Escape Plan

Fun Bits, los creadores de Fat Princess, se preparan para su nuevo proyecto: Escape Plan, un título de habilidad y puzles en donde habrá que usar las habilidades alternativas de control de Vita para que dos extraños personajes puedan escapar de una pieza.

Actualizado a 12 de abril de 2012 13:07 CEST

El nacimiento de una nueva plataforma siempre es un buen momento para la experimentación, para probar nuevas fronteras, tanto técnicas como creativas. Bien es cierto que las herramientas y prácticas alrededor de la máquina están muy verdes y no se le puede sacar todo el partido que se pudiera, y no es menos cierto que muchos juegos de primera hornada en cualquier consola acaban siendo mucho menos de lo que cabría esperar, pero ese margen extra para la experimentación a veces resulta en títulos realmente curioso y experimentos que a veces, sólo a veces, se convierten en algo especial. Es pronto para decirlo, pero Escape Plan tiene un aspecto tan interesante que es fácil querer que lo consiga.

El título para Vita, presentado por primera vez en esta Gamescom, es una nueva sorpresa de los creadores de Fat Princess, que esta vez han tirado de los clásicos para crear un juego de puzles en perspectiva 2D con mucho de vieja escuela y que recuerda inmediatamente a sagas de la talla de Oddworld, aunque con planteamientos distintos. Escape Plan se presenta como un puzle en el que lo que prima es la experimentación con los controles alternativos que ofrecerá la nueva portátil de Sony, tales como la pantalla táctil, los sensores giroscópicos y otras características, necesarias para conseguir que la extraña pareja que forman los protagonistas de esta historia consigan escapar de las trampas que hay en cada habitación.

La pareja de protagonistas es lo que primero llama la atención de este proyecto, y de hecho es lo que primero se mostró en el trailer de presentación en la conferencia de Sony en la Gamescom, mostrando a Lil y Laarg mirándose entre ellos y exhibiendo sus cualidades más evidentes. Lil es un ser pequeño y delgado, pero tiene la capacidad de acumular gas para expandir su cuerpo y lanzarse a volar por los aires, aunque de forma algo descontrolada. Por su parte, Laarg es simplemente grande, enorme, su masa no puede encoger como se ilustra en la cómica presentación del duo, pero eso no le impide tener algunas ventajas, como la de poder usar su enorme peso para hacer caer suelos endebles y destruir estructuras.

El objetivo básico del juego es lograr que los personajes escapen de habitaciones repletas de trampas. Pueden ser pinchos, electricidad, gigantescas aspas, grandes pesos que caen y otros trucos que harán que el personaje reviente en una gran explosión de tinta. Se utiliza ese viejo recurso clásico de crear una gran variedad de animaciones de muertes -recurso visto hace poco en Limbo-, aunque en el caso de Escape Plan, las consecuencias no son tan siniestras, ya que los personajes resucitan con la salvedad de que el número en sus barrigas aumenta por cada sacrificio. No se tiene muy claro por qué los dos protagonistas están atrapados en esas habitaciones repletas de trampas, ni qué significa el número de sus barrigas, ni el papel de unos espectadores que se lamentan o aplauden en función de lo que consiga el jugador, pero parece que hay una historia detrás de las desventuras de Lil y Laarg.

Por lo visto en el tema de controles, los botones frontales prácticamente están descartados y se apuesta por los controles alternativos en gran parte. En pantalla, una especie de icono manejado con la pantalla táctil permite interactuar físicamente tanto con los personajes como con diversos objetos del decorado. La primera escena del juego muestra a Lil durmiendo e invita a al jugador a usar el interfaz para 'tocarlo' y despertarlo, un sistema de interacción que se repite con otros objetos de la pantalla. En uno de los ejemplos se podía ver como se usaba el icono para derribar al propio Lil, dándole un 'golpe', lo que más allá de ser mera crueldad digital, sirve para cosas como para que el personaje esquive ciertas trampas en el último momento, ya que la velocidad de movimiento de los protagonistas no es precisamente veloz.

Otro ejemplo de control táctil se produce cuando Lil consigue inflarse y volar por los aires. La única manera de evitar que acabe ensartado en alguno de los peligros de cada nivel, es rotando la consola y 'pinchándole' para que se impulse con el aire que expulsa, teniendo cuidado de no tocar los pinchos, la electricidad o cualquiera de los elementos que hará el viaje complicado. La cantidad de puzles promete ser variada también, con algunos que requieren utilizar objetos del decorado de un modo determinado para que abran nuevas rutas. Habrá que usar también las habilidades conjuntas de los protagonistas, aunque ya se ha confirmado que no habrá multijugador, sino que se tratará de usar a uno o a otro según las circunstancias, usando los controles traseros para moverse por el mapeado y poder ver qué clase de trampas esperan al jugador.

Hay un pero, a raíz de la versión jugable, y es que no parece que los controles táctiles de pantalla estuvieran realmente preparados para una demostración jugable. Las impresiones del trailer en la conferencia fueron excelentes, pero la demo jugable no estaba ni mucho menos preparada para los periodistas asistentes a la conferencia. Muchos de los puzles requerían un cierto grado de precisión y respuesta que realmente no estaba presente, lo que producía un número considerable de muertes inesperadas. Con todo, hay que entender que Fun Bits posiblemente preparó esa demo con muy poco margen y que el juego está en una fase relativamente temprana en desarrollo. Pero el estudio debería considerar la experiencia como un serio aviso de lo que puede pasar si no ajustan al máximo el control, en lo que es un problema del propio software que de las capacidades de la consola.

Es deseable que el estudio californiano consiga solventar esos graves problemas, porque realmente Escape Plan tiene el aspecto de ser un juego especial. La inventiva de los puzzles, la riqueza de las animaciones y la fabulosa estética usando el blanco y negro -perfecta para la pantalla OLED de Vita, que permite visualizar contrastes de forma impecable-... son todos aspectos que suman y dan a este proyecto un gran atractivo desde el primer momento en el que se mira. Ojalá que el equipo cuente con el tiempo y el acierto necesarios para corregir los problemas de interfaz y consigan crear un título a la altura de lo que su intrigante diseño y fabuloso estilo prometen.