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Dragon's Dogma, Pre-Análisis

El elegido del Dragón ya busca acompañantes para un tedioso transcurso que otros RPG ya han atravesado. Capcom impondrá la semana que viene su oriental y trascendente punto de vista a los universos de fantasía medieval de mundo abierto y criaturas colosales. Magia, trama, libertad y espadazos entendidos desde un nuevo ángulo que mira más allá de la mazmorra y las ciudades. El Dogma más intransigente llama y recluta jugabilidad, ritmo y opciones, en un vasto videojuego que promete mucho que ofrecer.

A nadie se le escapa que Dragon's Dogma llega en un mal momento. Skyrim, Reckoning, Dark Souls e incluso Diablo III -de diferente plataforma- son demasiada competencia en el rol de acción de fantasía medieval. El Action RPG está sobresaturado y la propuesta de Capcom lo tendrá verdaderamente difícil. Pero más allá de los entuertos meramente comerciales, la idea que lleva poniendo en marcha la división central de la compañía de Street Fighter o Resident Evil durante más de tres años aspira a convertirse en otro referente más dentro del género, un producto original y diferente. Dragon's Dogma es la interpretación nipona de las bases del actual rol occidental, un abrazo de formas de hacer juegos entre la tramas sentimentales, mágicas e indudablemente inolvidables venidas de oriente con las facetas juables de total libertad de acción, mapa enorme y frenetismo típicos de las producciones de este tipo decentes de occidente. Su principal atractivo de cara al resto es precisamente éste, la otra forma de entender estos juegos que presentará sin fallar por ello a una duración generosa, un mundo completamente disponible para explorar, muchísima personalización y un sistema de combate que no tendrá nada que envidiar a los mejores juegos de acción actuales.

Dragon's Dogma también se caracteriza por su posibilidad de recorrido online y su leve coqueteo con el MMO, poniendo a cuatro personajes en acción ante quests en vez de a uno solitario. El viaje de nuestro protagonista -a configurar ya desde el principio con el habitual editor- no es una historia individualizada. A nuestra cruzada y misiones podrán unirse los llamados peones, que compartir con gente de todo el mundo, aunque si no queremos conectar a la red, siempre podremos aprovechar estos cientos de NPCs disponibles que el juego pondrá a nuestra disposición para que se apunten a nuestro periplo contra todo tipo de criaturas, encargos e incertidumbres. Aunque ya conocíamos el sistema de aliados de otros muchos títulos del género -Skyrim mismo lo hizo funcionar muy bien-, nunca había existido tanta conexión y posibilidades como las que propondrá Dragon's Dogma, introduciendo incluso comandos de órdenes, ataques sincronizados o sinergias de grupo. En este juego contar con compañeros no es una opción ocasional, es una obligación constante ante la ingente cantidad de combates contra monstruos descomunales y personajes todopoderosos que esta odisea en busca del Dragón atesora.

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Grandes nombres del videojuego como Shadow of the Colossus, The Legend of Zelda o Devil May Cry se vienen a la mente de forma instantánea al verlo en movimiento. Dragon's Dogma es un carísimo híbrido de ideas que ha supuesto a Capcom una inversión de presupuestos histórica para una nueva IP. Más de 150 desarrolladores y creativos se han volcado con la que podría ser toda una saga. Y ya antes de su lanzamiento, no obstante, no cabe duda de que pese a la fuerte inversión no todos los espectros de producción se han tratado igual. Dragon's Dogma no poseerá modo multijugador al uso capaz de gestionar partidas entre amigos, su opción online se queda en el intercambio entre desconocidos, también para dar forma a ese universo de desconfianza y personajes impredecibles, que nunca han tenido contacto y tendrán que entenderse, que Kobayashi -su productor- siempre ha defendido y perseguido como pilar básico de un multijugador que no estropee las sensaciones de aventura singleplayer. Lo justifican así. Arriesgado, sin duda.

Vocaciones y estilo propio

Dragon's Dogma empieza por donde debe. El primer paso tras la mazmorra-tutorial y primer gran enfrentamiento de jefe, como en todo RPG, será el editor de personaje, que en este juego nos dejará escoger entre nueve clases o las aquí llamadas Vocaciones. Elegir el estilo del personaje principal, algunos de sus atributos, habilidades innatas y ventajas únicas sobre el resto es realmente importante aunque cambiará a lo largo del desarrollo de la aventura. También hay que personalizar a los peones que se unan a nuestro equipo, buscando grupos equilibrados que tegan violencia física y mágica, diferentes alcances, agilidades, rudezas... Todo para que cualquier enemigo, independientemente de su debilidad, pueda ser abatido por nuestro escuadrón. El editor es tan importante en Dragon's Dogma porque su presencia se repite una y otra vez durante las más de 16 horas que el juego promete en su campaña central. Las piedras rojas que hay en diversos puntos del mapa permitirán por módicos precios modificar patrones y atributos de nuestros acompañantes, de forma que estén listos para diversas situaciones. Aunque estos cambios no serán ilimitados.

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Las Vocaciones marcan de manera crucial el estilo de juego, equipo compatible y forma de afrontar los combates. El Caballero Místico es el rol "equilibrado", mezcla de espadazos y brujería, con posibilidad de dominio de cualquier arma blanca y arcos. Es un personaje muy centrado en la batalla, la esencia del título además del argumento y la amplitud. El Arquero Mágico es el especialista en ataques desde largas distancias y con dagas, tiene buen potencial para dañar sin estar en zonas de riesgo, muy próximas al enemigo. Se quedará en la retaguardia y hasta tendrá flechas rastreadoras o en ráfaga. El Guerrero es el paladín resistente experto en armas pesadas a dos manos. Estará en primera línea de batalla asestando golpes notables y sin temor a nada. El Luchador es una evolución del Guerrero, más defensivo y equilibrado que el anterior pero también hábil en el cuerpo a cuerpo, con furia suficiente como para especializarse en múltiples combos de golpes. El Asesino es el especialista en los ataques desde el sigilo, aprovechando descuidos o distracciones. Sabe llegar a los puntos mortales rápido y es sensiblemente ágil. Maneja explosivos y venenos.

El Mago es otra clase obvia y bien conocida, con destreza en los bastones de magia y mayor facilidad para lanzar hechizos elementales, dominar criaturas o lograr debilitar sin contacto físico. La posición de los personajes es esencial para esta vocación, que tendrá que medir las zonas de interacción y efecto de sus poderes. No debe confundirse con el Hechicero, la otra clase puramente mágica y más centrada en los conjuros pasivos, los encantamientos y el daño de refuerzo más que el letal. Es una clase compleja pero con una jugabilidad que promete ser única e innovadora. El Explorador es el único capaz de dominar el arco largo, muy dañino y letal incluso a distancias grandes. Tiene diversas habilidades con las flechas, como inmovilizar a enemigos arrastrándolos hasta paredes o conseguir acertar con facilidad en los puntos débiles. Además posee una daga para defenderse bien en inevitables cuerpo a cuerpo. Por último está el Strider, la vocación más rápida de todas y con una agilidad descomunal. Su arma son las cuchillas y el arco, pero su verdadera destreza se define en su forma de moverse y capacidad mayor para los agarres.

Dragones y peones

Si creíamos que con The Elder Scrolls V: Skyrim estaba todo dicho en la exposición de dragones en mundos abiertos, Dragon's Dogma se ha atrevido a plantar cara a la maravilla de Bethesda y dotar de protagonismo a uno en concreto, presentado en la primera cinemática y que sabrá mantener su presencia hasta el final. Recurriendo también a la mitología clásica -especialmente en su rama nórdica y la griega-, el ambicioso proyecto de Capcom quiso colocar al jugador en un universo tan salvaje como peligroso, donde todo tipo de gigantescos monstruos como hidras, grifos, cíclopes o quimeras convivirán con las gentes de las aldeas. En este universo no habrá grandes ciudades ni praderas vacías. La vida se concentrará más bien en distintos poblados que salpican todo el mapa, enorme y con diversos accidentes geográficos para procurar la variedad, desde las costas hasta las cumbres nevadas, desiertos y frondosos bosques, fortalezas y mazmorras. El diseño de cada esquina del escenario vasto que acogerá todos los encuentros está revisado y nunca dejado al azar, por ello nuestro personaje no podrá moverse libremente en 360º escalando rocas o atravesando ríos como sí se hace de forma poco natural a veces en TES.

Capcom quiere juego de acción y magia intenso, sin altibajos, por ello ha construido algunas secciones totalmente lineales, con scripts o criaturas que no salen de un área concreta para que los enfrentamientos con éstas se produzcan ahí y así el jugador pueda aprovechar el escenario de forma ofensiva y defensiva. Los primeros pasos de nuestro protagonista desde que sea creado y puesto en marcha con la primera y espectacular cinemática que abrirá el juego, con el regreso del Dragón Rojo atacando la primera aldea y susurrando la necesidad de contar con el elegido, logran enseñar bien cómo funciona este título y cuántas novedades introduce, empezando por los peones y entrando a posteriori en aspectos más complejos, como las áreas de efecto de los hechizos o la escalada, un movimiento muy, muy necesario en los combates contra jefes de tamaños colosales a los que nos podremos agarrar. Los golpes cuerpo a cuerpo han sido medidos para que el daño sea proporcional a la duración de la ejecución y requisitos de botones, de manera que no haya técnicas excesivamente poderosas y se obligue a ir cambiando las tácticas y comandos. Aspira a ser un perfecto hack and slash profundo y equilibrado.

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Libertad de movimiento pero sin dispersión, Dragon's Dogma ha basado la mayor parte de su desarrollo en el diseño de los escenarios para que el usuario se divierta pero no se distraiga ni pierda el tan articulado hilo argumental y el programa jugable. Capcom quiere que el usuario no se sienta llevado por un camino prefijado, pero que tampoco vea rebajado el ritmo de juego. Para ello, ha buscado un magnífico equilibrio entre zonas abiertas y cerradas, misiones obligatorias principales y misiones alternativas o secundarias, decisiones que lleven por un camino irremediablemente o por otro... Lo ideal era dar pie a un planteamiento revolucionario y que absorbiera por gameplay y guión, dos bases a menudo no tan cuidadas en paralelo en el género del rol medieval. Esto, en un entorno con vida propia, ciclos de día-noche, IAs independientes, NPCs por todos lados, objetos que recoger, trepar y arrastrar, y criaturas acechantes en cada camino, generará unas sensaciones inusuales que han sido perseguidas desde que el equipo de artistas dieron forma y color a algunos de los bocetos iniciales.

Contratar, ordenar, controlar

Cualquier NPC en Dragon's Dogma podrá pasar a formar parte del escuadrón de cuatro personajes bajo nuestro control. Bastará con contratarlo por una cantidad de oro determinada -en función de su disponibilidad, equipo y nivel- y configurar los parámetros que deseemos y nos sean asequibles para tenerlo bajo nuestras órdenes o compartir su perfil online. Con la cruceta podremos pedir ayuda, mandar atacar, asignar posiciones o pedir retirada. Dragon's Dogma introducirá en la acción en tercera persona un componente bastante táctico típico de algunos shooters como SOCOM o Ghost Recon. Habrá un clarísimo esfuerzo por reinventar las batallas y acogerlas tanto al equipo que lleve cada personaje como al escenario y áreas donde se desarrollen, teniendo que medir los magos sus zonas de efecto, los arqueros buscar posiciones elevadas y a salvo, los guerreros tener espacio para golpear y los asesinos buscar rutas rápidas para moverse y no ser heridos. Los combates pueden ser mutitudinarios, pero también habrá enfrentamienos contra colosos.

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Tener en todo momento la situación bajo control será esencial en Dragon's Dogma. Capcom ha querido que el jugador perciba el estado de sus aliados y los enemigos a los que combate, por ello ha colocado barras de vida sobre las cabezas de todos los participantes en cada encuentro. Otras interfaces ocasionales son las esferas al tirar con arco, un nuevo sistema que además de precisión permite seleccionar fuerza para cada lanzamiento. Por otro lado están los tiempos de recarga, determinantes de la potencia de algunos ataques pero especialmente introducidos para las magias, pues no hay niveles de maná o hechicería y cada poder requiere un tiempo de espera específico. A la derecha de la pantalla estará el timeline de diálogos, donde todos los comentarios de los peones van quedando registrados, y serán muy útiles, pues a veces comentarán puntos débiles que han descubierto, consejos, dudas que se les ocurren. Dragon's Dogma quiere poner la IA de aliados a un nuevo nivel.

El sistema de aceptación de misiones es otro ejercicio distintivo. En un mundo abierto, casi sin tiempos de carga y poblado como en el que el jugador se verá envuelto, saber quién tiene relación con la trama principal, quién información útil, quién puede encargarnos tareas secundarias o quién está interesado en ayudarnos es fundamental. Para ello, Capcom ha colocado un sistema de iconos de colores sobre casi todos los NPCs, mostrándose así en la distancia y de un primer vistazo rápido qué personajes son importantes si lo que queremos es, por ejemplo, ir al grano en el argumento y las quests centrales. Parece ser que será una buena idea, aunque habrá que comprobar cómo se comporta a lo largo de las horas de juego, si no lo hace excesivamente simplificado y repetitivo con ello. Y sobre repetición, la variedad en la historia es otro punto a poner a prueba, no es típica de este género de juegos pero sus creadores prometen haberla buscado a conciencia.

Detalle conceptual

Para Capcom, cuidar el aspecto técnico de Dragon's Dogma era más que una exigencia de final de generación donde nos encontramos inmersos. El mundo del juego es grande y accidentado, pero también debía tener muchos elementos interactivos, móviles y arquitectura que diera juego a los combates escojamos la vocación que escojamos. Esta obra se ha concebido para tener los mejores escenarios que un Action RPG haya mostrado nunca, aunque también conceptos como la vidilla de cada aldea, las estampas estéticas o la fauna tendrán cabida para determinar si realmente se ha conseguido. El modelado del entorno y la línea de horizonte en la lejanía parecen no dejar lugar a dudas, algo que todavía habrá que confirmar en relación a los diseños y animaciones de personajes, más puestos en entredicho según nuestras diversas tomas de contacto con él. El sonido tampoco se va a quedar atrás, esta obra es una superproducción y sus responsables han apostado fuerte por el tono épico de la BSO y la calidad general de voces y efectos, eso sí, completamente en inglés.

Más allá del portento audiovisual, Capcom ha querido una novela fantástica de calidad, con personajes redondos, narrativa intensa y momentos inesperados que logren sorprender aún hoy en el concurrido género. El toque nipón se imprime en este sentido sobre los sentimientos y caracteres de los protagonistas y antagonistas de la aventura, hay un claro enfoque orientalista, muy condescendiente con los ideales del bien y el mal, los ancestros, el respeto, el equilibrio cuerpo-mente, la naturaleza y la magia. Dragon's Dogma transportará a un universo en el que a medida que se pasen horas en él demostrará no ser como Kingdoms of Amalur: Reckoning o TES V: Skyrim, será menos frío o racional. Todas las leyendas e historias alrededor incluso de los objetos que recojamos ayudan a crear este mundo enorme y creíble, clarísimo cimiento de lo que puede acabar siendo una nueva saga entera.

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Otras alas

Este Dragón que llega en muy pocos días es ante todo cambiante, original. Capcom parecía consciente desde un principio de que el terreno donde aterrizaría esta vasta creación no iba a ser llano ni cómodo. Es demasiada la competencia de los últimos meses y el enfoque debía ser diferente. Así será, Dragon's Dogma promete muchas horas de mamporros y magia en un mundo abierto y con posibilidades, como un buen RPG, pero también una interpretación muy suya de la fantasía medieval y las leyendas mitológicas. Los peones y su aún poco trillado modo online son la nota más claramente distinguida de todo el conjunto. Pero una vez se le ponen las manos encima en seguida se descubre más. Nosotros ya lo estamos recorriendo de principio a fin para traeros en los próximos días su Análisis. ¿Cumplirá las espectativas? ¿Han valido la pena semejantes presupuestos? Un agradable aliento de fuego nos hace pensar que sí...

Dragon's Dogma

  • PS3
  • 360
  • Acción

Ambientado en un enorme mundo abierto, Dragon's Dogma presenta un juego de combates excitante y pleno de acción junto a la libertad de explorar e interactuar en un entorno de juego vivo, rico e impactante. Con tu equipo de tres compañeros, partes en la búsqueda y destrucción de un misterioso dragón.

Carátula de Dragon's Dogma
7.7