La desarrolladora Silicon Knights cuenta ahora con sólo 5 empleados incluido su presidente, Denis Dyack. Según un reportaje de Kotaku, la sangría de programadores y empleados tuvo lugar durante el desarrollo de X-Men: Destiny para Activision, ya que, según varios ex-empleados, Dyack prefirió destinar efectivos a una demo de Eternal Darkness 2 , con la que intentó encontrar editora para el juego, en vez de perfeccionar el juego de los X-Men. Un antiguo programador de Silicon Knights afirmó que en esa compañía "se ve a los editores como un adversario extremo. En vez de una relación simbiótica, era [una relación] esencialmente parasitaria. Cuanto menos supiera Activision acerca de lo que pasaba en SK, era más fácil para Denis extender su telaraña de realidad distorsionada con ellos." Otro antiguo empleado afirmó que "parece que hundimos el juego intencionadamente" , destacando el hecho de que se pidió a Activision más tiempo para finalizar el juego, algo que rechazó la editora ya que eso hubiera supuesto un aumento espectacular del presupuesto. Tras el lanzamiento del juego, que pasó sin pena ni gloria por las listas de ventas, Silicon Knights despidió a 45 empleados y canceló otro proyecto que tenía entre manos.