreto, buscando pases inesperados o saques de falta o córner que puedan acabar en gol, además de introducir bastante más en el ambiente del estadio con esta especie de vista en primera persona por movimientos.
Control de Entrenador, la segunda categoría, permite hacer trazos con el dedo sobre la pantalla táctil para mover a jugadores cercanos al poseedor del balón a la posición que queramos, interviniendo así sobre su propia Inteligencia Artificial para preparar pases en profundidad inesperados, ordenar ubrir a rivales o generar formaciones creativas para ya luego chutar a portería. Esto nos dejará preparar tácticas impredecibles y bloqueos pero también exige llevar el control de varios peones al unísono, tarea para nada sencilla si además poseemos el balón y tenemos que jugar normalmente con él para no perderlo. La tercera pestaña, Formaciones, nos deja cambiar la distribución de nuestros jugadores en cualquier momento, ejecutando rápidamente formaciones más agresivas o más defensivas según nos lo exija la presión del rival y su forma de jugar. En cuarto lugar, Sustituciones, están los intercambios, donde podremos preparar las salidas y entradas al terreno de juego a nuestro antojo y viendo cómo está el banquillo. Con Tácticas se nos permitirá trazar juagas y cadenas de pases. Por último está Marcajes, desde donde podremos pedir a un jugador que marque continuamente a un adversario que veamos por encima del resto o resulte especialmente molesto.
Con todo esto en el GamePad, no son pocas las operaciones que se pueden ejecutar y controlar más allá de la partida en el televisor. Es cierto que cuesta un poco acostumbrarse a jugar con estos comandos de entrenador al mismo tiempo que con un gameplay de juego de fútbol clásico -varias horas-, pero con la práctica cada vez se manejan mejor los menús y todo está esquematizado de manera que resulte bastante intuitivo y rápido para con una fracción de segundo poder ordenar. Botones grandes para los dedos e interfaz muy visual ayudan a ello. La atención se reparte y se pierde en ocasiones concretas, claro está, y ése es quizá el único inconveniente que se le puede sacar a este manejo en relación al tradicional, que se quedará en Wii U en el Controller Pro o el Nunchuk + Wiimote. El primero es un mando muy satisfactorio que ofrece muy buen control con este dispositivo, solo incongruente en su disposición de los botones A, B, X e Y tan cerca entre sí, algo que destrozará jugadas a quien venga del DualShock 3 o el Xbox 360 Controller.
Hasta cinco jugadores pueden verse las caras en una misma consola y quién se queda con el GamePad no llega a determinar la victoria, aunque es cierto que ayuda, ése jugador tiene a su disposición más opciones, órdenes, tácticas y, lo más importante, jugadas imprevisibles que el otro no puede calcular ni ver cómo se preparan, aunque esto requiere bastante dominio de esta nueva mecánica jugable bipantalla. Es recomendable darle el GamePad a quien peor juegue, que se verá algo desbordado los primeros minutos pero que pronto podrá aprovecharse de su experiencia única, sintiendo una libertad de comandos hasta ahora nunca probada y que es claramente el gran atractivo de FIFA 13 en Wii U.
Cooperativo casual
Como cabría esperar, este FIFA 13 es el más propenso también al estilo de juego cooperativo y el acceso a nuevos usuarios, gracias a la jugabilidad asimétrica que proporciona la experiencia desde el GamePad. EA Sports ha aprovechado para dar pie así a un muy tradicional modo compartido contra la CPU donde un jugador se enfrenta al equipo contrario desde el Pro Controller mientras el otro le da soporte desde la pantalla del GamePad, acercándole jugadores y colocándoselos con sus trazos para que pueda pasar siempre el balón, cambiando las formaciones dependiendo de qué interese más en cada momento, preparando bien los suplentes e intercambios, etc. Se puede jugar de esta forma, siempre que se tengan los dos mandos, el Modo Carrera, Torneos, Partidos de Exhibición... También hay posibilidad de cooperación online, aunque se dispone ligeramente menos interesante ya que ya no nos enfrentaremos a la CPU y sus jugadas, a veces torpes debido a una IA que sin ser incoherente, tiene algunos tropiezos, como ya se vio en FIFA 12 sobre todo en formaciones que se adapten a los devenires del encuentro.
Éste es un claro acercamiento a nuevos públicos que quieran investigar FIFA y pueden empezar por echarnos un cable en un partido desde el GamePad, labor lógicamente menos intensa o emocionante pero que sirve como puerta de acceso a personas poco habituadas con videojuegos. El intercambio de roles, además, es un factor que hace esta versión la más apetecible de todas para jugar en local, para compartir la consola con otros usuarios. De hecho, sus modos competitivos para enfrentar jugadores también tienen ese giro de experiencias según qué mando se posea. Ahora bien, lo que debe quedar claro desde ya es que en ningún caso se puede jugar solo con el Wiimote, por lo que obliga pronto a adquirir un Nunchuk por mando o el Pro Controller si se quiere disfrutar en compañía de forma satisfactoria. No se pierde además en esta edición profundidad, sigue siendo un FIFA convencional y como el del resto de ediciones en cuanto a manejo, tipos de tiro, tacto... solo que con una sensación intensa de tener más opciones y decisiones en nuestra mano.
El Modo Carrera desde dos pantallas hace mucho más directa y manejable la jugabilidad, ahora comodísima para todas las gestiones y manejos de menús, compras de fichajes, consulta del mail, etc. Se mantiene similar al Career de FIFA 12, menos completo que el de FIFA 13, solo que con las plantillas totalmente actualizadas y algunos usos específicos pensados para lo táctil, así como reubicación de ciertos botones. Tener total control sobre las estadísticas del equipo y su progresión determinan este profundo formato de juego, que no va a sorprender a quien posea uno de los últimos FIFA pero que en consolas Nintendo es todo un acontecimiento, un paso adelante más. Virtual Pro, Mi FIFA y demás modos para manejar y mejorar equipos o encarnar a un jugador desde sus primeros regates están presentes en esta edición, que no contempla sin embargo otros modos pensados para el FIFA 13 de la competencia, como las Pruebas de Habilidad.
Claro está, y antes de cambiar de apartado, la forma desconocida del nuevo GamePad e incluso el Pro Controller -aunque se parezca al mando de Xbox 360 como decíamos antes- hará que muchos no terminen de verse cómodos ante los pases, chutes o posiciones de defensa con los gatillos, así como el dribleo en un stick con otro tacto, etc. Los primeros partidos llegan a frustrar por la equivocación al pulsar, pues los botones en Wii U son más pequeños y están algo más cercanos entre sí, y se generará esto en quienes vengan de otras consolas, lógicamente. Si eres jugador de FIFA en otras consolas, "puede que te cueste habituarte", ya nos lo explicó su director al hablar de que siempre que llegue al mercado un nuevo periférico se producen estas desconexiones. Eso sí, la consola está llamada a revitalizar el género y las formas de enfrentarse a él. Jugar con dos pantallas es algo que nunca se había visto, es algo que cambia la forma de entender los simuladores y les aporta profundidad y dificultad al obligar a llevar el control al mismo tiempo del gameplay tradicional -balón en los pies- con el nuevo abanico de posibilidades -todo lo que ocurre alrededor del poseedor-.
Online y técnico
Las consolas Nintendo nunca habían recibido un FIFA tan entregado con el multijugador en línea. FIFA 13 es por fin completo y directo al enlazar partidas, llevar hasta modo espectador, enfrentar en torneos a varios equipos, dar soporte para todos los jugadores sin ningún tipo de lag, generar perfiles que evolucionen y personalizaciones, etc. La cuestión a lamentar es que pese a ser correcto, sigue sin ser tan completo como en otras plataformas. Para empezar no existe acceso al modo Ultimate Team, ni todas las opciones del EA Sports Football Club sino que ahora las partidas se asocian a nuestra cuenta de EA Origin sin más, lo que nos aleja de todo ese gran mundo que abre el servicio de comunidad de FIFA 12, FIFA 13 y FIFA Street, red que muestra estadísticas detalladas, pone en contacto a jugadores, recoge tablas de clasificación, monta eventos y torneos... Todo esto es inexistente en la versión de Wii U. Tampoco están algunas configuraciones online que sí aparecen en FIFA 13 en otras plataformas.
Arrastre técnico es lo que genera que se haya partido de FIFA 12, con todos sus errores y aciertos. En Wii U no se ve nada mal y se mueve con fluidez, por supuesto, pero recuerda demasiado al juego del año pasado y hoy desluce al lado de los otros FIFA 13, que tienen muy desarrollado el sistema de colisiones en vez de estar solo estrenándose o gestionan la IA de compañeros y árbitros con coherencia. Esa "imprevisibilidad del fútbol" que tan bien funciona como eslogan de lo que ofrece FIFA 13 no está en la edición de Wii U, éste es el juego del año pasado con los añadidos para explotar las capacidades únicas de la máquina. El Personality + es idéntico, también los diseños del público en los campos o los efectos meteorológicos, lo que no lo ponen a la cabeza de lo visual en esto del fútbol virtual. Los rostros suelen concordar con la realidad, sobre todo las estrellas, pero tienen un acabado diferente, que puede gustar más o menos pero que es difícil de llamar peor o mejor que en PS3, por ejemplo.
Bien es cierto, también, que siendo Wii U la consola más potente del momento, no se percibe como positivo que no tenga el mejor aspecto gráfico. De hecho hay incluso algunos problemas con el framerate, especialmente visibles en el televisor en los primeros planos de los futbolistas o en las cinemáticas de apertura de los partidos. Lo mismo ocurre con el público, por debajo del modelado de otras versiones. Las animaciones, por el contrario, son algo más naturales, se nota nada más contemplar las celebraciones de los goles de las estrellas, como siempre muy fieles a los gestos que hacen los nombres más populares habitualmente.
Paco González y Manolo Lama ponen los comentarios, bastante repetidos a los pocos partidos, como siempre en títulos deportivos, y con el elenco de frases que se vio en FIFA 12, solo que eliminándose las intervenciones que no estuvieran actualizadas. Oírlos en el GamePad y en el televisor al mismo tiempo o por separado da inmersión, igual que los golpes del balón o el ambiente del estadio. Hay una buena reunión de efectos y el realismo sonoro está a la altura del resto de apartados, consiguiendo esa simulación que la serie siempre ha perseguido, también en la forma de vibrar del mando (bastante intenso en Wii U) y otros apartados rehechos para adaptarse a la consola, por ejemplo los menús, ahora radiales para tocarse con los dedos.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.