N.O.V.A. 3 - Near Orbit Vanguard Alliance

Gameloft sigue con su particular –aunque exitosa– política de ofrecer videojuegos para dispositivos táctiles fuertemente inspirados en grandes éxitos pertenecientes a otras plataformas; puede gustar más o menos, pero su éxito comercial está ahí, como se ha venido demostrando estos últimos años con multitud de títulos. La primera entrega de la saga, N.O.V.A. - Near Orbit Vanguard Alliance, supuso una agradable sorpresa a finales de 2009, un FPS gráficamente muy poderoso que se inspiraba –sin disimulo– en una conocida franquicia de Microsoft. Un año más tarde llegaría su secuela, que añadía algunas novedades a su jugabilidad, a pesar de que el resultado fue completamente continuista. Aprovechando el tirón de sus dos anteriores entregas y de la potencia bruta de las últimas versiones del hardware actual, llega N.O.V.A. 3 - Near Orbit Vanguard Alliance, un apoteósico shooter con una experiencia para un jugador muy cinematográfica y una oferta multijugador más que atractiva.

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Tras el asesinato del presidente Folsom, el gobierno decide entregar sus colonias a los Volterites con el fin de impedir una guerra civil entre sus ciudadanos. Nuestro protagonista, Kal Wardin, sin apenas fuerzas tras estos terribles acontecimientos, recibe la llamada de Yelena para que vuelva a la Tierra y salve así a la humanidad de un terrible ataque a gran escala. A partir de aquí nos veremos inmersos en un viaje que nos llevará a visitar diferentes planetas; desde las ruinas de San Francisco hasta el propio planeta de los Volterites. A nivel de jugabilidad, N.O.V.A. 3 - Near Orbit Vanguard Alliance sigue manteniendo el esquema tradicional que tan buenos resultados ha obtenido en sus dos entregas anteriores, a día de hoy, la mejor interfaz para un FPS con control táctil.

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Su manejo es muy intuitivo y directo –podemos escoger tres modalidades de control–, aunque debemos ser pacientes y adaptarnos a su jugabilidad, puesto que nunca se aproximará a los resultados de un pad o de la combinación de ratón y teclado. Por ello, el propio juego ya está diseñado para que podamos salir airosos de la mayor parte de las situaciones con cierta facilidad; la ayuda al apuntar le sienta como anillo al dedo, para intentar paliar la falta de precisión táctil. A diferencia de las anteriores entregas, en esta tercera parte se han suprimido por completo las secciones de mini-juegos táctiles para abrir puertas o cofres de armas, una decisión arriesgada pero que resulta exitosa al tratar de aproximar la experiencia de juego a un público no tan casual.

Como en otras franquicias del género, los enemigos se dividen en tres clases: grunts, elites y brutes, cada uno con sus propias mecánicas de ataque y puntos débiles. A medida que vayamos avanzando en la aventura, su fuerza de ataque aumentará considerablemente, aunque pecarán de resultar demasiado repetitivos. Para tratar de dar algo de variedad a la jugabilidad de  N.O.V.A. 3 –y como ya ocurriera con la segunda entrega– se han añadido algunas secciones con vehículos. En las fases a bordo de unos modernos todo-terreno deberemos disparar desde su torreta a una gran cantidad de objetivos; en este caso, resulta más difícil salir airosos ya que la precisión y la agilidad con los controles táctiles es más que cuestionable – una buena solución para estas secciones es incrementar la sensibilidad en el menú de opciones.

Una atractiva novedad de esta tercera entrega es la posibilidad de controlar un mecha de combate; gracias a su intensa potencia de fuego –disponemos de un lanzamisiles y una ametralladora– podremos despachar a gusto a todo rival que ose cruzarse en nuestro camino. Su control es similar al de las secciones a pie, con lo que resultará más divertido de lo esperado. Salta a la vista que la evolución gráfica es patente y no sólo por un excelente uso de las texturas o una iluminación sorprendente; el diseño de los escenarios es espectacular, mucho mejor tratados que antes. Además, se ha optado por usar menos marcadores de dirección en los escenarios, de nuevo para aproximar el título a un mercado más hardcore, siempre teniendo en cuenta la plataformas para la que se ha diseñado.

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El sonido también brilla a gran altura, con un sinfín de tiroteos, explosiones y efectos varios; incluso las voces de los personajes –en inglés– están tratadas con mucho mimo, dando la sensación de estar ante una auténtica superproducción. En este sentido se nota el buen trabajo realizado a nivel de guión, con una historia –que nos durará unas seis horas– y unos personajes mucho más interesantes que las dos anteriores entregas. Aunque también debemos prestar atención a algunos aspectos no tan brillantes; no podemos agacharnos, perjudicando así nuestra cobertura, mientras que nuestros enemigos sí pueden hacerlo. Otro aspecto discutible es que cada vez que nos quedemos sin munición o realicemos alguna acción especial, cambiaremos de manera automática a nuestra arma más poderosa, lo que puede dejarnos vendidos ante muchas situaciones.

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Algunos checkpoints no están del todo bien distribuidos, obligándonos a repetir secciones de hasta media hora si nos eliminan, algo que puede desesperar a más de uno. Además, los micro-pagos están presentes de una manera poco acertada, ya que podemos comprar nuevas armas o munición por unos pocos euros; y es que a lo largo de la aventura, la munición será bastante escasa, con lo que debemos ser prudentes y jugar con cabeza si no queremos pasar por caja. La campaña principal se complementa con un modo multijugador en línea para hasta doce jugadores, donde la acción y el frenetismo serán una constante a lo largo de los seis modos de juego disponibles: capturar la zona, todos contra todos o capturar la bandera, entre otros. Y todo ello en seis mapas diferentes; la rejugabilidad está más que asegurada y nos mantendrá ocupados durante mucho tiempo. Incluso podremos manejar vehículos y mechas, todo un espectáculo. En general, el modo multijugador funciona muy bien, a pesar de sufrir algo de lag en algunos momentos puntuales.