FIFA 13 Wii U, Impresiones

Era obvio que Wii U recibiría FIFA 13. Lo que no lo era tanto es que esta edición fuera a ser completamente diferente y no necesariamente abrazada a todas las novedades que implementa el simulador futbolístico de Electronic Arts esta temporada. Como ocurría en Wii, la recién nacida de Nintendo tendrá sus adaptaciones exclusivas de los juegos y esto supone sacrificar el parentesco y puntos fuertes de las versiones de PC, PlayStation 3 y Xbox 360 para volcarse por completo en una implementación satisfactoria del manejo con el especial mando de la consola. Desde Vancouver, en la propia casa de EA Sports, hemos podido dedicar varias horas a otra forma de entender los videojuegos de fútbol, un cambio revolucionario que, eso sí, puede o no gustar y que sin duda choca a quien ha sido desde siempre jugador, con mando tradicional, botones y una sola pantalla a la que mirar.

FIFA 13 para Wii U nace directamente del FIFA 12 de PlayStation 3 y Xbox 360 y se ha ido desarrollando probando más y más cosas con el ostentoso mando-tablet. Es un juego solo posible en esta consola y esforzado en darle una buena acogida a la que será la recién llegada esta Navidad de 2012, pues se aprecia obsesión por enseñar todo lo que es capaz de hacer el periférico aunque no exista una necesidad vital de que algunos de sus usos fueran implementados. Será un título de lanzamiento, o al menos de los primeros ya que EA no va a querer perderse el filón de ventas que suponen las navidades para la que es su marca deportiva más exitosa y rentable. Y esto casi que obliga a los programadores del título -los mismos que dieron forma a la edición de PlayStation Vita- a meter características y empleos que sorprendan y sean inéditos y novedosos, funcionen luego realmente en el gameplay o no.

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Leído esto, podría dar la sensación de que estamos ante un videojuego poco divertido o incómodo. Nada de eso. Lo que sí es cierto es que es un videojuego diferente y único, que exige otras destrezas más allá de ser hábil y tener reflejos con los botones y la posesión y tiros del balón. Aquí habrá que jugar de otra forma, dando importancia tanto a la ejecución de las jugadas como a la planificación absolutamente ingame, trazando estrategias sobre la marcha, haciendo cambios en mitad de partido, preparando alineaciones o moviendo a más jugadores que solo el que posee el balón. Éstas y otras funcionalidades son las que permite un juego con dos pantallas al mismo tiempo, un juego que Nintendo elogia de "asimétrico" y que, realmente, al principio puede volver loco a cualquiera pero al cabo de unas horas deja la sensación de ser un agradable cambio que abre una puerta a un mundo de posibilidades, quizá demasiadas. Justo lo que la industria necesita, según algunas voces entre las que se incluye la de la propia Nintendo, claro está.

División de la atención

FIFA 13 Wii U da el nuevo mando solo a un jugador, por lo que si lo compartimos en una misma pantalla con un amigo para echar los clásicos partidillos en versus o mismo equipo nuestro acompañante tendrá que utilizar obligatoriamente el Mando Clásico Pro de Wii U, un periférico exclusivo de la nueva máquina que utiliza un reparto de botones bastante similar al del pad de Xbox 360, probablemente el mejor diseñado de la generación. Para este segundo usuario la experiencia FIFA es bastante similar a la lograda en FIFA 12, con todos los puntos característicos que mantenía aquel, como el sistema de regateos integrados en el stick derecho, la defensa táctica que activar desde los gatillos, colocación del balón con plena precisión, etc. Sin embargo, el que juegue desde el mando de Wii U es quien experimentará toda la ristra de propuestas que tiene EA Sports preparada para esta edición única.

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Ese usuario pasará a jugar con dos pantallas, la del televisor y la del mando. En el controlador tendrá a su disposición 6 pestañas desde donde manejar otros parámetros en cualquier momento además del partido en sí. Por lo general, casi siempre se tendrá activa la primera de estas categorías expuestas en una columna a la derecha, fácilmente accesibles con el pulgar que también maneja los botones A, B, X e Y. Esta primera opción muestra exactamente lo mismo que el televisor, lo que permite jugar directamente mirando el mando en vez de a la tele con la única desventaja de verlo todo en menor tamaño, lógicamente. El apartado gráfico es idéntico, espectacular por tanto al tenerlo sobre la palma de nuestras manos y con una suavidad y paleta de colores que asombran y superan a cualquier consola portátil -que Wii U no lo es-.

Además, desde esta pestaña en determinados momentos (tras marcar un gol, al tirar una falta, un penalti...) podremos hacer uso del giroscopio para mirar alrededor de los jugadores o el protagonista que tenga el balón parado en sus pies ahí, ver el ambiente del estadio o, lo realmente importante para la jugabilidad, buscar a un compañero desmarcado -por ejemplo- a quien pasarle la pelota. No es un truco desequilibrado, de hecho casi es una curiosidad que parece ser apenas usaremos, pero puede ser algo útil en determinados momentos muy cruciales. Los desarrolladores del juego tienen muy claro que no quieren que el jugador con el mando especial de Wii U tenga ventajas sobre su compañero de partidas con mando tradicional, por lo que "cualquier uso de los exclusivos para este Jugador 1 nunca determinará el resultado de un partido", decían. Pero una vez probado en profundidad podemos discrepar en cierto modo, ya que el usuario con dos pantallas a su disposición puede jugar tanto como el usuario tradicional como haciendo uso de todas las novedades, mientras que no ocurre lo mismo a la inversa. Es cierto que no es determinante tener el controlador de Wii U para ganar, pero desde luego deja más posibilidades de manejo y preferencias.

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Ahora bien, se detecta rápido que hay una ligera desventaja para el jugador con el mando "grande" y con pantalla: la colocación de los botones A, B, X e Y. Están muy cerca entre sí y se crea cierta confusión a veces entre unos y otros en los momentos más rápidos. Tendremos que acostumbrar nuestras manos a coger este periférico con naturalidad y lograr precisión, pues su ligereza y tamaño lo hacen realmente chocante para quien viene de los DualShock, el Wiimote+Nunchuk o el Xbox Controller. También está, obviamente, el asunto de la distracción, pues poder moverse entre pestañas en pleno partido a veces no es buena idea y habrá que aprender a sacarle los mayores beneficios a esta funcionalidad única.

La segunda categoría, Manager Control, permite hacer trazos con el dedo sobre la pantalla táctil para mover a jugadores cercanos al poseedor del balón a la posición que queramos, interviniendo así sobre su propia Inteligencia Artificial para preparar pases en profundidad inesperados, ordenar ubrir a rivales o generar formaciones creativas para ya luego chutar a portería. Esto nos dejará preparar tácticas impredecibles y bloqueos pero también exige llevar el control de varios peones al unísono, tarea para nada sencilla si además poseemos el balón y tenemos que jugar normalmente con él para no perderlo. La tercera pestaña, Formations, nos deja cambiar la distribución de nuestros jugadores en cualquier momento, ejecutando rápidamente formaciones más agresivas o más defensivas según nos lo exija la presión del rival y su forma de jugar. En cuarto lugar, Sustituitions, están los intercambios, donde podremos preparar las salidas y entradas al terreno de juego a nuestro antojo y viendo cómo está el banquillo. Con Tactics se nos permitirá trazar juagas y cadenas de pases. Por último está Man marking, desde donde podremos pedir a un jugador que marque continuamente a otro que veamos por encima del resto o resulte especialmente molesto.

Manejar todo esto en tiempo real y sin dejar por ello de jugar a un FIFA tradicional es toda una experiencia, locura al principio pero novedad a medida que se le coge el tranquillo. Todos los menús y esquemas en la pantalla del mando de Wii U son muy visuales y de botones grandes, para que podamos pulsar rápido y con precisión los comandos que queremos directamente con el dedo, no hay tiempo de emplear el stylus ni buscar o pensar demasiado lo que vamos a ejecutar. Como cabría esperar, en EA Sports han aprovechado también para dar pie así a un modo cooperativo contra la CPU donde un jugador se enfrenta al equipo contrario desde el Mando Clásico Pro mientras el otro le da soporte desde la pantalla del mando de Wii U, acercándole jugadores y colocándoselos con sus trazos para que pueda pasar siempre el balón, cambiando las formaciones dependiendo de qué interese más en cada momento, preparando bien los suplentes e intercambios, etc. No sabemos todavía cómo funionará este nuevo formato de juego y si será una especie de Career Mode para dos o simplemente un rápido Kick-Off expandido.

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Una última novedad sobre el mando de Wii U y que ya se vio en PlayStation Vita reside en la elección libre para los tiros a portería, lo que se hacía desde el touchpad trasero de la portátil de Sony. Manteniendo unos segundos pulsado el stick izquierdo (L3) o levantando el controlador, la pantalla se convierte en una red que simula el fondo de la portería. Según el tiempo que tengamos el dedo y la posición, el futbolista encajará un tiro u otro intentando poner la pelota justo en ese punto y con la potencia adecuada. Esto para tiros a puerta es idóneo y le da un plus de imprevisibilidad, para que podamos engañar al portero o saber ver los huecos en cada momento. Funciona de maravilla.

En otra liga que PS3, 360 y PC

Al hilo de esto, hay que advertir que aún no hemos tenido acceso al menú principal completo de FIFA 13 Wii U, ya que esta primera toma de contacto en profundidad ha estado centrada en dejarnos probar el gameplay, el cooperativo, competitivo en misma pantalla y que viéramos el aspecto gráfico. Lo que se ha confirmado desde ya es que ni el online, ni la modalidad Carrera, ni los partidos Versus, ni los tutoriales serán iguales que en el FIFA 13 de PS3, Xbox 360 y PC. Por desgracia, en la mayoría de aspectos esta edición estará por debajo, y aciertos notables como el evolucionado sistema de impactos, las tácticas de engaño en los tiros libres o la nueva IA de árbitros y compañeros no se van a implementar de igual forma en la versión para la consola de Nintendo. Tampoco habrá una modalidad singleplayer tan compleja y extensa ni los Skill Games. Desconocemos el motivo, aunque lo más probable es que sea debido a los plazos y al debido tiempo que un equipo necesita para adaptarse a una nueva máquina. Los esfuerzos han ido a crear un concepto de juego que aproveche la característica más obvia de Wii U, haciéndolo más original y capaz de poner a cualquier persona a jugar a FIFA o al menos formar parte de las jugadas con el cooperativo. "Si tu padre sabe manejar un smartphone, tu padre sabe jugar a FIFA 13 en Wii U", nos empezaron explicando.

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Que nadie se engañe, esa obsesión por la accesibilidad que parece últimamente acompañar a todo lo relacionado con la sobremesa de Nintendo no lo hace un título simple o "casual". Al contrario, jugar a este FIFA 13 y dominarlo llega a ser más difícil que ser un pichichi en el original, y más para los jugadores tradicionales que venimos del pad o el teclado, y el esquema tradicional de interacción con lo que ocurre en una sola pantalla que nos dicta qué hacer en cada momento. La sensación de libertad y opciones a nuestro alcance es pionera. Este primer juego deportivo para la nueva consola sabe demostrar que estamos hablando de una nueva forma de jugar, que puede ir o no más allá y ser divertida, pero al menos sabe hacerse diferente y satisfactoria. Habrá quien lo odie, no cabe duda.

Apartado técnico sobre Wii U

Era el otro gran parámetro que queríamos poner a prueba además del nuevo manejo y opciones jugables, es cómo se comporta gráficamente FIFA 13 sobre la que va a ser, hasta la llegada de las sucesoras de PS3 y Xbox 360, la consola más potente del mercado. Para empezar, hay que partir de la base de que el juego entero se ha hecho desde FIFA 12, lo que se traduce en un aspecto visual muy similar, sin el motor de impactos llevado a su máximo exponente ni el nivel de detalle de los jugadores tan pulido como en las versiones de FIFA 13 de las consolas competidoras. Pero recordemos que FIFA 12 ya tenía un acabado gráfico magnífico, de hecho, en realidad, no dista demasiado del de FIFA 13 sobre el sistema de Sony y Microsoft -sí en PC-. Todos utilizan el mismo motor, solo que en unas ediciones logra estar un pasito por delante que en ésta, una minucia que el ojo inexperto casi no podría ni apreciar. Por supuesto, los puntos fuertes de este engine como on las animaciones, los rostros de los futbolistas más populares y reconocibles (sistema Personality+), los hiperrealistas comportamientos del balón o la consecución de un ambiente de estadio majestuoso están presentes en FIFA 13 para Wii U.

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En experiencia de juego esto se traduce en mayor parentesco a la de FIFA 12 que a los cambios que ha sabido corregir FIFA 13, pero no todo estará tal cual y muchos de los peores puntos del título del año pasado (IA de los árbirtros, colisiones raras entre futbolistas, animaciones que se repetían...) se han arreglado y ampliado para que no haya tanta diferencia entre las versiones de unas y otra plataformas. Las celebraciones de los goles, por ejemplo, han recibido todos los nuevos movimientos. Se podría decir que en lo técnico esta edición está a medio camino entre los FIFA 12 y 13 de Xbox 360 y PlayStation 3, algo así como ocurrió el pasado abril en el FIFA Football de PlayStation Vita, que recogía partes de FIFA 11 al ser para una recién estrenada plataforma y lo hacía táctil y sacando partido a la portátil. El sonido, eso sí, no es el mismo, se han incluido todos los comentarios e intervenciones de comentaristas, canciones de la BSO licenciada y efectos FX que llegarán junto a los demás FIFA 13. Muy bien ahí.

Chuta y traza desde dos pantallas

Probar un juego deportivo sobre Wii U es toda una experiencia, la consola está llamada a revitalizar el género y las formas de enfrentarse a él, FIFA 13 lo demuestra. Hay partes de este Impresiones que seguro que los que mostraran interés por él preferirían no haber leído, pero no debemos ser extremistas, son puntos que se le pueden perdonar y que para nada entorpecen la experiencia de juego digna ni la ponen por debajo de la de Xbox 360 o PlayStation 3. Esta edición es, simple y radicalmente, distinta, centrada en otros aspectos. La nueva consola de Nintendo tiene asegurado con FIFA 13 un producto de éxito que sabrá exprimir bien las posibilidades del nuevo mando. Jugar con dos pantallas y esta potencia técnica es algo que nunca se había visto, es algo que cambia la forma de entender los simuladores y les aporta profundidad y dificultad al obligar a llevar el control al mismo tiempo del gameplay tradicional -balón en los pies- con el nuevo abanico de posibilidades -todo lo que ocurre alrededor del poseedor-.

Es divertido y frenético, cuesta un poco acotumbrarse pero promete saber encontrar su público, también dentro de los jugadores inexpertos. Ahora solo nos queda esperar que no se recorten demasiado asuntos como su modalidad online con el exitoso EA Sports Football Club o la complejidad del Modo Carrera. Ni que los encuentros entre amigos en un mismo televisor acaben viniendo determinados por quién juega con el controlador con pantalla y quién con el Mando Clásico Pro, que no haya desventajas por la asimetría de la experiencia de juego. Este FIFA, en definitiva, da un paso adelante mucho más grande que todos los aspectos técnicos y humanizados que puedan dar el resto de versiones. Aunque, todo sea dicho, no hubiera estado de más que aquellos otros avances y todo eso de la impredecibilidad, humanización y drama del fútbol tuviera presencia en esta versión.

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