Dead Island: Bloodbath Arena, Impresiones
El holocausto zombi de Dead Island no ha hecho más que empezar. Tras disfrutar de su intenso modo historia, ahora podremos disfrutar de este nuevo modo en el que deberemos sobrevivir a intensas y cada vez más complejas oleadas de zombis.
Hace ya unos meses que llegó a las tiendas Dead Island, una interesante propuesta que se había ganado la atención de todos los usuarios del mundo gracias al llamativo tráiler que se dejó ver a principios de este año. Aunque el juego siguió otros derroteros diferentes al dramatismo de aquel vídeo, siguió resultando una producción muy satisfactoria, con grandes momentos y una capacidad de diversión de la que pocos productos pueden presumir a día de hoy. Como ya es costumbre en estos casos y en esta generación, todo juego de fama que se precie cuenta, inexorable, con diversos contenidos descargables que potencian la experiencia y alargan un poco más la vida del producto. Es el caso de Bloodbath Arena, el primer contenido para la odisea zombi de Dead Island.
Aunque estaba previsto que llegase mucho antes, este DLC se ha retrasado un par de meses pero, por fin, lo tenemos entre nosotros. Básicamente, se trata de un modo Supervivencia, similar al modo Horda de Gears of War, en el que nuestro principal objetivo será sobrevivir a las oleadas constantes e incesantes de zombis que no dejarán de asaltarnos. La descarga pone a nuestra disposición cuatro arenas diferentes y una nueva arma, con la ventaja añadida de que está directamente vinculada a la historia principal y podremos acceder desde ella, compartiendo y conservando todos los objetos, armas, nivel y habilidades entre los diferentes modos de juego que se nos proponen. Sin duda, esto resulta muy interesante si queremos sacar el máximo partido a nuestros personajes ya creados y aprovechar para completar algunos desafíos y logros que no conseguimos en el modo principal.
La dinámica es muy sencilla: estaremos en una arena y se irán sucediendo diferentes oleadas de zombis, con pequeños descansos entre ellas. A cada oleada, los zombis serán cada vez más numerosos y más complejos, dificultándonos mucho nuestro principal objetivo que es la supervivencia. De hecho, a lo largo de las arenas también tendremos algunos momentos en los que se nos propondrán misiones secundarias que girarán en torno a cumplir pequeños objetivos; no obstante, según se suceden las oleadas de zombis, dichos objetivos irán cayendo en nuestro olvido, ya que lo fundamental acabará siendo luchar por la supervivencia cuando nos veamos sobrecogidos ante la gran cantidad de enemigos que nos asaltarán.
Cierto es que la cantidad de rivales puede ser tal que el juego, desgraciadamente, se resiente. Posiblemente, los creadores hayan pecado de ambiciosos intentando ofrecer algo que va más allá de las propias limitaciones del juego original, y es que la cantidad de criaturas que se pueden llegar a acumular en pantalla pueden ser dignas de las peores pesadillas de George A. Romero. Afortunadamente, estos problemas técnicos no son habituales. Por lo demás, el juego usa directamente el código del producto que ya conocíamos, así que no hay grandes novedades en ninguno de sus apartados. Eso sí, aunque se puede jugar en solitario o en cooperativo, igual que el modo principal, la experiencia de supervivencia prácticamente exige que juguemos en cooperativo para no pasar excesivos apuros.
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