Sigilo estridente

Ritmo y más ritmo

Todos los aspectos que componen el juego están perfectamente diseñados, desde sus gráficos y melodías tan característicos hasta su diseño de niveles, muy ingenioso y perspicaz, pasando por los detallados menús y las escenas de diálogos. Tomamos el rol del avispado Beat Sneak Bandit, un ladronzuelo muy rítmico que debe colarse en la mansión de Duke Clockface, puesto que ha robado todos los relojes de Pulsebury; así, nuestra misión es recuperarlos sin ser capturados. Por suerte contamos con la ayuda de Herbie, una rana amiga que nos ayudará con sus sabios consejos a través de llamadas telefónicas. Lo primero que tendremos que hacer es aprender a movernos con soltura, puesto que sólo podremos hacerlo al ritmo del propio juego; una vez que nos hagamos con la cadencia rítmica de cada fase, tendremos que tocar la pantalla sin perder el compás y mover así al protagonista.

No se trata de un plataformas al uso a pesar de tener que subir y bajar por escaleras y caer por agujeros para tratar de recoger los relojes; todos estos elementos forman parte del gran puzzle que conforma cada nivel. A medida que vayamos avanzando por las diferentes pantallas, encontraremos todo tipo de nuevos elementos que tendremos que sortear como focos de luz, agentes de seguridad, robots de vigilancia... Además de objetos móviles como compuertas verticales y horizontales y tele-transportadores. Con todo, seguir el ritmo no es el único desafío del título puesto que antes deberemos planificar muy bien la ruta por cada escenario sin cometer el más mínimo error que nos obligue a volver a empezar desde el principio.

El objetivo principal es alcanzar el reloj más grande, aunque también podemos recoger hasta cuatro relojes más pequeños. Llegar hasta ellos requiere un buen plan puesto que a medida que avancemos en la aventura, la dificultad de los niveles aumentará considerablemente. En este sentido, es muy conveniente hacerse con el control de nuestro protagonista ya desde los primeros niveles, algo que no será tarea fácil precisamente. A muchos jugadores se les puede atragantar su particular propuesta táctil, ya que no siempre consigue transmitir la confianza necesaria que requieren sus mecánicas. A pesar de ello, recomendamos tener paciencia hasta conseguir que nuestro gracioso bandido responda a nuestras rítmicas órdenes.

Para intentar disimular un poco esos momentos frustrantes para muchos jugadores, si fallamos una y otra vez un nivel determinado, Herbie nos ofrecerá la posibilidad de pasar al siguiente nivel; Beat Sneak Bandit no requiere que completemos todos los niveles al 100% para poder avanzar. Eso sí, si aceptamos el reto y conseguimos todos los relojes extra, desbloquearemos un modo de dificultad superior, donde los niveles se presentarán con sombras, lo que complicará todavía más nuestro objetivo. Por otro lado, el estilo visual del título es muy atractivo, con unos gráficos cartoon muy simpáticos y afables, unas animaciones de personajes muy cómicas y unos fondos de los niveles muy coloridos. Las escenas animadas están muy trabajadas, al mismo nivel del resto de elementos del juego.

Por supuesto, no podemos olvidarnos de la música, la auténtica protagonista del título; el ritmo constante dinamiza mucho su jugabilidad y nos hace sumergirnos por completo en su jugabilidad. Las melodías van cambiando según los niveles; hay temas funky, jazz, electrónicos... La variedad está asegurada, así como la fantástica colección de efectos de sonido que también servirá para detectar peligros u objetos importantes de los escenarios. En general, el título es muy satisfactorio, aunque presenta algunos problemas menores que no podemos obviar; en muchos niveles nos encontramos con elementos móviles que siguen un patrón determinado, con lo que constantemente tenemos que esperar –a veces demasiado– a que el ciclo vuelva a empezar para poder avanzar. Si bien es cierto que podemos aprovechar estos momentos para idear un buen plan, en muchas ocasiones se prolongan demasiado.

En segundo lugar –y no menos importante– debemos recalcar que su jugabilidad puede ser algo frustrante, ya que repetiremos muchos niveles hasta la extenuación. El tercer y último punto cuestionable es su control; si bien es cierto que requiere de una buena sincronización por parte del jugador, en ocasiones no responde como debería, llevándonos irremediablemente al fracaso. Los números del título son más que correctos, con hasta 40 niveles y 16 niveles extra de mayor dificultad; además, contamos con compatibilidad con Game Center con 20 logros diferentes. Los textos del juego son en inglés, lo que puede dificultar un poco los tutoriales y los diálogos si no tenemos un buen conocimiento del idioma.