Cuando todo apunta a que la liga de hockey profesional se quedará en el limbo por segunda vez en menos de diez años, EA Sports lanza al mercado la edición más completa de NHL, con nuevos modos de juego, novedades en la física de los jugadores y todo lo necesario para que los aficionados puedan disfrutar de su particular temporada virtual sobre el hielo.
Han pasado años desde la última vez que el público americano se quedase sin su ración anual de hockey sobre hielo. En los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que se produzca un ‘lockout’ en la liga nacional –que aúna a Estados Unidos y Canadá-, por motivos eminentemente económicos, con lo que se repetiría la situación vivida a mediados de la pasada década. La situación es parecida a la que se vivía recientemente con la NBA, en el enésimo enfrentamiento que se produce entre autoridades y jugadores. Unos sólo ven el dinero, otros piden más atención mediática; algunos una mejora en ciertas reglas. La NHL, a diferencia de otras ligas, se ha caracterizado por mantener una actitud férrea cuando se han dado casos simulares en el pasado. Básicamente, si los jugadores no pasan por el aro y aceptan las condiciones propuestas no habrá Stanley Cup, con todo lo que ello conlleva.
Con este panorama las esperanzas se centran en la experiencia virtual por excelencia dentro del catálogo moderno de hockey sobre hielo. 2K renegaba de su simulador para centrarse en NBA 2K hace ya unos cuantos años. Compañías que otrora se conformaban con una propuesta arcade (modelo que tradicionalmente ha funcionado bien para sacar provecho de este deporte en consolas) han acabado desistiendo ante el arrasador éxito de EA Canada. Los canadienses se han encargado de mejorar año tras año la licencia tras un cambio radical en el equipo de producción. Atrás quedan los pobres resultados de NHL 2001 o 2003, los problemas derivados de adaptar el hockey moderno al mundo digital. Desde 2008 NHL ha anotando nuevos tantos a su marcador particular, primero ofreciendo la mejor experiencia de hockey sobre hielo virtual gracias a un motor gráfico envidiable, luego añadiendo más modos de juego de los que cabe recordar en un simulador deportivo, para terminar por centrar la atención en el single-player mejorando la IA del rival durante los partidos (todo lo contrario a lo que sucede con otras franquicias en las que se sigue apostando en firme por el multijugador).
De cómo se juega y de cómo se afronta la filosofía de ataque posicional que impera sobre las individualidades del pasado, o de lo contrario la exigente curva de aprendizaje y la precisión de los rivales a la hora de realizar pases o jugadas trenzadas llevará al jugador inexperto a un abismo de frustración sin parangón. Puede que también de los que llevan años sumergidos en las aguas de NHL, ya que esta edición se caracteriza por una incomprensible insistencia en buscar un realismo que hasta el momento no se echaba en falta gracias al componente arcade del que hacía gala la franquicia. Precisamente una de las novedades que se introducen este año, la denominada True Performance Skating System, es la que se encarga junto a la mejora en la IA de los rivales de cambiar las sensaciones que ofrecía hasta el momento EA Canada a cada nueva entrega que aparecía en el mercado.
El sistema True Performance Skating System busca ofrecer las sensaciones ‘reales’ que se experimentan al patinar sobre hielo, eliminando cualquier referencia arcade (lo que solemos entender por facilidad de movimientos). La inclusión de este sistema implica varios cambios, entre los que destaca los cambios de ritmos al acelerar o frenar, la posibilidad de cambiar la orientación del puck dando la media vuelta con el jugador (protegiendo e disco) o regates más intuitivos en función de nuestra velocidad y colocación con respecto a la del rival. EA Canada centra toda la atención del jugador en esta faceta al dar la bienvenida a NHL 13. En su eslogan promocional se habla de una ‘revolución total’, calificativo que no se aleja de la realidad pese a que no termina de describir las sensaciones del TPSS. Patinar es ahora más complicado y a la vez más divertido: cada jugador se comporta de un modo distinto sobre el hielo en función de sus atributos personales. Esto es positivo si buscamos una sobredosis de realismo sobre la pista, pero choca con la filosofía que se había aplicado en la franquicia hasta hoy.
La sensación de mayor realismo viene impuesta por más valores que por la inclusión del TPSS, dado que este cambio en el motor físico afecta también al comportamiento de los goalies o porteros que defienden su red. EA Canada ofreció a los jugadores la posibilidad de controlarlo manualmente cuando se produce un breakaway (escapada que deja al jugador solo frente al portero) o incluso de tomar su rol a lo largo de una temporada en el modo individual. Ahora se ha trabajado su aptitud ante ataques rivales y su manera de entender el juego. Esto se traduce en paradas más realistas (término siempre subjetivo) que convierten la retransmisión del partido en una repetición de cualquier gran cita que aparezca en televisión. Resulta curioso comprobar cómo nuestro portero es capaz de lo mejor y de lo peor en cuestión de minutos, dado que lo mismo se realiza una parada espectacular (es decir, altamente improbable en el mundo real) que se cuela el puck entre las piernas en un disparo lejano.
8.5
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.