Darksiders 2, Versión PC

El mundo de las conversiones a PC hoy en día es un mundo extraño, repleto de posibilidades, alegrías y sinsabores. Se ha avanzado en el camino y hoy en día el usuario de compatible tiene una amplia gama de novedades para disfrutar, desde los últimos blockbusters pensados para multiplataforma a la amplia gama de juegos independientes que hoy en día podemos disfrutar. La situación del mercado para compatible se ha establecido tanto gracias a las tiendas digitales que cada día resulta más raro no ver juegos en consola apareciendo también en PC, una situación que no era ni mucho menos tan habitual hace unos años. Agradeciendo el cambio de rumbo de la industria, se echa en falta cierta consistencia en el trabajo de conversión ya que muchas veces el usuario de ordenador no sabe bien va a encontrar, como sucede con Darksiders II.

En el lanzamiento de juegos para PC hay varias situaciones que hay que tener en cuenta. Una es el “tiempo de conversión”, algunas compañías someten a sus versiones en compatible retrasos de semanas o meses argumentando las más variopintas razones, aunque en el fondo está la fundada sospecha de que prevalece es el miedo a la piratería cuya reputación sigue azotando este formato. Dentro de ese grupo hay quien aprovecha para hacer una conversión en condiciones, que al menos intente aprovechar parte del potencial del hardware actual, y también están los que no se toman ni esa molestia -caso Prototype 2 recientemente-. Darksiders 2 viene a ser una cosa intermedia: abolutamente cero interés en sacar partido a configuraciones sensiblemente más potentes que las de las consolas actuales, pero al menos sale al mismo tiempo -algo en lo que también gana a su antecesor, que salió después.

Es bien sabido que en THQ no están para grandes alegrías con todos sus problemas financieros y habría que ver si eso no ha jugado un papel en esta conversión de PC, pero lo cierto es que hay que esforzarse para encontrar un juego en compatible tan parco en opciones de configuración como el que ofrece Darksiders 2. Visitar el menú de configuración gráfica es enfrentarse poco menos que al vacío sideral, con opciones básicas ausentes que deberían ser obligatorias como opción de antialising -¿qué juego de PC no incluye una simple opción de AA en nuestros días?-. Las opciones visuales en concreto son cuatro: V-Sync, Resolución, Pantalla Completa y ajuste Gamma. Eso es todo. Está por ver si se pueden alterar las opciones en un fichero de configuración, pero tener que acudir a eso teniendo un panel de opciones tan parco no es de recibo aunque se confirmara la posibilidad

El resto de ajuste de audio y controles tampoco ofrecen nada que llame la atención, estando extremadamente limitadas. Puede ser controlado con la cobinación teclado y ratón o con un pad -preferible-. Por otro lado, tiene una curiosa particularidad por la que no se pueden reconfigurar las teclas de control en el menú principal de configuración, hay que hacerlo en un menú al que sólo se puede acceder desde el propio juego. Tampoco permite tener varias partidas guardadas en una misma campaña, cada uno de los cuatro slots reservados para jugar tiene que estar ligado a una nueva campaña, en la que a su vez el progreso se guarda automáticamente -aunque se puede guardar en cualquier momento manualmente también-. No es que perjudique gravemente el juego, pero es extraño también no poder contar con diferentes puntos de guardado en una misma partida por si apetece reiniciar en cierta parte. Darksiders II usa Steamworks por lo que viene equipado de serie con la capacidad de guardar partidas en la nube de Steam y el sistema de logros equivalente al de consolas -aunque por descontado requiere de Steam para funcionar-.

Y en rendimiento, pues impecable dado que no es posible cambiar grandes cosas en la configuración gráfica. Un Core 2 Duo de 2.00 Ghz o equivalente, una Nvidia 9800 con 512 Mb o equivalente y 2Gb de RAM valen para llegar al mínimo, donde el juego funcionará sin problemas y hasta sobrado. Es en la opción recomendada cuando se aprecia el poco margen con el que cuenta esta versión de PC de Darksiders. Un Quad Core de cualquier tipo, una GTX 260 con 512 MB o equivalente y los mismos 2 Gb de RAM garantizan que el juego funcionará a la perfección con una tasa de frames considerablemente superior a las versiones de consola -prácticamente vuela en cuanto a tasa de frames en cualquier equipo medio-.

Así que tenemos un gran juego, perfectamente jugable y sin problemas técnicos pero que tampoco ofrece absolutamente ningún extra a los usuarios de PC, lo que es de lamentar. Por otro lado, sale simultáneamente junto a las versiones de consola, lo que evita tener que esperar a los que están interesados en seguir las desventuras de Muerte desde el primer día ¿hay que sentirse satisfechos? Dependerá de cada uno y sus prioridades, pero lo cierto es que es inevitibale sentir un poco de insatisfacción ante un título que podría haber brillado más en máquinas más capaces como las que muchos disponen hoy en día. Hay quien se conformará con una versión marginalmente mejor que las de consola de lo que a fin de cuentas es un gran título y habrá quien decida que no es aceptable que su máquina quede tan desaprovechada y espere a futuras rebajas  o a posibles mejoras que se puedan incorporar por parte del mismo estudio o de la misma comunidad. En cualquiera de los casos no podemos más que insistir en lo comentado en nuestro análisis: un juego fantástico que mejora en prácticamente todo al original, así que si te gustaron las andanzas de Guerra, esta secuela es un título más que recomendable.