Liberation Maiden

Nintendo tiene en su nueva Nintendo 3DS una plataforma de juego que intenta integrar todos los elementos que se han ido instaurando en la generación actual de consolas sobremesa. La apuesta de la compañía japonesa es ofrecer servicios de toda índole con su portátil de moda, y eso pasa también por tener una tienda virtual que esté a la altura de las circunstancias. Han llegado juegos de plataformas antiguas para jugarse en la nueva consola estereoscópica, han llegado contenidos descargables como pueden ser DLC para New Super Mario Bros 2 y también llegan propuestas originales que se descargan directamente a nuestra tarjeta de memoria. Uno de los casos últimos es Liberation Maiden.

En Japón apareció en formato físico un pack de cuatro juegos que ofrecían experiencias de lo más diversas. Entre ellos, el que más destacaba por propuesta y por gente que había detrás de él era precisamente Liberation Maiden, un arcade de corte clásico en el que disparar y esquivar disparos es la base del juego. Los desarrolladores encargados de esta propuesta son ni más ni menos Grasshopper y Suda 51, nombres que se han hecho un hueco en la actual generación gracias a propuestas alternativas, con un toque clásico en la mecánica e interesantes por el empaque conjunto. Suyos son nombres como No More Heroes, Shadows of Damned o el más reciente Lollipop Chainsaw. 

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La historia de Liberation Maiden es puro manga japonés. Una breve secuencia nos muestra un parlamento en el que se está votando una decisión vital para un Japón futurista. La decisión es favorable por un buen puñado de votos, y es cuando vemos como la sucesora del presidente, una bella y joven mujer que responde al nombre de Shoko, ni corta ni perezosa se pone a los mandos de un enorme meca que sale de la propia estructura del parlamento. La idea es intentar acabar con una amenaza que se está cerniendo sobre Japón. Un compendio de armas y de elementos futuristas que están dominando el mundo en el que vivimos. Se ha dado luz verde a atacar con todas las fuerzas militares que se tengan para acabar con esta amenaza. Y ahí entramos nosotros mediante este enorme meca-armadura de nombre Kamui.

El primero de los cinco niveles de los que se compone el juego servirá como tutorial para podernos hacer con los controles de este shooter en tercera persona de corte muy clásico. Recuerda en mecánica a los shoot’em ups de toda la vida: Nos movemos libremente por un escenario en el que debemos ir disparando literalmente a todo lo que se mueva: estructuras enemigas, enemigos en sí, cohetes que nos acechan, etc.  Mientras esquivamos los ataques de la facción rival. La diferencia con esos juegos es que aquí ni vamos moviéndonos en scroll lateral ni tampoco de abajo arriba, sino que la acción se reproduce en un entorno tridimensional, con una perspectiva que podría recordar levemente a la serie Zone of the Enders.

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Los controles son bastante sencillos: Con una mano aguantaremos la consola y usaremos el stick analógico y el botón superior L. Con la otra mano tendremos el stylus agarrado para poder interactuar con la pantalla táctil de 3DS. Aunque la acción transcurre en la pantalla superior, donde vemos el Japón acechado por enemigos y a nuestro personaje moverse libremente, será la pantalla inferior donde daremos las instrucciones de ataque. Cuando pulsemos una zona de la pantalla –que a su vez sirve como mapa- aparecerá un puntero donde estamos disparando en la zona superior. Son simétricas, así que si le damos a una esquina en la pantalla inferior, dispararemos en la misma esquina de la superior.  

La idea es que machaquemos a la pantalla inferior para dar con los enemigos de la pantalla superior mientras nos movemos libremente por el escenario. Con el stick analógico podemos ir girando sobre nuestro eje y avanzar hacia delante, mientras que el L lo usamos precisamente para mantener la vista en una zona fija y movernos lateralmente, por ejemplo para atacar a grandes estructuras e irlas rodeando. El control es sencillo y funciona bastante bien, por lo que en poco rato tendremos por la mano el manejo de nuestro personaje. Junto a todo ello, destacar que tenemos diversos tipos de ataques que usar según cada momento y que podemos cambiar pulsando en la pantalla táctil el icono correspondiente. 

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Liberation Maiden es un juego frenético e intenso, ya que estamos disparando constantemente y moviéndonos también de un lado para otro para evitar los ataques enemigos. Como más ataquemos, más poderosas serán nuestras acciones. Tenemos ataques de diversa índole. Desde un rayo que va rastreando el suelo donde están los enemigos al clásico disparo u otros ataques que señalizan diversos objetivos y arrasan con la zona marcada, entre otros. Todo ello para acabar con diversos tipos de enemigos terrestres y aéreos y nuestros grandes rivales: generadores a los que debemos destruir disparando a diversas zonas. Los enemigos finales cuentan con patrones y ataques particulares que debemos esquivar mientras atacamos por fases a diversas zonas suyas. Acabamos con un ataque final que nos obligará a hacer unos movimientos concretos en la pantalla táctil para destruir al gran jefe.

Liberation Maiden es un juego vistoso a nivel técnico. Sin llegar a ser ningún referente sí es cierto que los entornos tridimensionales están bien ejecutados y que los efectos especiales acompañan durante la partida. Los diálogos están amenizados con personajes estáticos en 2D hablando entre ellos, y todo funciona con tremenda fluidez. Además, cuenta con efecto 3D incorporado, aunque no sea de los mejores de la consola. A nivel sonoro muchos disparos, impactos y explosiones que tapan la banda sonora que suena de fondo.  Eso sí, los textos están completamente en inglés aunque no son muchos. El principal contratiempo es el precio, ocho euros, por un juego que dura algo más de una hora terminarlo una primera vez. Tiene motivos para ser rejugado, como desbloquear extras o mejorar nuestra puntuación, pero sigue pareciendo una relación con el precio excesiva.

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