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Grandes juegos con finales polémicos

Con todo lo referente al final de Mass Effect 3 todavía coleando, nos decidimos en Meristation a conocer otros fiascos de finales entre videojuegos importantes. Se trata de un reportaje donde los destripes están, no hace falta ni decirlo casi, a la orden del día...

Bioware ha alzado en armas a buena parte de la comunidad que se mueve por Internet y las distintas redes sociales. El final de Mass Effect 3 se ha calificado de muchas maneras, de controvertido y polémico a duramente criticado y vilipendiado por todo tipo de “razones” que los usuarios han ido desgranando a lo largo de estos días. Seguramente para muchos la reacción de Internet ha sido desmedida ante un final que a fin de cuentas no le ha parecido mal a todo el mundo (entre el que se incluye este redactor). Pero más allá de la posiblemente excesiva reacción con peticiones y exigencias a un cambio de final e incluso alguna que otra denuncia a Bioware por lo realizado, nos encontramos ante una situación que no es nueva. La situación en la que grandes y no tan grandes juegos ofrecen un final que decepciona a los usuarios.

Desde una vista purista de la controversia que nos ocupa, cierto es que el final de un videojuego, como el final de cualquier obra en otros ámbitos artísticos, es el que concibe el propio desarrollador. En el caso más reciente, Bioware decide cuál y cómo debe ser el final de la trilogía Mass Effect. Pasa lo mismo en el cine, donde tenemos finales buenos, finales malos, sorpresas, giros inesperados o finales abiertos entre muchos otros recursos. Son los creadores de las películas quienes deciden como estas terminan, no los espectadores que pagan su entrada para ir al cine. Lo mismo con obras literarias de toda índole. Pero la presión del que compra es grande, y ahí está Bioware pensando en hacer algo para que explique mejor el fin de Mass Effect 3. ¿quién gana con esto? No lo sabemos. Sí sabemos que no es novedad: Arthur Conan Doyle decidió matar a Sherlock Holmes, su creación. La presión fue tal que el mítico detective acabó resucitando y protagonizando nuevas novelas.

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Y no es novedad, decimos, porque los finales controvertidos o decepcionantes han copado muchos grandes juegos o buenas obras sin más. Mass Effect 3 es el último de otros grandes títulos que han ido pasando en esta generación que han dejado con mal sabor de boca a parte de sus usuarios. Algunos consideran que pesa más las horas jugadas y disfrutadas que un ending con cinco minutos para olvidar. Otros quieren que esas horas consumidas en un juego o una saga tengan el final que se merece. Sea lo que sea, nos decidimos a repasar algunos de los finales más polémicos de la presente generación de consolas, así como otros de años anteriores que también causaron revuelo en su momento. Grandes juegos, polémicos finales.

Bioshock
(PC, Xbox 360 y Playstation 3)


Bioshock es uno de los grandes juegos aparecidos en la presente generación de consolas. Con una nota de Obra Maestra en Meristation y aparecido en el año 2007, se trataba de una obra de 2K donde la inmersión era total. Viajar a Rapture, ver la sociedad que pretendían construir e ir conociendo como poco a poco se había corrompido todo hasta llegar al caos absoluto de esa ciudad submarina era una auténtica gozada. Además, contaba con un sistema de juego lleno de posibilidades gracias a los poderes que teníamos, su variedad de armas y a la posibilidad de potenciar y mejorar todo nuestro arsenal en términos generales. Recogía para muchos la esencia System Shock, era muy detallista en la narrativa y enganchaba por el desarrollo. Pero el final de Bioshock no convenció a todo el mundo, ni mucho menos.

La primera queja que hubo respecto al final era su brevedad. Fuera el bueno o el malo, dependiendo de nuestro éxito con las LittleSisters, dio para poco los 30 segundos de cinemática en la que acababa el juego. Pero hubo más motivos de polémica:  El momento de clímax, conocer que las aspiraciones del enemigo al que hemos buscado acaban siendo tópicas. Junto a ello, algunos lamentaron la falta de información y de explicaciones sobre muchas dudas que asaltaban en el tramo final cuando nos enfrentábamos a nuestro verdadero enemigo. En otros casos, las posibilidades de los finales (tres en total) tampoco convencieron a cierta parte de público por su rápida resolución.

Gears of War 3
(Xbox 360)


Una de las grandes joyas de la corona de Xbox 360, el otro gran exclusivo de la consola de  Microsoft. Los finales de la trilogía de Epic Game han estado también en el ojo del huracán en muchos casos. Nos encontramos con una trilogía de acción en tercera persona como pocas, con una mecánica de juego que ha causado furor en la presente generación gracias al sistema de coberturas que aunque no inventaron ellos sí han sabido establecer en la presente generación. Divertido, frenético, con un diseño de niveles brillante, sistema de armas variado y enemigos por todos lados. Pero además de todo esto, Gears of War contaba una historia, una lucha que librar y sufrir. Los Locust, los lambent. Y el desarrollo parece que va cada vez a más entre entrega, pero al final para muchos pinchó.

Gears of War 3 era, según las palabras de su creador, el más épico e intenso de los tres. Las pretensiones eran esas por lo menos, aunque la carrera para encontrar a un padre que parecía muerto entre la batalla con Locust y Lambent matándose también entre ellos  no acabó como se esperaba. Nos encontramos con una secuencia final que además de ser corta, se queda seguramente alejada de la epicidad que hemos podido vivir en otros momentos de la serie. La falta de claridad sobre si se ha acabado con los Locust, la tensión de la isla donde vamos al gran enfrentamiento que es como un lugar más, sin tensión añadida como se esperaba por las palabras a lo largo del juego o como se desarrolla la batalla con el jefe final son elementos que hacen que los últimos compases de Gears of War 3 no hayan estado a la altura de lo que se esperaba. Para muchos.

Rage
(PC, Playstation 3 y Xbox 360)

 

ID Software trabajó durante muchos años en crear una nueva IP que rompiera con los nombres clásicos de la compañía. Rage era, por lo tanto, una parada obligada para los usuarios que querían saber por dónde iban los tiros de una de las empresas más importantes y relevantes de la historia en lo que juegos de acción en primera persona se refiere. Un mundo muy extenso con todo tipo de misiones secundarias que hacer, una mecánica de juego divertida marca de la casa gracias a su excelente gunplay y un motor gráfico que funcionaba a pleno rendimiento, seguramente siendo más vistoso que potente en muchos casos. Id Software y Carmack presentando un nuevo retoño que ha recibido disparidad de valoraciones, pero generalmente positivas y con un buen sabor de boca sin acabar de romper con lo establecido ni revolucionar el género como se podía pensar.

Todo ello con el sello indiscutible marca de la casa. Menos el final. Rage decepcionó y mucho a los jugadores que consiguieron llegar a la gran misión final porque lo que se podía esperar viendo los grandes jefes finales de otros juegos como Quake no estaba por ningún lado. Una zona final con enemigos mutantes que no suponen ningún reto, un objetivo de acabar con unas balizas que se consigue casi sin querer y sin darnos cuenta nos topábamos directamente con una pequeña escena cinemática que respondía pocas incógnitas sobre lo vivido durante las 15-20 horas anteriores, pocas por no decir ninguna, y los créditos asaltándonos mientras mirábamos atónitos a la pantalla. No parecía un trabajo hecho por un equipo como ID Software este final, ni mucho menos.


Halo 2
(Xbox y PC) 

Halo es indiscutiblemente la franquicia más importante que tiene Microsoft y la marca Xbox. Y lo es desde el primer momento que saltaron al ruedo de la industria de los videojuegos. La primera entrega, Halo: Combat Evolved, dio una bofetada a los que creían que los FPS nunca tendrían sitio en las consolas. Un juego intenso, variado… que tuvo continuidad con Halo 2. Se trata de la primera piedra de la franquicia en lo que multijugador se refiere y también en potenciar el sistema online que posteriormente ha sido vita en los otros Halo. La secuela de Bungie pulía y ofrecía más elementos que la primera entrega, manteniendo una campaña variada y rica en matices a nivel jugable. El juego tenía ritmo, momentos épicos y presentaba un futuro alentador… que no llegó.

Decimos esto porque el final de Halo 2 es seguramente de los más anti clímax que hay. Estamos batallando contra los grandes enemigos del juego cuando de golpe nos comunican de la presencia de los profetas y que hay una batalla más importante que librar. La sensación es que debemos retomar el control del Jefe Maestro para ir directamente al gran final de Halo 2. Pero eso no es así. Simplemente empieza el chorreo de créditos y las caras de sorpresa son una constante. El juego terminaba de manera precoz y cortante, sin dejar entender exactamente al jugador porqué de esa decisión. Nunca un videojuego había dejado tan claro como Halo 2 que habría una continuación sí o sí. El mal sabor de boca se incrementó, también, si se compara con el épico final de la primera entrega escapando con el Warthog. Al menos Bungie aprendió la lección en obras posteriores.

Fahrenheit
(Xbox y Playstation 2) 

Cuando muchos alaban la propuesta innovadora y rompedora de Heavy Rain, la última obra de Quantic Dream, es porque se olvidan precisamente de un videojuego que ya ofrecía ese estilo tan particular de desarrollar un videojuego: más narrativo, más inmersivo. Se trata de Fahrenheit, juego que apareció en la pasada generación de consolas y que generó sensaciones diversas. Para muchos se trataba de un juego muy especial por la narrativa, por el argumento y la tensión que se vivía. Exploración, buscar pistas, Quick time Events… tenía una aura especial. Una aura que en muchas casas se rompía hacia la mitad del juego y que acababa por los suelos con un final que descolocaba completamente a los jugadores y que se alejaba completamente de las sensaciones que habían tenido durante la partida. Para muchos, el argumento se les escapó de las manos a sus creadores.

Seguramente el principal problema de los finales de Fahrenheit tienen que ver con la desvariación total de lo que nos presenta el juego al principio. Pasamos de un asesinato a un estilo de juego que se mueve en lo policíaco y detectivesco y se acaba intentando dar respuesta a todos los males del universo. Diversos clanes que están enfrentados entre sí, que intentan dominar el mundo, la presencia de una IA virtual que tiene como objetivo erradicar la raza humana, una fuente de energía alienígena como el croma y en definitiva una historia rocambolesca a la que le faltaron muchas explicaciones durante los saltos entre los actos del tramo final del juego que dejaron, además, un sabor de boca agridulce entre aquellos que se sentían a gusto con la propuesta jugable que estaba mostrando el videojuego durante los primeros compases.

Metal Gear Solid 2
(Playstation 2 y Xbox 360)


Hideo Kojima sorprendió al  mundo con el primer Metal Gear Solid para Playstation. Recuperaba una franquicia de tiempos pasados y la explotaba al máximo con un juego de sigilo que suponía un paso adelante gracias a la mecánica de juego alejada de la acción sin descanso, por tener unos personajes épicos representados por encima de todos con Solid Snake y por orquestar una trama y un desarrollo del argumento interesante. Metal Gear Solid 2 representaba el primer juego de la pasada generación de esta franquicia, y fue un golpe por las novedades jugables que se añadían y también por ofrecer mucha más carga argumental en todo el embrollo que Kojima tenía en mente. La controvertida presencia de Raiden acabaría desembocando en uno de los finales más criticados dentro de los juegos excelsos y del nivel que pocos pueden tener como es el de Metal Gear Solid 2.

Raiden fue tomando protagonismo poco a poco y acabamos jugando mucho rato con él. A medida que avanza la trama vemos similitudes en nuestras acciones respecto al juego pasado, se dan a conocer los Patriots pero se explica poco de ellos y la batalla final es ante quien quiere frenar a estos patriotas. El problema viene cuando se nos comunica que todo lo que hemos realizado forma parte de una simulación que intenta recrear lo que ya hizo  Snake en su momento. Esta fórmula no convenció a los jugadores, que además se quedaron con muchísimas preguntas por resolver sobre muchos conceptos que se habían forjado en el juego, como los mismos patriots. Por suerte, con el tiempo se dio respuesta a todo en posteriores entregas, pero el mal cuerpo no nos lo quitó nadie en Metal Gear Solid 2.


Tomb Raider: The Last Revelation
(PC, Playstation y Dreamcast)


Tomb Raider fue una de las grandes franquicias que despegó con Playstation. A los mandos de la exuberante Lara Croft, nos encontrábamos ante juegos de aventuras con muchas plataformas, secretos que descubrir y puzles que solucionar. Se convirtió en uno de los iconos de los videojuegos, el paso siguiente a los Mario y Sonic de años atrás. Una de las entregas destacadas de la saga, más allá del impacto inicial, fue precisamente The Last Revelation, que llegó en PC, Playstation y Dreamcast sobre el año 2000. La saga había sufrido un importante cambio a nivel técnico, con mejoras de todo tipo y muchos más detalles visuales. Armas nuevas, posibilidad de volver a escenarios anteriores –rompiendo la linealidad de una aventura clásica- y muchos secretos y tesoros que descubrir son algunas de las bondades de esta entrega Tomb Raider. Tuvo un final que no gustó.

Y no gustó por la polémica que se generó alrededor suyo, ya que ofreció una serie de confusiones que impactaron al jugador, aunque en la secuela posterior de la franquicia se solucionara el entresijo. Lara Croft, exhausta a punto de escapar, ve la silueta de Von Croy. Todo se complica, la estructura en la que se encuentra la aventurera se empieza a derrumbar y aunque pensábamos que era un ser malvado, Croy intenta salvar a Lara, que acaba cayendo al vacío sin saber nada de ella. ¿Era el fin de Lara Croft realmente? Los lamentos de Croy así lo parecían atestiguar. La realidad es que ese tipo de final sin venir a cuento después de toda la aventura no gustó. Luego el desaguisado quedó claro en el juego posterior de la franquicia que, precisamente, este año estará de vuelta.

Final Fantasy VIII
(Playstation y PC)


Ser un Final Fantasy no es tarea fácil. Que se lo digan a los que han salido durante esta presente generación. La decimotercera entrega de la franquicia de Square no convenció a los tradicionales jugadores de la serie, que vieron como el juego se separaba del rol japonés clásico para adentrarse mucho más en el estilo de juego dungeon crawler. El XIII-2 no parece haber cuajado como otros juegos del género. En el pasado, se recuerda con cariño obras tanto pre Playstation como son Final Fantasy VI o el IV y también post Final Fantasy VII. Uno de los controvertidos fue el octavo, protagonizado por Squall y con la difícil papeleta de suceder al por muchos mejor juego de rol de corte japonés de la historia. Más allá de conseguir o no cumplir con las expectativas, pocos niegan a Final Fantasy VIII ser un grandísimo juego de rol y además digno del nombre de la serie, lo cierto es que parte de la polémica de la aventura de Squall y compañía estuvo ligada al final del juego.

Y es que precisamente el cacao que se monta durante el final del juego entre Squall y Rinoa principalmente dejó confundidos a demasiados usuarios que no acababan de entender qué estaba pasando. Una vez acaban con la bruja Artemisa, para volver a su época presente deben pensar todos en un lugar donde todos quieren regresar. Así es entre el grupo menos Rinoa, que piensa en ese lugar en el que tuvo una cita con Squall. Esto rompe los esquemas previstos, con Squall perdido, secuencias en las que se encuentra con Rinoa y se lo llega a dar por muerto en ciertos momentos. La sensación de confusión entre muchos usuarios llegó posterior a los créditos, con la secuencia del beso entre ambos y algunas otras dudas sobre la realidad de Rinoa (algunas teorías apuntan a que es Artemisa) que a día de hoy incluso se siguen discutiendo.

Syndicate
(PC, Amstrad, SNES...)


Syndicate ha vuelto a estar de moda recientemente gracias a un reboot que EA ha llevado a cabo mediante una fórmula clásica de juego de acción que tanto se estila en la presente generación de consolas. Pero el nombre está ligado precisamente a una franquicia de hace ya muchos años, casi veinte, que apareció en muchas plataformas. Se trataba de una aventura de estrategia en tiempo real que usaba una vista isométrica para recrear un mundo cyberpunk futurista en el que controlábamos a un grupo de mercenarios. Un juego muy querido por muchos usuarios, sobre todo de PC, y también por la crítica, que lo recibió con los brazos abiertos.

El principal problema de Syndicate no se encontraba en la fórmula jugable que ofrecía el juego, sino en el desenlace que tenía el juego. Se lo considera uno de los peores finales de la historia de los videojuegos, y parece ser que la cosa no es para menos. Nos encontramos realizando la misión final, y una vez la completamos podemos esperar ver una secuencia interesante que cierre la historia, algo similar a la introducción que sorprendió cuando se ponía el CD por primera vez. El resultado es todo lo contrario: una imagen semi estática del mundo en el que hemos estado jugando, el paso de la paleta de colores a una escala de grises y el salto de las letras de crédito. Sin final ni  nada que recompense a los jugadores que terminaban la trama principal. Los ánimos se encendieron y mucho al ver precisamente que Syndicate tenía un no-final.

Mass Effect 3
(PC, Playstation 3 y Xbox 360)


Mass Effect 3, el cierre de la trilogía de Bioware sobre las aventuras del comandante Shepard, ha sido el último en avivar el fuego de los malos finales entre grandes juegos.  La reacción de la comunidad ha sido toda una sorpresa, ya que más allá de demostrar su descontento con el final han presionado de todas las maneras posibles a la compañía para que rehacieran el final y cambiarán lo que para muchos es manchar la trilogía con un ending que no está a la altura de las circunstancias. Hay diversas quejas entre los usuarios, empezando sobre todo porque las promesas que se esperaban de declaraciones y demás se han ido al limbo con un final que se considera demasiado corto y que explica pocas cosas respecto al futuro de la galaxia una vez Shepard escoge el camino a seguir.

De hecho, que sea corto no es solo de lo que se quejan los usuarios. Hay otros muchos elementos que han generado fricción entre la comunidad y los desarrolladores. Por ejemplo, los finales son muy poco distintos entre sí aunque escojamos caminos opuestos en la decisión final. Generalmente, salvo detalles, se basan en una misma secuencia con algunos cambios como el color de la explosión y alguna cosa de la última secuencia. Sumamos que hay ciertas contradicciones respecto a elementos que se han explicado anteriormente en la franquicia, como por ejemplo los Relés y el hecho que se destruyan en el final de Mass Effect 3, o que compañeros con los que hemos luchado en el tramo final del juego y que quedan moribundos por un ataque del segador luego estén tan panchos dentro de la Normandía cuando intenta escapar. Se habla de un DLC para un final que arroje luz y cierre como espera parte de la comunidad. Precisamente ante el final de Mass Effect 3, en Meristation hemos decidido lanzar un concurso para que vosotros escribáis el final que creéis se merece la trilogía de Bioware. Entre los participantes sortearemos un videojuego Mass Effect 2 firmado por uno de los desarrolladores de la franquicia.