Starhawk, Impresiones
La beta de Starhawk acaba de finalizar. Y tras pasarnos las Navidades luchando, colonizando y construyendo, os traemos nuestras impresiones con la apuesta multijugador de Sony para este año
La beta de Starhawk acaba de finalizar. Y tras pasarnos las Navidades luchando, colonizando, pilotando, muriendo bastantes veces y construyendo, os traemos nuestras impresiones con la apuesta multijugador de Sony para este año
El bombardeo de títulos que PlayStation 3 sufrió una vez pasados los duros meses estivales de sequía de 2007 fue excepcional. Entre ellos se colaba una propuesta, Warhawk, cuyo primer problema para muchos era que solamente estaba enfocada al modo Multijugador. No había campaña monojugador, un obstáculo para algunos usuarios, limitándose a ser un título online en el que dos facciones diferenciadas más que nada visualmente, se enfrentaban en varios mapas por la victoria. Pero, una vez nos decidíamos por comprarlo ya fuese de forma física o descargable, lo cierto es que la propuesta directa de disparos y acción conseguía llegar a ser realmente divertida.
Lo que supo darle ese toque característico a Warhawk fue la inclusión de vehículos, no solo jeeps para ir por Tierra, sino también naves aéreas -acorazados aéreos de transporte y jet-packs también en posteriores expansiones- para combatir por Aire por si nos cansábamos de la acción balística a pie. Algunos mapas incluso estaban claramente enfocados al combate aéreo, el cual requería destreza para ser dominado, pero que reportaba una enorme satisfacción una vez nos convertíamos en ases del aire. Tras conseguir bastante popularidad, los rumores de una secuela comenzaron a surgir. Pero esta no llegaba. Y encima Incognito Entertainment, los autores, cerraba sus puertas, pasando el personal a engrosas las filas de Eat, Sleep & Play -estudio de David Jaffe, creador de God of War- y formando LightBox Interactive, nueva desarrolladora que comenzaba en secreto la creación del proyecto Starhawk.
Es fácil definir a Starhawk como una secuela, o como Warhawk en el espacio. Lo cierto es que, a pesar de su gran parecido -quien ha jugado a Warhawk claramente reconoce muchos elementos en Starhawk-, el título debut de LightBox podría considerarse más bien como un sucesor espiritual, pues aunque conserva muchos elementos -Partidas 2-4 jugadores en local a pantalla partida, enfrentamientos online de 32 usuarios-, también implementa mejoras y cambia de estilo para adentrarnos en la conquista de diferentes superficies en el Espacio, en una suerte del Viejo Oeste y la época de la gran colonización de América mezclada con elementos de Space Opera y Ciencia Ficción. Pero, a pesar de que esta vez el juego sí que cuenta con un modo Campaña Monojugador, vamos a pasar directamente a las impresiones de la beta celebrada, estrictamente ceñida al terreno multijugador online.
Para empezar, las nubes y el rimbombante tema orquestal de Warhawk que sonaba en la pantalla principal son sustituidos aquí por un personaje meditabundo, un fornido pistolero y mercenario, de nombre Emmet Graves (el protagonista del modo Campaña) con marcas azules que recorren en tiempo real sus ojos, rostro y manos (una misteriosa energía llamada Rift que desencadena la trama), y que observa una llanura desértica cuyo cielo está dominado por la visión de un gigantesco y cercano planeta. Al pulsar Start, el personaje activará la que será nuestra interfaz principal, una especie de Tableta que más que a Apple recuerda a Fallout. Pocas opciones hay disponibles, por lo que entramos en la sección Multiplayer: Opciones, Matchmaking, Creación de Partidas y Tablas de Clasificación. Dos mapas, uno ambientado en el espacio y otro en la superficie de un planeta, y dos modos de juego, Captura la Bandera y Deathmatch, es lo que tenemos ante nosotros.
Entramos en acción para Capturar la Bandera: lo primero es escoger la zona del mapa donde nuestra cápsula aterrizará (un detalle visual agradecido). Una vez hayamos aterrizado, nos sumergimos en pleno cruce de disparos. Lo primero que llama la atención es la similitud tanto visual como jugable con Warhawk. Es cierto que la primera sensación es de Deja Vu al título de Incognito, pero eso desaparece en cuanto abrimos la interfaz de selección y escogemos el elemento que define parte de la esencia jugable de Starhawk: el sistema Construye y Combate. Warhawk era en su fondo un intercambio de tiros y explosiones entre dos bandos y, aunque se podían llevar a cabo estrategias como capturar zonas, ponerse de acuerdo vía Headset y flanquear a los enemigos, lo cierto es que la mayoría se dejaba llevar por la acción pura y dura. Starhawk, al implementar construcciones y demás elementos estratégicos, requerirá de pensar un poco nuestras acciones y no limitarnos a vaciar cargadores. Este añadido es el que otorga de profundidad al gameplay del juego y que, siendo bien coordinado en equipo, nos da una victoria segura (damos fe de ello) contra un bando lleno de héroes individuales que solamente dispara y dispara, o que no se pone de acuerdo en las construcciones que tienen que llevar a cabo.
Ahora es mucho más complicado -aunque posible- robar de forma individual la bandera y correr a la base propia. Planificar en equipo las estrategias logrará cosas como un asalto coordinado con jet-packs a la base enemiga y salir volando de esta con el preciado objeto mientras el resto del equipo nos cubre la retirada con fortificaciones, mechas y todo el armamento. Starhawk es construcción y coordinación en su esencia, aunque también podemos pasar de nuestro equipo y realizarlo todo de forma individual como en Warhawk, algo que ya no es tan fácil de acometer y mucho más difícil de hacer con éxito. Como un RTS cualquiera, necesitamos recursos Rift para llevar a cabo las construcciones en tiempo real en el campo de batalla. Para obtener las dosis de energía, podemos acceder a la enorme Torre de Extracción de nuestra base, derrotar enemigos o sabotear y/o destruir sus defensas. Una vez nos hemos asegurado que tenemos bastante Rift para la construcción -barra superior derecha de color azul-, abrimos con Triángulo la interfaz en tiempo real y elegimos qué edificar y dónde colocarlo (muy importante también): podemos levantar torretas automáticas que disparan; muros que nos protegerán; bunkers que nos abastecerán de munición; o bien un garaje para poder usar el vehículo 4x4 Razorback, buscar un compañero y que conduzca mientras disparamos (podemos seleccionar el lugar en el coche, al igual que en Warhawk).
Y es precisamente en las construcciones donde hallamos otro elemento integrado para fomentar el trabajo en equipo, ya que cada bando está limitado a construir solamente 32 estructuras por partida. Esto puede derivar en que, tras edificar a lo loco torretas para francotiradores, garajes y bunkers de armas, cuando necesitemos un muro para defendernos o un generador de JetPacks, no podamos hacerlas. Un añadido estupendo, ideal para el toque RTS que busca el juego, y que lo aleja cada vez más del típico online de paroxismo balístico que tanto abunda hoy en día. Las estructuras también pueden ser mejoradas, aumentando su eficacia y posibilidades. Y lo mejor del sistema Construir y Combatir es su sencillez de manejo, siendo su aprendizaje rápido e intuitivo, aunque debiendo siempre recordar que, si lo hacemos de forma planificada con el resto del equipo, el sistema de C&C nos dará la victoria segura, siendo su mal uso un sinónimo cuasi seguro de derrota.
Junto al Razorback 4x4 -de manejo muy parecido, aunque un punto más fluido que el jeep de Warhawk- encontramos en la demo los JetPacks, cuyo manejo ha sido modificado respecto al de Warhawk. Una vez dominemos su control y nos equipemos con un rifle de francotirador, podremos llegar a ser unos usuarios realmente peligrosos para el bando rival, aunque también es cierto que ahora los jetpacks pueden ser fijados por los lanzamisiles -con cualquier otra arma es realmente complicado abatirlos-, algo que también juega a nuestro favor desde un punto de vista estratégico, sobre todo si planeamos una estratagema de distracción. Aunque la estrella son los Hawks: en esencia las mismas naves que manejábamos -con cambios en aspectos como la velocidad-, aunque su control en el Modo de Vuelo Normal no es tan acertado de momento como en Warhawk, por lo que los veteranos preferirán pasarse al Control de Vuelo Profesional, en esencia el mismo, aunque exige un proceso de aprendizaje previo en caso de no haber jugado nunca a Warhawk. El mayor atractivo de los Hawk radica ahora en que con un simple toque de botón, se transformarán en mechas para andar a ras de suelo, con un manejo pesado aunque mejor implementado. Esta opción es ideal para un ataque por Tierra, ya que disponemos de una gran potencia de fuego con las ametralladoras y los lanzamisiles, aunque sin alguien al lado que nos repare y/o que nos apoye en el ataque, seremos presas fáciles (aunque siempre podemos transformarnos en naves para una huida rápida).
En cuanto a nuestro personaje, el mayor cambio es que ahora, pulsando R2, esprintamos de forma infinita, aunque no podremos disparar en este modo. Se sigue conservando el ataque melé cuerpo a cuerpo, aunque el cuchillo no es tan efectivo como lo era el de Warhawk, algo que debería ser corregido. Ocho son las armas disponibles de momento, con habituales como rifle de francotirador, pistolas, ametralladoras, granadas o los lanzamisiles, ideales para los vehículos. La jugabilidad en general es directa y fluida, aunque necesita ser pulida/mejorada aquí y allá como es normal. Space Platform y Acid Sea son los dos mapas disponibles, completamente diferentes el uno del otro en cuanto a estrategias y desarrollo. Acid Sea parece sacado directamente de la superficie de Marte -buen detalle las tormentas-, recordando a juegos como Red Faction o films como Desafío Total. Montañas y superficies con más o menos desniveles -pero muy horizontal- conforman una localización ideal para aprender el sistema C&C de Starhawk. Space Platform, por contra, recuerda mucho al genial Omega Factory de una de las expansiones de Warhawk, conteniendo varios niveles que lo hacen ideal para el juego en vertical (los jet-packs son muy habituales de ver aquí), y con el detalle de poder sobrevolar por debajo de la plataforma. La escala en tamaño es realmente grande -teniendo en cuenta que para la beta están limitados en terreno y jugadores, 8 Vs 8-, con largas distancias que cubrir, por lo que capturar la bandera y llevarla con éxito a nuestra base es una tarea realmente complicada. Aunque tal escala asegura también momentos espectaculares, como ver tu base atacada por Hawks por Tierra y Aire y soldados con jet-packs.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que el sabor de boca que nos ha dejado esta beta es grato. Grato porque sus creadores han querido ir más allá del concepto de su obra anterior, y en vez de limitarse a crear nuevos mapas y un puñado de mejoras jugables, han optado por profundizar en el corazón de la jugabilidad, implementando toques RTS que realmente consiguen crear un sistema de juego más profundo, con más posibilidades. Starhawk sigue siendo acción balística en tercera persona con vehículos, aunque ahora el componente de estrategia está más acentuado, por lo que los habituales de partidas online en las que solo cuenta matar cuantos más objetivos y de la forma más rápida posible, es posible que no se sientan atraidos por un gameplay que recompensa la estrategia en equipo, realmente necesaria para alzarse con la victoria en algunos de los mapas. El individualismo, el concepto de héroe solitario, aunque plausible, no es para nada recomendable. De momento poco más podemos decir, salvo que Lightbox Entertainment se encuentra en el camino adecuado para lograr una gran experiencia multijugador en PlayStation 3. Esta beta es un claro ejemplo de ello. Todavía queda mucho por hacer: equilibrar algunos elementos en los mapas y en las armas, mejorar el manejo de los Hawk, arreglar bugs gráficos y de sistema (varias veces se nos ha quedado la partida cogida y ha habido que reiniciar, algo usual en las betas y su motivo de existencia principal), aunque lo jugado hasta ahora gustará a los fans de Warhawk que soñaban con un poco más de estrategia en plena batalla. Nada más que añadir de momento, tan solo esperando que el modo Campaña para un jugador resulte igual de satisfactorio y profundo que el modo Online Multijugador.
- Acción
Las guerras de Warhawk dan el salto al espacio en StarHawk, que implementa un sistema de construcción de elementos y vehículos que le aporta un nuevo enfoque más estratégico, además de un modo Campaña offline.