Assassin's Creed: Revelations, Impresiones

Puede que un tráiler debut y la posibilidad de echar un vistazo al contenido que ofrece la última itinerancia de Assassin's Creed sea poco menos que un plato entrante para los acérrimos que desesperan por conocer los entresijos del cuarto capítulo de la franquicia. De lo que no cabe ninguna duda es de que Ubisoft ha aprendido de sus errores a la hora de centrar la atención en lo más importante: hacer de una experiencia cinematográfica un viaje único en el que tres almas coinciden para sentenciar su destino.

Actualizado a 15 de abril de 2012 13:08 CEST

El tiempo pone a cada uno en su lugar, según reza el dicho. Assassin's Creed es hoy una de las franquicias que más rápidamente se identifican con la nueva generación, al igual que Gears of War o Uncharted, por citar dos ejemplos entre la amplia amalgama de productos que se han alzado como abanderados del ocio electrónico actual. Por todos es sabido que el recorrido de Ubisoft no ha sido precisamente fácil, tan duramente criticada al principio como alabada ahora, cuando se intuye que el camino comienza a allanarse. Assassin's Creed es una reputada licencia que se codea con los grandes de la industria. Cada capítulo que aparece en el mercado es un hito, una fecha señalada en el calendario de los aficionados que esperan respirar la verdadera esencia del gaming'.

Todo esto viene a colación del tremendo impacto mediático que se ha garantizado la cuarta -segunda sin numeración- entrega que pulula estos días por Colonia. Con motivo de la Gamescom, Ubisoft ha puesto a pie de pista una demostración que sirve como antesala para saber a qué atenerse respecto a la mecánica de este cuarto capítulo. Hace pocas semanas se ofrecía en exclusiva a determinados medios la posibilidad de hincar el diente al multijugador, una constante que no parece querer abandonar la serie después de los buenos resultados obtenidos en La Hermandad.

Ahora el camino obliga a hacer una parada en la parte que se refiere al argumento, en uno de los pasteles aún por descubrir que más intriga a la comunidad de aficionados. Gracias a los datos que se han filtrado en la red durante los últimos meses (básicamente el tiempo que ha transcurrido desde la presentación del título durante el pasado E3 a hoy), se sabe a ciencia cierta que existe una especie de triunvirato de protagonistas. Ubisoft ha prometido cerrar el hilo argumental que se ha mantenido como estándar, y en el que Desmond, Ezio y Altair se dan la mano para lograr aquello para lo que aparentemente estaban llamados: descubrir el corazón de su propia existencia en una aventura a medio camino entre el Medievo, la épica y el valor para afrontar la lucha.

Una nueva perspectiva
Ezio abandona Italia para buscar los secretos que Altair dejaba en algún lugar de su memoria. Para ello es menester viajar hasta Constantinopla, donde se impone el objetivo de encontrar las cinco llaves que le darán acceso a las reliquias Masyaf -ciudad que reconocemos sin demasiados problemas-. Cada una de estas cinco reliquias permite a Ezio introducirse de un modo u otro en la mente de Altair, lo que le lleva a una regresión, exactamente igual que le sucede a Desmond cada vez que se somete a su correspondiente terapia. De esta forma, cada personaje ve la realidad desde los ojos de otro. A su vez, cada uno realiza una retrospectiva, aunque se desconoce cuál es el fin de este viaje astral que se pone en marcha cuando Revelations comienza a girar en nuestra consola

En la Gamescom ha habido ocasión de conocer más datos sobre este escueto resumen argumental. Básicamente se ha dado a conocer el procedimiento que sigue Ezio al descubrir una de las susodichas llaves a manos de un viejo templario. Leandro es el mismo personaje que aparecía en el primer vídeo que fue mostrado en E3, donde aparecía tratando de colgar a Ezio. No es de extrañar, por lo tanto, que a poco de comenzar la partida acabe saboreando' el filo de la cuchilla de Ezio, a quien no parece guardarle rencor. La cantidad de explosiones que se aprecian tanto en el tráiler original como en el que ha debutado con motivo de esta feria permite apreciar el mayor empaque cinematográfico de la obra. Las explosiones, por cierto, tienen un valor que va más allá de lo que cabría esperar en un principio.

El sistema de creación de explosivos permite, como su propio nombre indica, labrar bombas de distinta clase, empleando la materia prima que obtenemos durante los momentos de exploración de los entornos. Hay tres clases de bombas: letales, tácticas y de diversión. En función del contenido' que introduzcamos dentro de la bomba, su función será una u otra, lo que concede un importante valor estratégico a su uso. Para poder trabajar' con su elaboración hemos de acudir a zonas reservadas para Assassin's, en una especie de centro de operaciones que sirve como base para ir realizando misiones. Asimismo contamos con bombas de menor tamaño. El uso de los explosivos justifica la aparición de una segunda rueda que nos permite seleccionar un arma secundaria, al margen de la principal.

De esta manera se pone a prueba la mejora de los conocimientos de un Ezio sumido en la vejez, gruñón y con barba. Murmulla palabras incomprensibles cuando sube unas escaleras o al trazar la mejor línea de ataque para cazar a una presa (una habilidad que ha sabido potenciar para minimizar el consumo energético), nuevamente coloreadas para facilitar la experiencia jugable. Cuenta, además, con alguna que otra arma de apoyo nueva, en un seguro de vida cuando se dispone a realizar los movimientos acrobáticos que son ya marca de la casa. Ezio forma parte del entorno, ha crecido, madurado: Ubisoft quiere plasmar esta sensación del mismo modo que Kojima lo hizo con Solid Snake, aunque lógicamente con matices.

La demostración se centra en demostrar pequeños retazos de lo que será la versión definitiva del título, con pinceladas aquí y allá que ofrecen una perspectiva halagüeña del trabajo que Ubisoft está realizando con Revelations. Así es como viajamos hacia el pasado -antes de lo vivido con Altair-, para presenciar la traición de un antiguo aliado y de qué manera influye este hecho en el sentir del viejo héroe. Las reminiscencias con el primer episodio de la franquicia son inevitables, aunque no sabríamos concretar si se trata de una querencia del estudio para fomentar la familiaridad del producto o simplemente de un recurso narrativo que debería acercar a los nuevos jugadores al papel de Altair.

Cinco llaves y un destino
Cada una de las llaves cumple un propósito muy concreto a la hora de plasmar las sensaciones que Ezio recibe de Altair, y a su vez para que Desmond pueda dar con la tan ansiada clave que cierre -de nuevo, supuestamente-, el nexo argumental que Ubisoft ha seguido durante los tres últimos años, valga decir que con resultados bastante notables. Aunque lógicamente todavía es demasiado pronto para entrar en conclusiones que más tarde caigan en agua de borrajas, lo cierto es que tanto el trabajo que se está realizando con la decoración de Constantinopla como el estilo cinematográfico, tremendamente llamativo, es de momento intachable. Basta con echar un vistazo al tráiler que figura en este mismo texto para corroborarlo. Eso sí, no deja de ser un vídeo, después de todo.

Sea este el final de Ezio (como se especula), una forma de reintroducir a Altair en la línea de la serie (como se rumorea) o sencillamente un recurso para cerrar con un grand finale' la historia que se ha tejido durante varios años, Assassin's Creed: Revelations promete convertirse un año más en una de las propuestas más destacadas de cara a la campaña navideña de ventas. Su lanzamiento, previsto para noviembre de este mismo año, se ve como la enésima posibilidad de coronarse en un género donde la competitividad aumenta a cada nuevo día que pasa.