La batalla continúa en los Tres Reinos

Tecmo Koei vuelve a la fórmula de apodar Xtreme Legends a una nueva entrega situada en una localización ya existente. Llamar a este título expansión puede llevar a confusión, ya que se trata de un juego completamente autónomo que ofrece bastante contenido no disponible en el original, tanto en forma de modos de juego, como de personajes y, por supuesto, con historias inéditas para las distintas facciones. Así pues, lo que realmente tienen en común Dynasty Warriors 7 y Xtreme Legends es un marco temporal y espacial común, pero incluye material más que suficiente para reivindicarse como producto separado. PlayStation 3 ha sido la consola elegida en exclusiva, dada la mayor afinidad nipona de este estilo de juego, pese a que su predecesor apareció también en Xbox 360. Las pobres ventas que aparentemente tuvo en esta plataforma han evitado que los desarrolladores repitan.

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Para disfrutar por completo de Xtreme Legends es más que recomendable haber jugado primero al original. De hecho, si disponemos de una partida guardada de Dynasty Warriors 7, si nos desbloquearán automáticamente los dos modos principales de éste, Campaña y Conquista. La ventaja de acceder de nuevo a estas opciones es que ahora se pueden afrontar en cooperativo con un amigo. Por otro lado, se nos da la oportunidad de importar nuestros personajes mejorados y sus animales directamente en Xtreme Legends, para utilizarlos en el mismo estado que los tuviéramos. La conexión de Xtreme Legends con la obra original va también en sentido contrario. La era de los Tres Reinos se ve enriquecida con la llegada de nuevos protagonistas, que están igualmente disponibles en los dos modos que se desbloquean en caso de poseer Dynasty Warriors 7.

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Se han incorporado tres nuevos personajes al ya amplio elenco disponible. Cada uno parte de una situación diferente: Pang De es un viejo conocido de la quinta entrega que regresa ahora, el joven Guo Jia hizo su primera aparición en Dynasty Warriors 2 pero no como personaje jugable, mientras que la espadachina Wang Yi debuta en la serie. Los tres aparecen en el bando del reino de Wei. Hay que recordar que, como todos los Dynasty Warriors, éste también se basa en la literatura y mitología china, concretamente en el "Romance de los Tres Reinos", escrito en el siglo XIV. A su vez, este libro relata los hechos acaecidos precisamente en la época homónima, durante el siglo III, y los nombres de las facciones son también históricos. A partir de ahí, la interpretación es, como se espera, bastante libre, aunque al igual que en Dynasty Warriors 7, en este Xtreme Legends la calidad narrativa ha subido varios enteros respecto a anteriores entregas, sobre todo la sexta.

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El modo principal de juego responde al nombre de Legends y seguro le resulta familiar a cualquier seguidor de la saga. No es más que un modo historia estructurado de una manera menos lineal. La mayor distinción es su foco en personajes individuales más que en bandos, aunque en la práctica no es más que otra forma de llamar al modo campaña. También ofrece alternativamente la opción de jugar de nuevo algunos enfrentamientos clásicos de la saga. La estructura de las misiones es la de toda la vida, lo que normalmente supone ponernos en la tesitura de tener que conquistar un castillo o zona enemiga, o vernos en la necesidad de defender un territorio. Solemos tener una cierta libertad para explorar y movernos por el mapa, encontrándonos con algunos grupos de enemigos por el camino pese a que el objetivo principal sea otro. De vez en cuando también aparece un jefe final para romper la monotonía. La dificultad será un aliciente, pues cuanto más elevado sea el nivel que escojamos, mayor será la recompensa que obtendremos.

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Esta recompensa será en forma de objetos que encontremos y dinero. Después de cada batalla tendremos la ocasión de adquirir mejoras para nuestro personaje en su fortaleza. Podremos personalizar el arma que queremos que lleve e integrarle potenciadores. El arsenal se puede ir completando no sólo a golpe de moneda, sino también encontrando algunas armas escondidas en los niveles. Otro modo de moldear los personajes a nuestro gusto será mediante los árboles de habilidades, donde como siempre ganamos acceso a combos más largos y nuevas técnicas Musuo mediante puntos de experiencia. Éstas, cabe recordar para los neófitos, son los ataques espectaculares que aparecen en los vídeos de cualquier Dynasty Warriors.

Junto al modo Leyenda, el que mayor tiempo atraerá nuestra atención, se han introducido otras opciones que tratan de potenciar la faceta multijugador que le faltó al juego original. Todas se agrupan dentro del llamado modo desafío, y tienen en común sobre todo el hecho de que en todos ellos nos permitirán subir nuestras puntuaciones a Internet y pelear por ser los mejores en el ranking. Teniendo en cuenta que una de las cosas que más nos gusta de Dynasty Warriors es ver cómo el contador de combos se incrementa sin parar, sin duda es justo lo que muchos quieren para tirarse horas y horas jugando los mismos retos. Aunque realmente no es algo nuevo en la saga y fue una omisión innecesaria en Dynasty Warriors 7.

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Uno de los modos requiere precisamente eso que mencionamos de nosotros, matar todo lo que podamos durante 10 minutos. Los otros tres disponibles tampoco es que sean muy diferentes. Uno de ellos no es más que el clásico de supervivencia, aguantar cuanto podamos en un escenario con la posibilidad de ser curados por nuestro lugarteniente. En otro lo que se mide es la velocidad, cómo de rápido somos capaces de conseguir el objetivo que se nos pide. Finalmente, el último nos sitúa en zonas elevadas y hemos de tirar a todos los enemigos que podamos por el borde, evitando caer nosotros, por supuesto. Lo mejor de todo, en cualquier caso, es poder jugar estos modos en cooperativo a pantalla partida, además de en línea.

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En cuanto al sistema de juego, pocos o ningún cambio respecto a lo visto en Dynasty Warriors 7. Se ha añadido algún movimiento más, junto a nuevas armas, pero como suele ocurrir no cambian realmente nada, simplemente dan más opciones al jugador. Algunas de las que ya existían, eso sí, han visto reajustados algunos parámetros, y ciertos personajes han cambiado su afinidad por un determinado tipo de arma en lugar de otras que usaban anteriormente. Eso sí, habiendo nada menos que 65 personajes, hay desgraciadamente una cierta repetición de unos a otros, que parece que los DLCs arreglarán dando contenido a las "copias".

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Sin duda una de las cosas que más apasionará a los seguidores acérrimos de Dynasty Warriors es el hecho de encontrar todas las armas disponibles a lo largo y ancho del modo Leyenda, mientras lo juegan en el casi imposible nivel más alto de dificultad, que se ha añadido por encima del ya existente en el juego original. Para paliarlo, los personajes han ganado un nivel adicional hacia el que pueden mejorar. Los trofeos son el otro modo de mantener enganchado al jugador, aunque aquí hay que puntualizar que no se pueden conseguir los de los modos Historia y Conquista, provenientes de Dynasty Warriors 7, sino que el listado es completamente nuevo.

 Conclusiones

El problema de enfrentarse a un Dynasty Warriors es siempre el mismo. Tiene un grupo de seguidores que lo adoran y disfrutan de su sistema de juego, son capaces de distinguir cada mínimo cambio en una estadística de un personaje y les encanta luchar y luchar para conseguir todo lo conseguible en cada uno de los juegos. Por el contrario, otro gran grupo de gente simplemente lo ve como algo muy repetitivo y la única diferencia entre las sexta y la séptima entrega es poco más que el número. Y ambas posturas son totalmente irreconciliables, o lo amas, o lo odias.

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Si estás en el primero grupo, Xtreme Legends te encantará. Añade muchísimo contenido al ya existente y te pone retos por delante para que puedas jugar y jugar sin parar, ya sea tratando de mejorar tus puntuaciones, disfrutando con un amigo al lado o simplemente recorriendo todas las misiones del modo leyenda. Incluso rejugando una vez más los modos originales de Dynasty Warriors 7. Y la gran cantidad de personajes incluidos hacen las delicias de los que gustan de este tipo de historias. No hay motivo alguno por el que debas decir no a este juego.

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Si por el contrario te identificas más con el segundo grupo, Xtreme Legends no va a cambiar tu opinión. La mecánica es igual de repetitiva, y cambiar entre tener un tiempo máximo o medir cómo de veloces somos no lo altera lo más mínimo. La IA tampoco ayuda mucho ya que se rige por unos parámetros muy simples, lo que no significa que sea fácil de vencer, pero sí monótona. Los gráficos siguen al mismo nivel, algo por debajo de lo que cabría esperar a estas alturas de generación, lo que igualmente hace desistir a muchos. Eso sí, el precio reducido quizá te lo haga pensar dos veces y termines encontrándole el gustillo a eso de masacrar ejércitos enemigos con soldados extremadamente poderosos a golpe limpio.

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