Ninja Gaiden III, Impresiones
De la mano de Tecmo Koei, nos disponemos a ver una demo del título y presenciar cómo se transforma esta saga antaño dirigida por el siempre polémico Tomonobu Itagaki. Ryu Hayabusa vuelve mostrando su lado más humano, aunque sin dejar de lado la satisfactoria violencia que puebla en sus títulos. Acción sin descanso en la evolución de una franquicia muy querida por los jugadores. Veamos cómo se mueve esta demostración que hemos podido presenciar en una PlayStation 3. La espada del dragón vuelve para cercenar a todo el que se le ponga por delante.
Empezamos con una breve introducción de la mano del equipo de desarrollo, que nos cuenta su opinión acerca de las dos entregas anteriores de la saga. Ninja Gaiden es conocido como un juego de acción difícil, enfocado claramente al público hardcore. Se nos ha remarcado que seguirá siéndolo, aunque a su vez, facilitarán que sea accesible para los nuevos jugadores. Su visión de Ryu Hayabusa corresponde al tópico del héroe oscuro japonés, pero como hemos comentado, se pretende insuflar una dosis de humanidad, aunque sea en la historia. Pero veamos cómo luce el nuevo rumbo que va tomando el título en lo que a jugabilidad se refiere.
La demostración que hemos podido presenciar transcurre en una lluviosa Londres, con Ryu en lo más alto del Big Ben. Tras ponernos al control de los mandos, efectuamos una caída libre desde las alturas. Antes de llegar a impactar en el suelo, donde se encuentra el primer enemigo, la acción se ralentiza y lo aniquilamos en un santiamén, viendo la primera novedad respecto a las anteriores entregas, secuencias QTE, aunque sólo pulsando un botón -al menos en estos primeros compases del título-. A partir de aquí empieza la sangrienta orgía contra los soldados que se topan en nuestro camino.
Aún así, resulta un poco extraño el uso del QTE, pues se encuentra presente en todos los enfrentamientos que hemos podido ver. Debilitamos al enemigo con ataques normales hasta el punto que se nos da la posibilidad de matarlo con la pulsación del botón concreto. Pese a que resulta muy espectacular, en cierto modo da la sensación que el abuso de esta mecánica podría interrumpir demasiado el ritmo de juego. Según vamos repartiendo leña, oímos comentarios de nuestros enemigos del estilo: ¡I Don't wanna die! Es una muestra de lo que los desarrolladores se refieren cuando hablan de una historia y personalidad más humana.
Continuamos nuestro camino hasta que encontramos un camión con el que descubrimos un nuevo movimiento, la capacidad de deslizarnos por el suelo, y así es como pasamos por debajo del vehículo. Tras hacerlo, un robot gigante emerge del suelo y nos lanza un coche que debemos esquivar. Una chica de la que desconocemos su identidad por el momento -no descartamos que pudiese ser Ayane, aunque no parecía su voz en las otras entregas-, nos insta a huir. Llegamos a un muro donde descubrimos una nueva habilidad, la de engancharnos a él y escalar, alternando entre un brazo y el otro. Proseguimos por los tejados eliminando a más enemigos, hasta que un pájaro dorado se pone en nuestro hombro. Aquí termina la demostración de la reinvención de Ninja Gaiden.
Como interesante añadido, además de la aventura principal podremos disfrutar de modo multijugador online, cooperativo e incluso PvP, aunque por el momento no se entra en más detalles. Solo podremos controlar a Ryu en esta aventura, aunque se confirma la presencia de conocidos secundarios en la saga como Ayane, entre otros, a priori necesarios para mantener la continuidad argumental en la saga, y los creadores parecen muy dispuestos a mejorar la historia del título.
En definitiva, la tercera entrega de las aventuras de Ryu Hayabusa nos ha dejado un buen sabor de boca. Por un lado se mantienen las señas de identidad de la saga, mucha acción desenfrenada, violencia y un apartado técnico a la altura y por el otro, novedades para que el juego no pierda frescura. Estaremos atentos ante cualquier novedad para ver como avanza la secuela de uno de los mejores hack'n'slash de esta generación, prevista para principios de 2012, sin una fecha exacta de lanzamiento.