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Scarface

Scarface

  • PlataformaIPH4IPD4
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorFuse Powered
  • Lanzamiento26/04/2012
  • TextoInglés

Scarface

Basado en una de las películas más incomprendidas de Hollywood, esta nueva adaptación de la obra de Brian De Palma para dispositivos iOS no está a la altura del film en el que se basa. Diseñado como un título de simulación social, Scarface toma el modelo de negocio freemium para intentar someter al jugador a los controvertidos micro-pagos; esta vez no cuela.

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Adorada por muchos y cuestionada por otros, la mítica película de los años ochenta Scarface –dirigida por Brian De Palma y protagonizada por Al Pacino– recibe una nueva adaptación en el mundo del videojuego, esta vez, para intentar hacerse un hueco entre los títulos de simulación social de la App Store. Aprovechando el éxito de este género en otras plataformas –como por ejemplo Facebook–, los desarrolladores de Fuse Powered han querido aprovechar una licencia de gran nombre e intentar adaptarla al modelo de negocio freemium que tan buenos resultados está consiguiendo en muchos otros casos. Esta vez, y siguiendo la decepcionante tónica general de las adaptaciones del celuloide, Scarface para iOS ni está a la altura de la película de 1983 ni consigue atrapar al usuario con sus casi obligatorias micro-transacciones.

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La amas o la odias
Por si no estáis familiarizados con la controvertida obra de Brian De Palma –que a su vez es un remake de un largometraje del mismo nombre de 1932–, Scarface nos cuenta la historia de un delincuente cubano –Tony Montana– refugiado en Estados Unidos que, harto de vivir en la miseria, intenta triunfar por todos los medios en una Miami castigada por el crimen y el tráfico de drogas. Así, esta enésima adaptación de la película original se aleja de la acción clásica y nos sumerge en el género de la simulación social, centrándose en el crecimiento de nuestro imperio –mediante la construcción de edificios– y en la realización de misiones tipo point-and-click. Además, para los amantes de la obra original, el juego incluye fotogramas de la película para contarnos la historia.

A primera vista, el título ya nos da una idea de lo que nos vamos a encontrar durante las próximas horas; eso si tenemos la suficiente paciencia o somos unos fans empedernidos de Al Pacino. El aspecto general es pobre, tanto en su factura técnica como en su interfaz, haciendo de cualquier acción que queramos realizar una tarea ardua y tediosa. Para poder interactuar con cualquier personaje o empezar una misión, debemos pulsar sobre el objetivo y nuestro querido Tony Montana se teletransportará automáticamente a dicha posición, con una animación muy básica y soltando una de sus frases célebres; tras unos cuantos trabajitos terminaremos por odiar su voz. A partir de aquí, estaremos realizando las mismas acciones una y otra vez; sólo tendremos que preocuparnos por recoger el dinero y los puntos de experiencia que dejaran caer nuestras víctimas.

La historia interminable
Como podéis imaginar, su jugabilidad es lenta y repetitiva, se hace muy monótona y realmente no hay desafío o reto alguno que mantenga el interés del jugador. Y así sucesivamente mientras subimos de nivel, algo que se complica notablemente a partir de cierto momento, cuando los recursos empiezan a escasear debido al ritmo del propio juego y obligándonos a pasar por caja si realmente queremos seguir avanzando de una manera más o menos fluida. El mapa del juego se divide en dos partes: una donde vamos construyendo nuestro imperio del crimen –con nuestra mansión y negocios– y la otra en distintas zonas de Miami, donde realizamos gran parte de nuestros “negocios”.

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Al principio del juego, nuestro buen amigo Manny Rivera nos recomendará ciertas acciones para que vayamos familiarizándonos con las opciones del juego mediante pop-ups, tales como la construcción de tiendas que nos reporten beneficios y que nos permitan ir expandiendo nuestro imperio del crimen y la extorsión. De repente nos veremos disparando a un transeúnte, amenazando a un mujer en la playa o extorsionando negocios sin saber muy bien por qué; a medida que vayamos avanzando nos veremos inmersos en una espiral sin sentido que se aleja totalmente del guión en el que se basa. Otro de los grandes problemas del juego es su descarada obligación a pasar por caja para seguir “disfrutando” de la aventura.

Recursos limitados
El dinero y el esfuerzo son los dos componentes fundamentales de Scarface y se miden en sendos marcadores situados en la parte alta de la pantalla. Dichas barras se irán llenando tan lentamente que no aguantaremos mucho rato sin tomar una decisión: o compramos paquetes de mejora en la App Store o desistimos por completo. Además, los paquetes de cocaína –que sirven para acelerar el tiempo de construcción de nuestros edificios– también pueden adquirirse mediante micro-pagos, con lo que terminaremos gastando mucho más dinero del que sería necesario para tratarse de un producto freemium; en este sentido, los desarrolladores no han tenido compasión. Todo en Scarface ha sido diseñado para obligarnos a acudir a los polémicos micro-pagos.

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Los fans de la película pueden reconocer algunas situaciones y la mayor parte de los personajes, pero la historia se pierde totalmente y nos deja delante de un bucle continuo de realizar tareas sin sentido para recoger los escasos beneficios. Y es que asesinar una y otra vez a la misma persona e ir visitando los mismos negocios para sacar tajada sin poder entrar a ningún edificio y sin ofrecer ningún tipo de compensación al jugador es cuanto menos ridículo. La presentación del juego tampoco ayuda mucho; se nos presenta un mundo estático y poco detallado con unas animaciones de los personajes tan escasas como esperpénticas. Su acabado final da la sensación de pertenecer a otra generación de juegos para terminales móviles, muy alejado de las cotas de calidad que podemos disfrutar hoy en día.

4

Mediocre

Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.