Assassin's Creed: Revelations
- PlataformaPC8.5PS38.13608
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorUbisoft Montreal
- Lanzamiento15/11/2011
- EditorUbisoft
Revelaciones turcas
La historia de la confrontación entre Asesinos y Templarios continua en la nueva entrega de Assassin's Creed, con el sobrenombre de Revelelations. A la espera de que una tercera parte de la saga irrumpa en nuestros ordenadores y consolas, los seguidores de Altair, Ezio y Desmond podrán volver a hacer gala de sus dotes para la infiltración, el asesinato y las acrobacias.
Cuatro años han pasado desde la primera entrega de Assassin's Creed. Casi un lustro durante el cual, lo que se esbozaba como una historia de Asesinos durante la época de las Cruzadas, se ha ido extendiendo hasta crear una ficción única capaz de englobar todo tipo de tramas históricas. Altaïr dejó paso a Ezio para demostrarnos que el Renacimiento también tenía cabida en la saga de Ubisoft, mientras Desmond se debatía entre sus orígenes en una época más contemporánea. Tras su aparición en consolas, Assassin's Creed: Revelations llega al PC para reunir a todos ellos y seguir extendiendo esta fantástica historia.
Pero que nadie se equivoque, porque todavía no estamos hablando de Assassin's Creed III. Revelations es otra derivada de la trama acontecida hasta la fecha, bien dispuesta para dar paso a una tercera entrega que no dudamos llegará. Hasta entonces, lo nuevo de Ubisoft nos pone en la piel de los tres protagonistas anteriores para desvelar algunos misterios que solamente tendrán una clara consecuencia: muchas más preguntas. Por decirlo de alguna manera, el título que hoy analizamos es el equivalente a una mezcla entre Altair's Chronicles y Bloodlines, con Discovery y Brotherhood. Recuperamos a los anteriores pesonajes en nuevos entornos, pero no avanzamos a una nueva era. Este último paso será responsabilidad de Assassin's Creed III cuando llegue su momento, pero hoy no es ese día.
La trama escogida para Revelations comienza justo donde Brotherhood marcó su final, que no desvelaremos por si algún rezagado se encuentra todavía inmerso en el juego. Como consecuencia, Desmond está perdido en la 'Black Room', una especie de puerta trasera del sistema Animus. A efectos prácticos, su cuerpo físico debería sufrir de una muerte cerebral, pero irónicamente es el mismo Animus el que lo mantiene en un estado de coma profundo. El motivo de que Desmond esté sufriendo este problema no es otro que la excesiva fragmentación de su memoria, provocada por la continua interacción con los recuerdos de sus antepasados. Allí nos encontramos con el Sujeto número 16, descendiente también de Altaïr y atrapado sin escapatoria en 'Black Room', para toda la eternidad.
Si queremos poner fin a la situación tendremos que conseguir enlazar nuestra memoria con las de Altaïr ibn-La'Ahad y Ezio Auditore da Firenze, y solamente lo podremos hacer si conseguimos encontrar el recuerdo específico que une a las tres entidades. Así que rápidamente accedemos a un portal que nos traslada a nuevos recuerdos de Ezio, con los que tendremos que sincronizarnos de la forma habitual: cumpliendo misiones. Es el año 1511 y el hijo de Giovanni Auditore tiene 52 años. Nos encontramos en Masyaf, antaño cuna de los Asesinos que hace ya tiempo que dejó de albergar a la Orden. De hecho, el control de la ciudad ha pasado a manos de los Templarios. El motivo de nuestro viaje es encontrar una Biblioteca oculta bajo el Gran Templo, como nuestro padre nos reveló en carta recientemente descubierta.
Lo que allí descubrimos nos obligará a viajar a Constantinopla, donde pretendemos encontrar la llave de la cámara subterránea. Somos acogidos por Yusuf Tazim, también Asesino, que nos muestra todo sus respetos gracias a nuestro cargo de Mentor de la Orden, y se pone a nuestra completa disposición. Todas las misiones nos irán dirigiendo al objetivo principal: encontrar las llaves escondidas en Constantinopla por Niccolo Polo, y recuperar la única que los Templarios tienen en su poder. Una vez conseguidas, podremos acceder a la Biblioteca que contiene los libros con las Memorias de Altaïr. Este descubrimiento nos permitirá pasar a los recuerdos del primero de los protagonistas de Assassin's Creed, y regresaremos a Masyaf junto con el Asesino que inició la saga de Ubisoft.
Se han introducido algunas novedades realmente interesantes. En primer lugar, nos encontramos con la posibilidad de utilizar venenos y fabricar bombas, a partir de distintos elementos que compremos en tiendas o saqueemos de los cadáveres a los que hemos dado paso a mejor vida. Existen diversos componentes que pueden utilizarse para lograr efectos diversos con los artefactos explosivos, hasta conseguir más de 300 bombas distintas. No somos los únicos que puede hacer uso de explosivos, porque algunos de los soldados del imperio Otomano portarán sus propias bombas y podrán causar graves daños a Ezio. Si a esto le sumamos el efecto de los mosquetes y tiradores apostados en los tejados de Constantinopla, habrá ocasiones en los que echemos de menos los años de Altaïr.
También aparece por primer vez el instrumento del garfio, que se une a la cuchilla oculta de nuestro brazal, y nos permitirá avanzar rápidamente entre cuerdas y poleas colocadas de forma estratégica por los mapas. En muchos casos, el garfio será la forma más cómoda de acortar largas distancias. Pero su uso no se limita a lo estrictamente funcional, porque en las manos de un Asesino todo se convierte en un arma mortal. Existen nuevas combinaciones que hacen uso de la nueva herramienta para poner fin a la vida de nuestros oponentes, y no tendremos que dudar en usarlo para el combate. Desde luego, una adquisicón muy versátil que Ezio puede utilizar a la perfección, y que se integra perfectamente con el resto de armas del repertorio de los Asesinos.
Cambia la función de la Vista de Águila, por una nueva funcionalidad: Sentido del Águila. La nueva forma de visión de nuestro Asesino nos proporciona mucha más información sobre el entorno. Podemos usarla para recrear los movimientos de un enemigo, de forma que podamos anticiparnos a sus acciones y presentar batalla en el lugar más indicado, esquivar su ruta de patrulla o preparar una trampa o emboscada. Nos permite identificar la hostilidad de cualquier personaje si lo mantenemos durante cierto tiempo en nuestro punto de mira. Este cambio en la Vista de Águila se justifica con una pericia excepcional demostrada por Ezio, que ha perfeccionado tanto el don de los Asesinos que ha sido capaz de encontrar nuevos usos para anticiparse a sus enemigos. Otra de las novedades es la eliminación de las misiones secundarias, que ya no tienen cabida en la nueva entrega. En su lugar, lo que se ha hecho es plagar el entorno con eventos al azar que llamarán nuestra atención mientras recorramos las calles de Constantinopla. Conoceremos nuevos personajes históricos relacionados con la época y el nuevo entorno. Si Assassin's Creed ha cometido algún error en el contexto, es labor de los expertos en historia decirlo, aunque como ya se decía en una entrega anterior, puede que la historia no haya sido exactamente como nos la han contado. Para acabar con lo nuevo en Revelations, diremos que Constatinopla se divide en 4 distritos y que, además de Masyaf, tendremos la oportunidad de visitar La Capadocia.
A las posibilidades de nueva factura tenemos que sumar las incluidas en su inmediato antecesor, Brotherhood, además de las tradicionales que vienen apareciendo en los principales representantes de la saga. El conjunto final, en lo que a jugabilidad se refiere, no se distacia demasiado de lo que se puede apreciar en anteriores entregas, pero se completa con nuevas opciones que cumplen con un papel fundamental: no convertir Revelations en un clon de Brotherhood ubicado en una nueva ciudad. El resultado final, en ese sentido, está asegurado. Se repite la fórmula que ha atraído a los seguidores de la serie y se incluyen pequeños añadidos para no caer en el tedio y la repetición excesiva. Sin llegar a ser un salto tan sustancial como Brotherhood, Revelations hace bien su trabajo.
El manejo del juego no sufre con la combinación teclado y ratón, puesto que la elección de teclas es lo suficientemente acertada como para permitir que nuestros dedos alcancen todas las posiciones sin necesidad de movimientos contorsionistas. Los indicadores en pantalla, presentes salvo si los desactivamos desde el menú de opciones, nos proporcionan todas las pistas necesarias para dominar el juego, aunque si recordamos que cada tecla principal está dedicada a una parte del cuerpo (cabeza, mano ocupada, mano libre y pies) todo será coser y cantar. El trabajo de Ubisoft para adaptar la versión de PC, a pesar del tiempo de diferencia respecto al lanzamiento en consolas, ha propiciado una versión que, aunque huele un poco a consola, tampoco desprende un tufo abrumador.
El apartado técnico de Revelations incrementa ligeramente el nivel de su inmediato predecesor, con mejoras en los modelados y en las expresiones faciales de los personajes. La posibilidad de jugarlo en 3D, si tenemos la tecnología adecuada, es una experiencia a probar de forma obligada. Desde luego, Assassin's Creed es capaz de sacar un buen rendimiento a nuestra tarjeta gráfica, hasta consiguir un resultado final que rivaliza, e incluso supera, sus versiones para consola. La calidad de las cinemáticas es, una vez más, espectacular en prácticamente todos los sentidos, convirtiendo a Assassin's Creed una experiencia audiovisual digna de mención. ¿Existen problemas? Lamentablemente, siempre hay alguno por ahí danzando. Por ejemplo, en lo que a la detección de colisiones se refiere, y es que Assassin's Creed sigue teniendo comportamientos extraños en algunas raras ocasiones. Este hecho queda patente si nos fijamos en las extrañas animaciones que presentan algunos personajes a la hora de subir escaleras, en las que parecen deslizarse en lugar de irse elevando escalón a escalón. Sin embargo, el juego se puede disfrutar sin demasiados problemas, y con una fluidez adecuada. Respecto a la inteligencia artificial de los enemigos, sigue sin sorprender lo más mínimo. Es como si pareciesen resignados a convertirse en la carne de cañón de este juego, y salvo en caso de vernos inmensamente superados en número, no deberíamos tener problemas durante la gran mayoría de las escenas de combate.
Mención especial para el todo el apartado auditivo, y ya no solamente por los efectos de sonido que dan vida a la ciudad, o las melodías que hacen las veces de banda sonora. Assassin's Creed: Revelations se completa con un doblaje al castellano que, junto con el resto del apartado técnico, nos permite sumergirnos de lleno en la acción del juego sin tener que prestar atención a subtítulos. Un acierto por parte de Ubisoft, mantener esta característica en la saga. Aunque en ciertos aspectos no nos encontramos ante el mejor doblaje del mercado, las correspondientes a los protagonistas son todo un éxito. Como siempre decimos al hablar de este tema, ojalá todas las compañías hicieran lo mismo con sus productos. No por anglofobia, simplemente para mejorar la experiencia.
Nos hallamos ante una historia impresionante que continua siéndolo con Revelations, capítulo fundamental para los que quieran mantenerse al día en los acontecimientos de Assassin's Creed, como si de una serie de televisión se tratase. Riqueza de personajes y motivaciones, así como un entramado de ficción digno de las mejores producciones de cine. Assassin's Creed se modela como una historia épica en su género, que dificilmente podrá ser olvidada por los que tengan la posibilidad de cruzar sus vidas con las de Altaïr, Ezio y Desmond. Assassin's Creed: Revelations se encarga, además de entrenernos, de hacer que crezcan nuestras ganas de continuar sabiendo lo que ocurre. Ubisoft ha creado un gancho perfecto, y no nos referimos al que Ezio utiliza para ir de tejado en tejado.
¿Presenta cambios realmente sustanciales? No, y es evidente que tampoco es el rumbo que la compañía quería tomar con esta entrega. Assassin's Creed: Revelations es el nexo que nos transportará desde el segundo episodio de la serie al tercero que esté por llegar. Lo hace de la mejor forma que se puede escoger para un videojuego: usando sus armas de siempre e introduciendo algunos cambios con poco impacto sobre el conjunto, integrados de forma sobresaliente con lo acostumbrado hasta la fecha. ¿Hay problemas? Los mismos de siempre, y de los que Ubisoft parece haber desviado su atención por el momento. No es el título con el que deberías introducirte en la saga, pero un paso obligatorio para los que ya se encuentren atrapados por su trama. El broche perfecto para Assassin's Creed II.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.