Lollipop Chainsaw, Impresiones

Con inestimable cariño hacia una estética petarda y norteamericana a más no poder, la de las cheerleaders con pompones, Goichi Suda no abandona el género de la acción en tercera persona que tan bien controla para transportarnos esta vez hasta una demencial mañana de instituto donde Juliet, la rubia de dos coletas líder de las animadoras, se las tendrá que ver con todo un ejército de zombis que han tomado el centro y las calles de la ciudad, la disco, los parques o el gimnasio. Chupachús en mano, la adolescente contrastará el rosa y amarillo de su vestimenta y pompones con el negro y marrón de la de los enemigos, las ágiles volteretas con gritito incluido con los alaridos y gemidos de angustiosos zombis, la vitalidad cursi con la decadencia absoluta. Esto es Lollipop Chainsaw, una excéntrica mezcla de colores, formas y demencias que volverá a dar que hablar, lo que siempre logra su autor.

Juliet va de chica dulce y divertida pero tiene un terrible secreto. Adora la sangre y no teme a enfrentarse a muertos vivientes de cualquier tamaño con su motosierra y cualquier otra arma macabra que se nos pueda ocurrir. La Gamescom de este año ha sido el escenario elegido por el insaciable director de cine James Gunn, responsable también de este producto de Warner, para mostrar al mundo qué mantenía ocupado a Suda51 desde que acabó su trabajo en el juego de EA, quien finalmente no ha acudido a la cita alemana y ha querido disculparse con un vídeo  grabado para la ocasión, reproducido por los chicos de Warner Bros Games antes de cada uno de los pases de prensa para ver en movimiento el juego y dos de sus partes más representativas.

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De estilo cel shading y bastante colorido en todo momento, Lollipop Chainsaw es una graciosa referencia a las series y películas de categoría B de los años 90, protagonizadas en demasiadas ocasiones por adolescentes histriónicas que tenían una patética historia psicológica mucho más allá de sus bailes de instituto y citas con chicos guapos. Si a este universo le unimos la acción contra zombis -tan exageradamente de moda hoy- nos topamos con  una mezcla sin igual que pega muchísimo a la estética pop que siempre entusiasma a Goichi Suda. Referencias a la realidad, humor, sangre y frenetismo a partes iguales en un cómic audiovisual tan rápido que casi cuesta seguirlo.

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Gráficamente intachable pero extraordinario en su faceta artística, Lollipop Chainsaw llenará la pantalla de zombis, dibujará geniales efectos de luz y otras materias y modelará al detalle a cada personaje, también sus viscerales ejecuciones. La motosierra es el arma elegida por Juliet para adentrarse en los pasillos del centro en esta demo. Pero no por ello debemos creer que será la única arma del juego o que se librará de la ñoñería. Esta motosierra capaz de cortar a un enemigo por la mitad de pies a cabeza emite -nada  menos- destellos de arcoíris. Una gracia similar hemos encontrado en la desaparición de los cuerpos de los caídos, llevada a cabo con una auto-explosión en rosa chicle. Eso sí, después de llenar todo el escenario y parte de la pantalla de rojísima y muy líquida sangre.

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Con solo dos botones y el apoyo de muchos quick time events para acabar con algunos de los zombis, Juliet es capaz de rebanar cuerpos como nadie, mutilando extremidades, degollando o partiendo transversalmente.  Tanto color y una estética marcadamente desenfadada no hacen tan escandaloso este festival de sangre, pero las imágenes realmente son macabras. La animadora también puede saltar, agarrar y lanzar enemigos y objetos de las aulas para avanzar entre tanto hostil. De vez en cuando sucederán eventos, como que uno de los zombis quiera derribar una pizarra o se esconda detrás de una caja y tengamos que pegarle en la espalda. También hay profesores y alumnos que han quedado atrapados y gritan pidiendo ayuda, materializada en una viñeta rápida.

El tratamiento de comic a todo el juego es pleno, desde los momentos más frenéticos a la presentación de los jefes finales o los tiempos de carga. Tipografía que parece hecha a mano, colores vivos, ángulos generales, dibujado pronunciado, escenarios uniformes…  Las animaciones de la protagonista y sus acechantes también están especialmente trabajadas, muy vistosas al funcionar con tanta fluidez, combinando golpes de sierra, ataques especiales y saltos. El escenario del instituto que hemos visto es bastante similar todo el tiempo, con aulas idénticas entre sí, grandes pasillos con ventanales, taquillas que se destruyen o mesas que arrojar a los infectados. Sorprende también de Lollipop Chainsaw el tratamiento de los cortes de sierra, perfectamente visible y sin errores, donde demos, ahí cortamos.

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La mecánica en realidad no deja de ser un mata-mata a toda velocidad que se va interrumpiendo cuando la joven hace combos especiales y rellena su medidor de energía para ataques fuertes. Recuerda mucho a los pasillos de No More Heroes atestados de enemigos hasta que llegábamos al jefe final, pero mucho mejor y con una IA más poderosa, claro. Y los jefes también están en Chainsaw, de hecho, además del nivel del instituto ya hemos podido ver al primero, una descerebrada estrella del rock que tocaba en medio de un almacén con focos de colores a su alrededor, altavoces que caían del cielo y lanzándonos enormes letras con mensajes del tipo 'Stupid little girl'. Una locura absoluta, pero una locura divertidísima y vistosa. Todo parece una pesadilla de la adolescente. El rockero es un payaso terrorífico que vuelve a unir su cuerpo cuando lo partimos en dos mitades. Solo al tercer golpe de sierra, cuando Juliet arranca sus manos y le impide tocar más la guitarra, el personaje se deshace en un baño de sangre. El enfrentamiento es bastante clásico, con ataques devastadores de la criatura que esquivar hasta encontrar el momento de acercarnos al centro de la pista y darle su merecido.

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No estará sola. Suda 51 es muy amigo de los compañeros de viaje, como Johnson en Shadows of the Damned o la cabeza que lleva colgada Juliet en este juego, de su amigo casi infectado por los zombies. Los comentarios de esta figura vuelven a la tónica irónica y humorística que tanto adora el autor y que de paso sirven de originales consejos para el jugador. También recibiremos consejos y llamadas de atención de los supervivientes que encontremos, muchos de ellos convertidos en zombis minutos más adelante, como el profesor que nos insulta y pide auxilio al mismo tiempo cuando se ve atacado por la marea de muertos vivientes. Tres aulas más adelante salta por la ventana y se nos enfrenta, con pupitre y todo. Demencial.

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Lollipop Chainsaw es otro producto de autor, una nueva reafirmación de la excentricidad y talento a partes iguales de Goichi Suda y su capacidad creativa. Color y estética para mezclar dos universos aparentemente insolubles. Juliet es el nuevo personaje con carisma que el japonés se ha sacado de la manga y ha quedado funcionando a la perfección como protagonista. La banda sonora a cargo del ya por fin recuperado en escena Akira Yamaoka y toda la dirección en manos del cineasta James Gunn, encargado del filme del año pasado Super, nos hacen darle otro voto más de confianza además del que consigue con su distintiva propuesta. No lo perderemos de vista ahora que ya se ha presentado. Queremos comprobar si supera a Killer 7, Shadows of the Damned y No More Heroes. Ahí queda eso, cheerleader.

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