La creación de videojuegos en Reino Unido contará con una inyección monetaria vía impuesto

El tan ansiado por las desarrolladoras y editoras inglesas impuesto del videojuego ha sido finalmente aprobado, como anunciaba ayer el Canciller George Osborne. Esta medida gubernamental brindará nada menos que 188 millones de libras en forma de inyección presupuestaria para las empresas de juegos del país.

La falta de exenciones fiscales y de crédito en base a los impuestos que sí disfrutaban medios como el cinematográfico o el televisivo, permitirá frenar la 'fuga de cerebros' que Reino Unido estaba sufriendo, con desarrolladores y estudios asentándose en países con mejores condiciones fiscales como Canadá.

Según colectivos como Tiga, que han estado peleando durante meses para conseguir la implementación de esta medida, esto generará y protegerá de forma tanto directa como indirecta alrededor de 4.500 puestos de trabajo. Estudios y divisiones británicas de estos como Crytek UK han manifestado su alegría, alegando que esto aumentará la capacidad de competición del mercado británico en el sector, que atravesaba un serio declive en los últimos años.

Tal situación financiera y fiscal sería realmente bienvenida en España, país con ejemplos de éxitos como Commandos, Runaway, Castlevania: Lords of Shadow o Invizimals, en el que la industria del videojuego podría dar muchísimo de sí, aunque como reconoce el estudio Crocodile Entertainment, autores del genial plataformas Zack Zero, es algo muy difícil que ocurra:

"No creo que en España se instaure nada de esto. Aquí está todo ‘engrasado’ para quitarle el dinero a las empresas que se crean desde el primer día, embargarles aunque eso suponga que no pueden seguir su negocio y si al poco cierran, eso da igual, lo importante es haber trincado lo máximo para que los políticos puedan seguir con su modelo de ‘Estado de Bienestar’".