Metal Gear Solid HD Collection, Impresiones
Dos de los tres juegos que ofrece el disco son clásicos atemporales, parte de una franquicia tan emblemática como representativa para esta industria. El tercero es capital para entender la evolución jugable del terreno portátil, narrado con una sutileza poco común en este entorno. Aunque no figure el primero -porque ya fue debidamente reacondicionado en su momento-, el pack que oferta Konami al público americano, a precio reducido, reúne tres obras únicas, sin las cuales no se comprendería el éxito y posterior salto hacia a la leyenda de Metal Gear Solid.
Dos de los tres juegos que ofrece el disco son clásicos atemporales, parte de una franquicia tan emblemática como representativa para esta industria. El tercero es capital para entender la evolución jugable portátil, narrado con una sutileza poco común en territorio portátil. Aunque no figure el primero -porque ya fue debidamente reacondicionado en su momento-, el pack que oferta Konami al público americano, a precio reducido, reúne tres obras únicas, sin las cuales no se comprendería el éxito y posterior salto hacia a la leyenda de Metal Gear Solid.
Es tarde para hablar de nuevas tendencias en el mercado; tarde para entender que muchas compañías prefieren apostar sobre seguro antes que lanzarse a la piscina con propuestas novedosas, originales, ni que decir innovadoras. Este planteamiento trae de cabeza a los usuarios que buscan nuevas experiencias en la industria de los videojuegos, sean más o menos adultas, enfocadas hacia un público u otro, pero a veces -en contadas ocasiones- es válido para revitalizar el aspecto de obras muy señaladas. Aunque a nadie se le ocurriría reescribir un libro clásico para abrirse a la comprensión de nuevos lectores, el mundo del ocio electrónico sí se permite el lujo de actualizar propuestas que en su día fueron elogiadas, paradójicamente, por ser la quintaesencia de la capacidad técnica en sus respectivas consolas.
Se diría que fue Sony una de las primeras compañías que se planteó la idea de remozar sus productos de mayor calado mediático, primero con God of War, luego con el denostado ICO, demostrando a público y a crítica que la validez de estos títulos no es una mera reminiscencia del pasado. Fue un movimiento arriesgado, ampliamente demandando por la comunidad de aficionados, que se saldó con importantes beneficios. No en vano, por mucho que un producto envejezca su mecánica de juego sigue vigente en tiempos donde la apariencia lo es todo, y donde cuesta horrores encontrar un título que realmente sea capaz de ofrecer la verdadera esencia de lo que los angloparlantes denominan el gaming'.
Fue la aceptación popular lo que rápidamente promovió entre otras compañías la idea de recuperar licencias perdidas, sumidas en el olvido, o simplemente relegadas a un segundo plano con el paso del tiempo. Konami dio el primer paso a este respecto hace pocos meses, con un anuncio que traería cola por la importancia del suceso: tres capítulos de Metal Gear Solid pasarían por el filtro de la Alta Definición -HD de ahora en adelante-, adaptándose a las necesidades que impone el mercado en la actualidad. Así, Sons of Liberty, Snake Eater y el reciente Peace Walker pasaban de ser viejas reliquias de tiempos pasados a convertirse en productos de rabiosa actualidad. Y mientras que los dos primeros son, en esencia, un refrito de la base que se trabajó hace aproximadamente una década, el tercero se acoge a una revisión completa de su mecánica de juego, con importantes añadidos que potencian el contenido original.
Las novedades en concepto gráfico son las mismas en los tres casos: tres títulos optimizados en HD, con resolución de 720p, notable mejora de texturas, con formato adaptado al 16:9, optimización de sonido, y trofeos/logros. Sons of Liberty fue la secuela de uno de los éxitos más significativos de PlayStation, continuación directa de los acontecimientos que tuvieron lugar seis años antes en los mares de Alaska. Gran parte de la importancia de este capítulo, al margen de continuar con el hilo argumental de la serie -incluyendo por el camino la presencia de un segundo o tercer protagonista de pelo blanco, Rayden, que en su día atrajo fanáticos y detractores por igual-, radica en la modificación de la mecánica de juego, especialmente a la hora de recrear las escenas de infiltración. Sin cambios notables en la mecánica, el remozado que aquí se ofrece permite mayor certeza en disparos de larga distancia, y en general un suavizado de texturas apreciable a primera vista.
La mejora gráfica se aprecia principalmente en este aspecto, así como también en la definición de las texturas que nos rodean, tanto en exteriores -zonas selváticas- como en interiores. En zonas de abundante vegetación, donde es menester buscar alimentos y otros recursos para sobrevivir, se agradece sobremanera la llegada del HD, dado que ahora resulta más fácil localizar objetos ocultos, animales ocultos entre la maleza, etcétera. Como decimos, toda mejora que se aprecia en la jugabilidad no es otra cosa que un derivado de actualizar el motor gráfico a los tiempos que corren, por más que a primera vista tanto MGS2 como MGS3 sean, en esencia, exactamente el mismo juego que hubo lugar a disfrutar hace unos años. Estas comparaciones se realizan partiendo de la versión original de PS2, ignorando por lo tanto la disposición gráfica de las adaptaciones aparecidas en la decana Xbox.
En cuanto a contenido extra' se refiere, las versiones que aquí se han incluido se hacen eco de las ediciones especiales que aparecieron poco tiempo después de ver la luz sus respectivas originales. Dicho en otras palabras: Sons of Liberty trae consigo las misiones VR y las denominadas Snake Tales', mientras que Snake Eater hace lo propio con los Metal Gear clásicos de MSX2 -Metal Gear y Metal Gear 2-. El único pero' que se le puede achacar a este pack en cuanto a material añadido es la ausencia de modo Online que debutó en su día con MGS3. Parece que Konami ha preferido centrar la atención en el multijugador de Peace Walker, y no sin motivo, ya que si por algo destaca esta secuela espiritual de Snake Eater es por la amalgama de misiones cooperativas que ofrece en sus adentros.
Son, en cualquier caso, aspectos de menor importancia. El auténtico meollo de este paquete se encuentra en Peace Walker, un título originalmente pensado para exprimir el potencial de PlayStation Portable. Esta aventura narra las peripecias de Big Boss una vez terminada la odisea de Tselinoyarsk, en plena estepa rusa. Se aprecia un cambio en la actitud del héroe a la vez que se relatan los acontecimientos que posteriormente le llevaran a crear Outer Heaven y, por consiguiente, se estrecha el vacío que existía entre las aventuras de Solid Snake y las protagonizadas por Big Boss. Hideo Kojima explicó en su día que este capítulo fue planteado como la quinta entrega oficial de la franquicia, aunque tiempo más tarde se abandonaría esta idea.
Como se ha repetido a lo largo y ancho de este texto, la novedad más importante que ofrece este paquete es la posibilidad de disfrutar las misiones cooperativas a través del Online, amén del reescalado gráfico. Resulta sorprendente el nivel de detalle que se aprecia en las zonas abiertas, que prácticamente son las que monopolizan la aventura, por mucho que no se pueda comparar con las sensaciones que se experimentan en Snake Eater en este sentido.
No deja de ser una aventura portátil que ahora crece en tamaño, pero cuya propuesta jugable está a medio camino entre la esencia tradicional de Metal Gear y la exitosa tendencia multijugador de Monster Hunter. Al menos aquí sí se valora positivamente el cambio en el esquema de control, con lo que se gana precisión y soltura mientras exploramos los escenarios en los que transcurre la aventura. El reescalado no siempre favorece el aspecto visual de la obra, pero tampoco se aprecia como un defecto propiamente dicho. Las escenas que narran el argumento ganan en espectacularidad, aunque recordamos que aquí se sigue una tendencia similar a la vista en Special Ops, sin vídeos in-game, que ahora dejan paso a bocetos en los que, con todo lujo de detalles, se explica el tormento que atraviesa Big Boss durante la que parece ser su última gran batalla.
Este paquete recopilatorio en HD está disponible desde principios de noviembre en Estados Unidos, y hará lo propio en Europa a partir del 3 de febrero del próximo año. Llegará a precio reducido, para PS3 y Xbox 360. Será entonces cuando se establezca un veredicto final sobre la calidad de este regalo que hará las delicias de los nostálgicos y que, a buen seguro, descubrirá un nuevo mundo a quienes nunca hayan disfrutado de las aventuras de Solid Snake, Big Boss, Rayden, Otakon y compañía.
Metal Gear Solid HD Collection
- Acción
- Aventura
Recopilación de Metal Gear Solid 2, 3 y Peace Walker en su versión HD para PlayStation 3 y Xbox 360