Kirby: Mass Attack
- PlataformaDS8
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorHAL Laboratory
- Lanzamiento28/10/2011
- EditorNintendo
El poder del grupo
10 Kirbys a la vez y todo un mundo de color, ingeniosos acertijos jugables, extras y secretos. El que será el último Kirby de Nintendo DS nos trae una experiencia única y original aunque algo facilona. Así se controla y percibe esta estupenda locura cien por cien táctil.
A Nintendo DS no le quedan muchos lanzamientos fuertes ya y este último juego de Kirby es una de las obras más notables que despedirán a la consola que introdujo el control táctil en las portátiles. Tanto es así, que el juego al completo no hace uso de ningún botón y se maneja siempre con el Stylus sobre la pantalla inferior, recayendo toda la acción en ésta, sacando un partido magnífico a la que fue la principal característica de la ya anciana consola desde su nacimiento. Kirby: Mass Attack es una nueva idea, un concepto totalmente original e inédito para entender los juegos de avance lateral y un tributo al personaje enorme, con decenas de extras, logros y minijuegos que desbloquear para confeccionar una experiencia duradera, ya que acabárnoslo por primera vez no supone demasiado desafío jugable para los más habituados a las obras táctiles, pues es más sencillo que otras entregas del personaje.
La clave del título reside en manejar a un grupo de Kirbys a través de 40 niveles donde cada paso que demos, supondrá una especie de puzle que tendremos que intentar resolver de la mejor manera posible para no perder demasiados de estos personajes en el intento y de paso recoger todos los items del escenario, frutas, monedas y todo lo que el globo rosa sea capaz de comerse. Digamos que el juego mezcla puzles, acción y plataformas, siendo este último componente el más inapreciable, y eso que la mecánica Kirby clásica era precisamente la de los saltos en todo tipo de escenarios accidentados. En Mass Attack se sacrifica este género en gran medida para buscar una nueva jugabilidad, donde tendremos que unir las fuerzas de todos los personajes que controlemos al mismo tiempo, hasta diez, y así abrirnos camino contra los enemigos, jefes finales de nivel, puertas que ir abriendo y, claro está, algún que otro momento de saltos y reflejos con el lápiz táctil. Diez niveles componen cada uno de los cuatro mundos de la obra y cada uno nos exigirá entrar con un número de Kirbys mínimo, pìdiendo el último de ellos nada menos que los diez.
La historia explica a qué se debe esta multiplicación del protagonista. Un malvado mago divide al adorable personaje en diez partes, dejando a cada una de ellas un poder -aunque esto en el juego no tiene importancia y todas son iguales-. Los segrega por el mundo del juego y solo uno resiste ante tal conjuro. Éste saldrá en busca del resto de sus clones ya que solo con ellos tendrá oportunidades contra el oscuro hechicero. En su viaje, su característico apetito por cualquier cosa no se sacia y pronto descubrimos que cada 100 puntos que Kirby obtiene en el medidor de la pantalla superior a base de los items que devora, uno de sus aliados aparece, de manera que vamos poco a poco aumentando el grupo de personajes a controlar, pues también pueden morir si reciben dos golpes enemigos. Pero es bastante fácil mantenerlos a todos juntos y actuando al unísono, ya que el Stylus deja un manejo preciso y extraordinario, donde indicaremos con un toque en la pantalla dónde queremos que vayan, señalaremos a qué enemigos y sitios donde agarrarse deben lanzarse de un salto y cuándo, o incluso podremos mantener el lápiz para encerrarlos en una burbuja y moverlos a todos al mismo tiempo libremente, haciéndolos flotar, bajar, o llevarlos rápido para izquierda y derecha. Esta burbuja tiene un tiempo limitado, claro está, y explotará si la rozamos con cualquier enemigo.
Digamos que el sistema de niveles de Kirby se divide en cuatro etapas por mundo. Primero jugaremos las primeras fases y una nube se irá deshaciendo al acabarlas, despejando las siguientes. Claro está, lo primero que jugaremos será un tutorial y nos enseñará cómo hacer a un Kirby o varios saltar (con un trazo rápido bajo sus pies), cómo atacar a enemigos, cómo recoger llaves y otros objetos transportables o cómo transformar a los Kirby azules (dañados una vez y a punto de morir) en rosas de nuevo pasándolos por un aro regenerador. A medida que avancemos, veremos enemigos que deben ser atacados por un número determinado de Kirbys o desde una posición, cajas grandes que solo pueden moverlas cuatro o más, partes que sin cinco o seis son casi inabarcables, interruptores que requieren que los pulsen dos o tres y pase el resto, etc. Por eso, es importante lograr rápido tener un grupo grande y mantenerlo a través de los niveles, pues cuando acabamos una fase seguimos con todos los que tengamos, lo que puede ocasionar que tengamos que volver a jugar niveles anteriores para salir de ellos con un buen número y abrir los que nos toquen a continuación, aunque rara vez pasará esto ya que el juego es bastante sencillo y no tiene demasiado reto. Una lástima verdaderamente. Por desgracia hay que decir en relación a esto que la jugabilidad tiene en algunas partes un ritmo algo lento, que entre la sencillez y la cierta pesadez de ciertas zonas hacen al juego menos divertido de lo que se podría haber logrado.
Kirby siempre ha sido glotón y esto le ha traído consecuencias instantáneas, convirtiéndose en animales, plantas, rocas o todo tipo de objetos sorprendentes. En Mass Attack no hay transformaciones, como sí había en anteriores entregas, pero sí que tenemos niveles especiales y zonas de combo de ataques pensadas para que todo fluya rápido, donde los redondos personajillos se pondrán las botas y acabarán rodando cuesta abajo sobre una bola creada por los diez, formando una barca con un tronco empujado entre todos o haciéndose enormes y llevándose cualquier cosa y construcción por delante. Y decíamos que no es un juego muy difícil porque aunque en algunos niveles nos maten de repente a unos cuantos y todo empiece a ponerse arriesgado, si andamos con cuidado y sabemos ver bien cómo resolver cada situación, rara vez perderemos Kirbys -cuando mueren se convierten en fantasmas que suben al cielo y si los atrapamos a tiempo, podemos recuperarlos- y no será nada extraño vernos continuamente con nueve y diez superando niveles que están pensados para recorrerlos con cinco o seis. Si recogemos todos los items incluidos los especiales, en el tercer nivel de cada mundo ya tendremos el grupo completo y ya todo, yendo despacio y con calma, es coser y cantar. Eso sí, los que quieran un reto en condiciones también lo tendrán, pues Mass Attack posee un sistema de extras, secretos, logros y coleccionables cuantioso.
Además de los diez niveles de cada mundo y los jefes de la aventura principal, siempre podremos acudir desde el mapa del mundo a una galería de minijuegos extras -todos táctiles o semi-táctiles- y un registro de logros, pues en nuestras partidas veremos que al finalizar cada nivel desbloquearemos marcas como "Estrella de Oro por acabar el nivel sin perder ni un solo Kirby", "Estrella de Platino por recoger todas las Monedas Estrella del juego", y logros como "Logro: Por fin 10" (al conseguir por primera vez controlar a los diez), o "El récord del nivel" (cuando hagamos más puntos de los preestablecidos como estándar). Hay un total de 35 logros, algunos muy rebuscados para que no sean fácil de encontrar. Conseguirlos todos también tiene premio. Las Monedas Estrella, de tres a cinco por nivel -al estilo New Super Mario Bros- sirven para comprar minijuegos en la galería. Desde un pinball con Kirby al clásico martillar al topo, un juego de memoria rápida, un shoot em up de naves o una carrera donde avanzaremos pulsando unos símbolos u otros en la pantalla táctil. Son todos muy divertidos, completos y bien diseñados, geniales para poner nuestros reflejos y atención al máximo sobre las dos pantallas, mucho más que el juego original, que es más pausado.
Con los logros y los juegos extra, el título consigue un aliciente indiscutible y sobresaliente para que lo queramos completar, algo que esta vez nos ocurrirá por encima de lo habitual y que no nos dejará conformarnos con llegar por primera vez a la pantalla de créditos, algo que nos llevará unas siete u ocho horas. Pero si de verdad nos queremos hacer con todo lo que trae este cartucho, ya os podemos asegurar más de doce o catorce horas de juego, pues tiene secretos, fases de bonus, puertas especiales y muchos items ocultos que recoger. Eso sí, no vamos a obviar que se echan de menos más modos de juego, algún aliciente multijugador, más niveles de la aventura principal o una segunda vuelta con enemigos más difíciles y mayor exigencia en general. Este Kirby ha introducido una mecánica genial y distinta que nunca habíamos probado de forma táctil, y es lamentable que se quede en un juego relativamente sencillo y que podría haber dado muchísimo de sí con retos más arduos que avanzar y acabar con todo. Es casi un juego de puzles aderezado de acción y plataformas al estilo Kirby más puro, divertido como él solo en algunos tramos pero más pesado y bastante lento en otros, su principal error.
Basta con contemplar las capturas, gráficamente Mass Attack es tan colorido como siempre, totalmente 2D y muy bien diseñado en cada una de sus esquinas, pendientes y colocación de los enemigos para que el jugador se encuentre con un reto que inteligir antes de lanzarse a lo loco. Pese a ser un juego con poco poderío técnico en general y que parece de hace unos años, sorprende lo fluido que lo veremos y la definición, mimo y detalle que se ha puesto en todos y cada uno de los elementos en pantalla a medida que avancemos niveles o juguemos a los minijuegos. Los enemigos tienen conductas que predecibles y que esperaremos, claro, pero a veces nos pueden suponer perder algún personaje, no son siempre vulnerables y las animaciones de éstos están también muy cuidadas. La IA de los Kirbys es magnífica, y todos responden a la perfección a nuestros trazos y toques de lápiz, moviéndose con muchas animaciones y gesticulaciones faciales variadas para correr de algo, trepar escalones, colgarse de enredaderas, atacar o unirse para realizar acciones conjuntas. El colorido es magistral así como algunos efectos de humo, nubes o el agua. Es un juego muy bonito y estético, que recupera perfectamente a lo que nos tiene acostumbrados el carismático e inocentón personaje.
Y qué decir de la música, fantástica y buenísima remezcla de todos los temas clásicos de los niveles de otros juegos, con la canción tradicional de Kirby los primeros pasos del personaje, la melodía típica al perder vidas o la pegadiza canción de las cuevas y el desierto. Todas ellas las podremos escuchar en un Reproductor en el que irlas desbloqueando en la sección Extras. El sonido MIDI no les sienta demasiado mal y da al título un toque retro que realmente tiene -y ya veréis por qué con alguna que otra sorpresa muy reconocible por los amantes del personaje-. Los efectos de sonido mantienen este notable nivel, con mucha variedad y polifonía en todo momento para expresar todas las cosas que pasarán a la vez con diez Kirbys en pantalla, atacando juntos, saltando a veces cada uno por un lado, rescatándose entre sí o intentando abrir una puerta a base de pulsar interruptores en un orden.
Mención especial tenemos que hacer también a los jefes finales, quizá la parte más divertida de la aventura central ya que influirán muchos factores en cómo nos enfrentemos a ellos, empezando por el número y estado de los Kirbys que controlemos en ese momento, si sabemos detectar los momentos de debilidad de los enormes enemigos o si, por el contrario, preferimos buscar partes del entorno que nos ayuden a acabr con ellos, así como la posición en la que colocarnos en cada momento para que no nos derribe de un golpe a cinco o seis personajes. Como en todo el juego, la clave está en mantener al grupo unido y atacar de forma conjunta, en masa. Realmente estos jefes son sorprendentes y variados, y habrá que observar bien sus movimientos para acecharles, muy clásico. No desvelaremos ninguno de ellos ya que el juego los introduce por sorpresa en ciertos puntos y parte del encanto del mismo reside en ver cómo hacerles frente e intentarlo. Por supuesto, el último nivel de cada mundo tiene el suyo propio. No son exigentes, resistentes ni difíciles. La pantalla superior en éstas y otras ocasiones, pasa a ser parte del escenario en vez de mostrar el número de puntos y la barra de aparición de nuevos Kirbys.
Pese a que no hay demasiada variedad en los niveles, éstos sí son bastante largos y siempre bien diseñados, incluso distinguiendo zonas dentro de cada uno de ellos. Además si morimos, tendremos que empezarlo desde el principio, por lo que habrá que andarse con ojo cuando ciertas situaciones se nos escapen de las manos. La distinción la ponen elementos como que tengamos que medir el aire que nos queda bajo el agua, correr de un dinosaurio que nos persigue por un pasillo, encerrarnos en una plataforma que sube por el tronco de un árbol y sobre la que no dejan de caer enemigos, un globo aerostático, obligarnos a golpear rápidamente la pantalla táctil para eliminar un obstáculo especial, montar en una estrella que sobrevuela un mar de pinchos, ir a las nubes para seguir un sendero alternativo a la meta, esquivar bolas de pinchos en una sala cerrada... En definitiva, el juego rara vez aburre y siempre tiene algo nuevo con lo que animarnos a seguir adelante.
Conclusiones
Un ataque masivo de Kirbys abría la puerta a muchísimas ideas jugables nuevas, la mayoría implementadas en esta joya que llega para despedir a la saga de Nintendo DS. Bastante más largo de lo que cabría esperar y con una galería de minijuegos extra que querremos desbloquear al completo, Mass Attack es una delicia visual y controlable, por entero pensada para manejarse de forma táctil. Es satisfactorio comprobar cómo tenemos control absoluto del grupo de 10 Kirbys en situaciones delicadas, ir recogiendo todos los items y secretos de los 40 niveles que componen la aventura o hacer frente a los jefes finales, todo con un toque especial que lo hace muy clásico. Su parte negativa reside más bien en que ante tanto contenido, hay algunas partes que no mantienen las sensaciones que el resto del juego, son más lentas y pesadas, no son divertidas de jugar y empañan una mecánica que quizá podría haber dado más de sí, además de ser más difícil de lo que ha acabado siendo, pues rara vez nos matarán. En el final del tercer y cuarto mundos tendremos la sensación de que todo se repite en cierto modo y no nos parecerá estar llegando al final del juego. Pese a esto, Kirby: Mass Attack es uno de los mejores juegos del personaje en la portátil bipantalla, una oda a su estilo inconfundible aderezada de nuevas mecánicas nunca antes vistas en otros títulos. A los incondicionales les encantará y al resto, simplemente, les entusiasmará porque están ante un juego muy notable, bien diseñado, largo, inteligente y completo.
Lo mejor
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.