Darksiders II

Darksiders II es una de las aventuras de acción y plataformas más grandes de todos los tiempos, lo decíamos en su Análisis, y uno de los indiscutibles del 2012 siempre que sepan perdonársele aspectos como la poca innovación de su propuesta -muy clásica y en realidad trillada- o la sensación de repetición que sugiere a partir de la séptima u octava hora, con mazmorrras muy parecidas, combates sin astucia y puzles que reiteran esquemas y elementos. Más allá de esto, el viaje que proponía Vigil Games bajo el sello de THQ para el hermano de Guerra bebe de God of War, Prince of Persia, Diablo, y por supuesto, la saga The Legend of Zelda, clara inspiradora de toda su mecánica. Y precisamente a la nueva máquina de Nintendo donde algún día habrá un Zelda HD, Wii U, llega una versión también exquisita que funciona como título de lanzamiento, cambiando en cierta medida uno de los aspectos característicos del juego, el sistema de inventarios y menús, que ahora pueden pasar al mando en vez de obligar a pausar la partida.

Otros son los añadidos en esta edición, como la posibilidad de jugar todo el título en la pantalla del Wii U GamePad -funcionalidad off-TV- o la inclusión de La Tumba de Argul, el primer DLC de Darksiders II que añade al viaje unas tres horas más de juego con dos grandes mazmorras más al noreste del mapa. Plataformas, acción cuerpo a cuerpo, puzles y coleccionismo intenso son los cuatro pilares de esta aventura clásica, muy trabajada en diseño artístico aunque algo descuidada en su capacidad técnica para mostrarse en pantalla, algo que en la consola de Nintendo sigue intacto, asemejándose gráficamente bastante a las ediciones de Xbox 360 o PlayStation 3, con detalles como el popping o la disolución de sombras y texturas aún presentes. La duración, la fuerte vertiente rolera, la ambientación y la diversión absoluta que propone Darksiders II fueron sus mejores bazas, ahora se repiten y crean un recomendadísimo de Wii U, de las mejores propuestas para el lanzamiento si no se jugó en su momento.

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El GamePad y sus posibilidades.

Ventajas e inconvenientes con los inventarios en el mando, algo opcional pero principal atractivo. Por un lado, la nueva experiencia con dos pantallas donde una -la del pad- se guarda para alojar los menús a los que acceder en todo momento de forma táctil hace a esta edición la más directa, amena en este aspecto y ágil o rápida de todas, también muy intuitiva y natural a la hora de tener una especie de maletín organizado en el propio GamePad y en todo momento. Pero a cambio, abusar de este uso hace la aventura un poco más exigente, ya que al prescindirse de el acceso a los inventarios al pulsar el botón de Pausa (botón Menos en Wii U) y no parar un desenfrenado combate o situaciones límite, hay que dividir por unos instantes la atención y tocar con rapidez, no pudiéndose mirar con tranquilidad todas las características de las armas y objetos a equipar, como armaduras, botas, gadgets... con atributos numerados distintos. Por eso sigue siendo más recomendable acostumbrarse al sistema de inventarios original, y solo utilizar el directo para determinadas situaciones. Abusar de ello hará que el jugador se acostumbre a no pausar, y puede jugarle malas pasadas.

Sobre los menús, éstos mantienen exactamente la misma disposición, con categorías diferentes para cada tipo de objeto y casillas que pronto se quedan cortas para albergar mucho material. También están intactos los árboles de habilidades o la disposición de los botones, con el A para recoger cosas en este caso. En cambio, se ha cambiado también la circunferencia de accesos directos a poderes y pociones de salud o maná, ahora hecha táctil desde el mando y dividida en dos semicírculos alrededor de cada mano, para acceder a cada item fácilmente con cada pulgar. Esto es un acierto, y funciona realmente mejor que el círculo original. Otro aspecto diferenciador que rápidamente llama la atención es que al jugar en la pantalla del televisor -no con el off-screen activado- todos los sonidos del personaje, FX y diálogos se reproducen en el altavoz del GamePad, dejando aspectos secundarios como el sonido ambiente o la música para la pantalla principal y grande. Por último y solo como curiosidad están los comandos por movimiento, como los giros al nadar, que ahora se pueden hacer moviendo el GamePad. Es irrisorio, bien implementado pero anecdótico.

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Si por el contrario queremos jugar en el propio mando, los inventarios funcionan de forma tradicional pausando el juego, todos los sonidos se ejecutan en el controlador y desaparecen todas las opciones táctiles. Hay desde el menú de Opciones un montón de configuraciones posibles y medidores de campos sonoros o pequeños aspectos gráficos, como el brillo para adecuarse a situaciones más incómodas, también pudiendo desactivar que agitar el GamePad haga a Muerte rodar por el suelo y demás movimientos de esquivo, lo que recomendamos desde ya desactivar ya que aunque funciona muy bien y de  forma directa y bien reconocida, siempre el botón es más fiable. Las tiendas y algunos otros menús también son ahora táctiles, aunque guardan toda la apariencia del título original del pasado agosto. Eso sí, en el GamePad, los subtítulos y textos se quedan un poco pequeños, pues esta edición no adapta demasiados factores al mando, solo traslada la partida.

La inclusión de La Tumba de Argul desde el primer momento hace que pronto podamos tener acceso a este DLC desde el mapa. Ya hablamos de este contenido en su momento, puede leerse aquí, y no añade nada más que lo que PlayStation 3 y Xbox 360 ofrecieron en septiembre por algo menos de seis euros. Todas las adiciones de Darksiders II en Wii U vienen de cara a la compatibilidad con el mando, lo que hacen sin duda que ésta sea la edición más completa de todas, pues tiene lo que las demás -ya bastante y poderosa duración- unido a todas las características únicas. Pero aún así, se echan en falta mejoras más consistentes o ampliaciones únicas de esta versión, algo así como lo que ha hecho Batman Arkham City: Armored Edition, con minijuegos especiales para el uso de gadgets y hasta el nuevo objeto. Se puede decir que Darksiders II en la consola de Nintendo está bien transportado, pero poco más.

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Misma arquitectura, mismo detalle

Otro asunto que muchos posibles usuarios de la nueva máquina esperábamos era una mejora técnica respecto a las consolas en que salió, algo parecido a la versión de PC al menos, que demostrara que Wii U realmente es algo más potente o que ha habido más tiempo para desarrollar esta versión del juego, tres meses más para pulirlo en cuanto a errores muy característicos, como clipping, popping y texturas low res. Es difícil diferenciar a simple vista esta edición de la de Xbox 360, por ejemplo. Solo hay una levísima limpieza de errores. No se ha ganado en nivel de detalle, en colorido o en distancia de dibujado, todo sigue moviéndose igual de bien, con la misma carga poligonal y el exquisito gusto artístico y arquitectónico que caracteriza al título, también con los juegos de luces y los destellos, o la fluidez de animaciones de enemigos y protagonistas. Pero nada más, apartado gráfico que roza lo sobresaliente, como ya vimos en el original.

En cuanto a sonido, exactamente lo mismo. Las voces se quedan un poco bajas en relación a efectos y música y aunque se pueden regular no siempre se sincronizan como deben. El doblaje está intacto y los golpes de la brillante Banda Sonora para dar épica a determinados momentos. Que el GamePad disponga unos efectos y el televisor otros no es más que una labor de distribución que realmente consigue introducir un poco más en su envidiable ambientación. Quizá los textos deberían haber adaptado el tamaño de letra a la pequeña pantalla, minúsculo. Darksiders II es una obra muy, muy notable audiovisualmente, pero sigue siendo tal cual en Nintendo Wii U y finalmente no se ha querido tocar demasiado su código técnico. Eso sí, continúa inspirando magia, con toda la exposición absolutamente cuidada y jugando con las emociones que expresan unas tierras tan vastas como sorprendentes.

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