House of the Dead 4

Item: House of the Dead 4
Rating: 7

Tras largos años de espera, por fin llega House of the Dead 4 a consolas, con una perfecta conversión a PlayStation 3 que saca partido de Move para el control. Carga tu arma y prepárate para disparar a decenas de monstruos.

Fernando Borrego Polo

Actualizado a 23 de abril de 2012 08:56 CEST

La recreativa en casa
Han pasado casi seis años desde que House of the Dead 4 llegó a recreativas y hasta ahora, extrañamente, era la única entrega de la saga que no había sido convertida a consolas para consolas. Pero eso acaba de cambiar con la versión para PlayStation 3, tras el lanzamiento de The House of the Dead 3 en PlayStation Network hace un par de meses. Esta cuarta iteración llega también a la tienda virtual de Sony, un formato mucho más adecuado para este tipo de juegos, notablemente más cortos de contenido, con los que normalmente es difícil justificar el gasto de comprarlos en disco al precio habitual. Aprovechándose de las mejoras tecnológicas de la época en que salió, este título presenta un salto cualitativo frente a su predecesor, pero sobre todo cuantitativo en cuanto al número de elementos mostrados en pantalla. El espíritu, no obstante, se mantiene, con ocho niveles repletos de monstruos y coronados por terribles jefes finales.

La historia expande la trama principal de todos los juegos, poniéndonos de nuevo en la piel de una pareja que debe enfrentarse a horribles criaturas en un entorno completamente hostil. Los protagonistas son agentes de la agencia AMS, la organización encargada de la investigación de fenómenos paranormales de la que han formado parte los distintos protagonistas de la serie. Si bien en 2019 esta agencia ya no existe, como retrata House of the Dead 3, este juego es en realidad una secuela directa de la segunda parte, con lo que volvemos al pasado, el año 2003, tres después de lo ocurrido en Venecia. De hecho, uno de los miembros del dúo de esta entrega es James Taylor, quien ya aparecía en The House of the Dead 2. Lo acompaña la agente novata Kate Green, debutante también en la saga. El juego arranca con ambos encerrados en un edificio, donde han quedado atrapados tras un terremoto y esperando un rescate. Sin embargo, lo que de repente aparecen son hordas de zombies queriendo acabar con ellos, así que deben escapar de allí.

Fuego automático
El principal cambio que se nota al coger el arma por primera vez es que no se trata de una pistola o una escopeta, sino un subfusil automático, un Uzi. Este cambio, aunque aparentemente sutil, produce un cambio evidente en el sistema de juego. El motivo no es otro que el hecho de que ahora tenemos muchísimos más enemigos frente a nosotros y hemos de disparar un número mayor de balas. Los zombies estarán por todas partes, rodeándonos y los tendremos casi encima todo el tiempo. No obstante, esto tiene un perjuicio si nos descuidamos, ya que podemos quedarnos vendidos y sin balas sin apenas darnos cuenta, en lugar de poder ajustar mejor la precisión como hacíamos en los anteriores (aunque la técnica de aporrear el gatillo era también muy socorrida en según qué circunstancias). Contaremos con una ayuda adicional en forma de granadas que nos servirán para despejar el camino cuando nos veamos acorralados.

El esquema de juego es el mismo de siempre. Nos encontramos con seis niveles repletos de enemigos que van apareciendo según caminamos sobre raíles, con un jefe que nos aguarda al final. Como nos tienen acostumbrados, estas partes son las más dinámicas del juego, con la cámara moviéndose a gran velocidad. Los monstruos sólo presentan un pequeño punto débil, que en los primeros niveles nos es indicado con claridad, y el cual sólo exponen en contadas ocasiones, que tenemos que aprovechar para ir quitándoles vida. La auténtica novedad de esta entrega son una especie de QTEs donde, tratándose de una conversión de recreativa, no tendremos que pulsar ningún botón, sino simplemente agitar el mando rápidamente. Esto no servirá para desembarazarnos de enemigos que nos hayan agarrado, empujarlos para alejarlos de nosotros o activar ciertos mecanismos rápidamente. En ocasiones, los enemigos en lugar de sujetarnos nos tirarán directamente al suelo. En ese caso, lo que tenemos que hacer es dispararlos permaneciendo tumbados para ganar espacio y levantarnos de nuevo. De no hacerlo, sufriremos daño en consecuencia.

Se ha añadido como extra House of the Dead 4 Special Edition, una continuación del juego original que prolonga la historia de Kate, quien se encuentra con G en su huida a través de calles infestadas. Son apenas dos capítulos adicionales donde las mecánicas no cambian un ápice, excepto por un pequeño detalle, la inclusión de algunos eventos especiales con tiempo límite. Eso significa que tenemos que disparar a algún lugar para evitar que ocurra algo antes de que el tiempo acabe, como por ejemplo que se nos eche un camión encima. Este sistema sirve además para dotar al juego de un final alternativo. Por último, nos permite reencontrarnos con un viejo conocido, The Magician. Lo que por desgracia no se ha podido reproducir, por motivos obvios, es lo que hacía a esta expansión realmente especial: su asiento vibraba y giraba automáticamente si nos atacaban por detrás, mientras que la máquina nos expulsaba aire en la cara si éramos alcanzados.

SEGA recuperó para House of the Dead 4 un sistema ya visto en la segunda parte de la saga en el que teníamos caminos alternativos en algunos puntos. En aquel caso, la ruta tomada dependía de las acciones que realizáramos, pero en éste la toma de decisión se ha hecho mucho más obvia, dándonos unos segundos para optar por la senda que prefiramos. Los escenarios siguen siendo muy estáticos, salvo algunos eventos predefinidos. Los únicos elementos que se pueden romper son aquellos que nos descubren granadas y vidas extra. Las escenas que se nos presentan tampoco han evolucionado nada, jugando con los elementos típicos: persecución en coche, pequeños bichos que saltan directamente a nuestra cara, lanzadores de hachas, etc. Lo único realmente nuevo es el mayor número de enemigos en pantalla. Sobre éstos hay que decir que su diseño no sorprenderá a nadie, pues salvo pequeños cambios de diseño, prácticamente todos vienen a ser los mismos de siempre. Cabría esperar algo más de imaginación por parte de SEGA en este aspecto, tras tantas entregas. La dificultad se mantiene tan alta como nos tienen acostumbrados, y pasarse el juego en cualquiera de los tres niveles iniciales (Muy Fácil, Fácil o Normal) desbloquea dos opciones más (Difícil y Muy difícil) para auténticos valientes.

Con Move mucho mejor
Esta versión de PS3 soporta tanto PlayStation Move como el Dual Shock 3, pero la primera opción es mucho más recomendable. Éste es de los poco géneros en que el control por movimiento de Sony tiene una clara ventaja, aun sin llegar a funcionar exactamente como la pistola de recreativas. Como ya se ha visto en otras conversiones de títulos similares, en pantalla se muestra una mirilla que se desplaza con el movimiento del mando, en lugar de que apuntemos directamente donde queremos disparar. No obstante, el control responde ágilmente y no tendréis problemas con él. La función de recarga es bastante rápida, simplemente agitando el mando en cuanto nos quedemos sin balas, lo que compensa un poco el uso del Uzi. Lo que resulta un poco molesto, aunque ocurre con casi cualquier juego que soporte Move, es que nos requieran calibrar el mando cada vez que cerramos el juego.

Junto al modo libre, que nos permite elegir la fase que queremos jugar y ajustar opciones como el mencionado nivel de dificultad o las vidas con las que queremos partir, se encuentra una opción de “clasificación online”. La única diferencia es que aquí no podemos cambiar ninguno de estos parámetros, de forma que todos los jugadores fijan su puntuación bajo las mismas condiciones y sin posibilidad de utilizar créditos extra. En todo momento podemos echar un vistazo al ranking mundial, seguramente para reír por no llorar. Por otra parte, jugar en cooperativo es casi obligado para cualquier poseedor del juego, tampoco para apoyarnos en un compañero como para tener un cierto nivel de rivalidad a ver quién consigue la mejor puntuación. Un elemento que sí se ha trasladado de la versión Special de House of the Dead 4 es el “medidor de compatibilidad”, que nos permite saber al final de la partida qué tal nos hemos compenetrado con nuestro compañero. Como extra final para redondear el producto, y al igual que ocurrió en la conversión de House of the Dead 3, SEGA ha tenido a bien añadir una entrevista con el director del juego, Takashi Oda, y el productor, Yasuhiro Nishiyama. Es muy recomendable verla, para conocer el proceso de creación y qué les llevó a tomar determinadas decisiones de diseño.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.