Escape from Age of Monsters
- PlataformaIPH7.5IPD7.5
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorAyopa Games
- Lanzamiento26/04/2012
- TextoInglés
Escape from Age of Monsters
Miedo, terror, muerte... Terribles y hambrientos monstruos están acabando con todo rastro de vida; la única esperanza de la humanidad reside en Gizzard –un anti-héroe en toda regla– y sus dos misteriosos guanteletes. Escape from Age of Monsters nos reta a huir de las garras de nuestros enemigos en un plataformas “endless runner” con un excelente diseño artístico y un humor muy particular.
Esta vez sí. A diferencia de otras obras fantásticas más afables, los monstruos de Ayopa Games son muy malos, están realmente hambrientos y su apetitoso menú somos nosotros, los seres humanos. Arropado por un diseño artístico muy especial, unos excelentes gráficos cartoon hechos a mano –obra de Jeff Matsuda, reconocido artista de cómic, ilustrador y animador, productor de Batman: The Animated Series, entre otros– y una banda sonora realizada a manos del grupo norteamericano The Binges –una nueva banda de Los Ángeles amantes del Rock and Roll de la vieja escuela–, Escape from Age of Monsters cuenta con los suficientes valores de producción como para merecer un puesto destacado dentro de las plataformas “endless runner”, género que ya cuenta con títulos más que notables.
¡Corred insensatos!
Su jugabilidad no difiere mucho de lo que todos ya conocemos de los llamados plataformas “a la carrera”. En este caso tomamos el rol de Gizzard, un tipo común que se encuentra con una difícil situación; tras una brillante y divertida introducción, debemos empezar a correr sin parar, esquivando todos los obstáculos que salgan a nuestro paso para salvar a un grupo de niños de las fauces sangrientas de nuestros perseguidores. Tan simple y efectivo como eso. Nos guste o no, los niños que siguen nuestros pasos actúan a modo de vidas, con lo que deberemos cuidar de ellos para que nosotros mismos podamos sobrevivir. Tras un pequeño tutorial que nos enseñará qué debemos hacer a lo largo de los niveles del juego, ya nos vemos sumergidos en una orgía de sangre y terror mientras intentamos escapar de tan cruel destino.
Y es que al final, siempre terminaremos sucumbiendo ante tal amenaza; el verdadero reto del título recae en el tiempo que tardaremos en morir y en los objetos que podamos recoger en plena huida, ni más ni menos. Pero antes de eso, debemos aprender a dominar una jugabilidad que, a pesar de ser simple, requiere grandes dosis de astucia y reflejos; básicamente podremos hacer dos tipos de acciones: derribar muros con nuestros puños y recoger objetos para conseguir mejores puntuaciones. Para poder avanzar sin perder a ninguno de nuestros pequeños acompañantes debemos derribar dos tipos de muros: rojos y azules; curiosamente, los mismos colores de nuestros guanteletes. Así, cada vez que aparezca un muro, debemos derribarlo con el puño correspondiente tocando la esquina inferior izquierda para el rojo y la esquina opuesta para el azul.
Afrontar los peligros
Estas acciones se sucederán a grandes velocidades, con lo que debemos ser muy rápidos y reaccionar a tiempo; si no es así, cada vez que no consigamos derribar un muro y tropecemos con él, perderemos uno de nuestros niños. Cuando no nos queden más, nosotros seremos la víctima de nuestros perseguidores, con lo que la partida se dará por terminada. Pero no sólo debemos estar pendientes de las paredes; también aparecerán monstruos de colores que deberemos despachar con nuestro puño correspondiente. O enormes monstruos en los que deberemos introducirnos para conseguir puntos extra aporreando ambos iconos lo más rápido posible; dichos monstruos aparecen a modo de final boss de nivel y no supone mayor desafío. Nos gustaría contar, en estos casos, con un reto diferente que añadiera una mayor complejidad.
A pesar de ello, la acción en general es tan frenética como adictiva y siempre nos retará a conseguir mayores puntuaciones. Por otro lado, la curva de dificultad está muy bien calibrada, con lo que nuestras habilidades se irán adaptando progresivamente a su nivel de desafío. Para añadir más complejidad al asunto, podemos ejecutar hasta tres movimientos perfectos para entrar en el llamado “Turbo mode”, lo que aumentará la velocidad de carrera y nuestra puntuación. También podemos ir recogiendo objetos que aparecerán de manera aleatoria y que aumentarán considerablemente nuestras mejores marcas; en los primeros niveles es sencillo, pero se convierte en todo un reto en los niveles más avanzados.
Elvis has left the building
Y hablando de los niveles, cada fase del juego tiene lugar en un edificio por el que escapamos a través de él; para superar cada nivel, iremos saltando de edificio en edificio en divertidas y variadas secuencias animadas. Mención especial al moonwalk aéreo que se marcará nuestro peculiar protagonista. El tono general del título es muy ameno, tratado con un sentido del humor muy acertado. A ello contribuye el propio aspecto gráfico realizado a mano –con un diseño de personajes y de escenarios genial–, una música rockera y unos efectos de sonido realmente graciosos. La rejugabilidad del título está más que asegurada gracias a su compatibilidad con Game Center y sus más de sesenta logros, además de una infinidad de objetivos por conseguir y que podemos consultar en la sala de trofeos.
Su jugabilidad puede resultar demasiado sencilla o muy repetitiva; si bien es cierto que muchos jugadores no iniciados en el género pueden compartir dicha opinión, hace falta darle una oportunidad para darse cuenta de sus posibilidades y de sus valores de producción, pocas veces visto en un título “endless runner”. Realmente, su estilo gráfico tan atractivo y su ritmo de juego atraparán a muchos usuarios sean fans o no del género, sin duda. Podríamos pedir algo más de variedad en su desarrollo, pero perdería gran parte de su propia personalidad; y es que un título de estas características difícilmente funcionaría en otra plataforma distinta para la que se ha desarrollado, favoreciendo esas partidas rápidas a las que recurrimos en muchas ocasiones.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.