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Steel Battalion: Heavy Armor

La crudeza de la guerra en primera persona y dentro de un Tanque Vertical. Esta es la nueva experiencia jugable que Capcom y From Software traen a Xbox 360 y Kinect con Steel Battalion: Heavy Armor.

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Dispuesta a cumplir con su promesa de suministrar a su dispositivo Kinect con más títulos orientados al jugador de corte tradicional, Microsoft sorprendió el pasado Tokyo Game Show al anunciar una nueva entrega del particular simulador de mechas, Steel Battalion: Heavy Armor, que mediante la combinación Kinect/Xbox 360 controller nos dará el control completo de un robot de combate. "¡Y te lo advierto soldado: Saca tu cabeza por esa torreta en medio de este infierno y lo próximo que verás es la bala que reventará tus sesos! ¿¡Queda claro, novato!?"

Dominando a la Bestia

2 Joysticks de Control. 3 Pedales. 40 Botones. Eso es en números la descripción del pad de control de Steel Battalion (y su secuela Line of Contact), uno de los mandos más espectaculares de la historia del sector, más grandes y, una vez que se dominaba -tarea nada, nada fácil- uno de los que mayor inmersión ha conseguido transmitir a su usuario hasta la fecha en un videojuego, ya que literalmente controlábamos cada parte, sección y aspectos de un enorme robot/tanque gigante de combate capaz de caminar, popularmente conocido como Mecha.

[GC]

Artículo de absoluta colección, Steel Battalion fue lanzado en el 2004 por Capcom para la primera Xbox. Siete años después, y tras un anuncio que sorprendió a todos los asistentes al pasado Tokyo Game Show 2010, aquí está la nueva entrega de la saga, SB: Heavy Armor, la cual, haciendo honor a la generación actual de sensores de movimiento, prescinde de todo el aparataje físico del enorme pad -lo que le resta quizás el encanto que usar este mando conllevaba- y lo cambia por uno más accesible y de cuyo uso hacen ya millones de usuarios: Kinect.

Guerra Retro-Futurista

Sudamos. A pesar del clima frío del exterior, el interior del maldito cockpit es como un horno. Apenas cabría un soldado y resulta que somos cuatro. Toca chequear el viejo panel de instrumentos. Todo en verde. Munición lista. Atravesamos el río Hudson hacia la isla de Manhattan. Esto es igual que lo que me contaba mi abuelo de Normandía: limpiar la orilla para que entre la Infantería. Igual de aterrador que ese desembarco. Es de noche y las gotas de agua chocan con la chapa oxidada de nuestro vehículo. Mi segundo está nervioso. Sólo es un crío. Debería estar jugando al béisbol. El asiento tiembla con la brusca sacudida. Es hora de que mi pequeño y yo entremos en acción. Es hora de ir a la guerra.

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El año es el 2082. La ausencia de materiales semiconductores, provocada por un parásito que en el 2020 terminó con todo el silicio exixtente en la Tierra, ocasiona que desaparezcan todos los ordenadores. El mundo entero retrocede décadas en el pasado sin el apoyo de la tecnología en la que tanto confiaban y de la que tanto dependían. Esto ha provocado una guerra a escala planetaria, una guerra del futuro que se libra tal y como se hacía 140 años atrás: con armas y materiales de la vetusta y ya olvidada 2ª Guerra Mundial. Somos el Teniente Powers, piloto de un VT (Tanque Vertical) de combate. Y estamos en mitad de un conflicto que nos llevará, siempre que sobrevivamos a cada nuevo combate, por todo el mundo comenzando por la liberación de Norteamérica.

Lo primero que llama la atención del estilo visual de Steel Battalion: Heavy Armor es su ambientación retro-futurista; ese aspecto de 2ª Guerra Mundial, de ambientación años 40, a pesar de estar ambientado en un futuro 2082. Ese clasicismo vintage se apodera de todo lo que vemos en pantalla, desde el cockpit de nuestro VT hasta el uniforme que llevamos y los vehículos y armas con los que combatimos. Incluso los discursos del presidente por la radio parecen aquellos con los que Franklin Roosevelt o Harry S. Truman arengaban a Norteamérica en los años 40 y 50. El panel del VT, centro de mando del juego, se asemeja a la tecnología que veíamos en los instrumentos y estancias de la ciudad de Rapture en Bioshock: mandos e indicadores que no se asemejan en nada a los de hoy en día, sino que parecen en efecto llevados a cabo hace 60-70 años con tecnología de la época y resultados extraordinarios.

Tomando las Riendas Virtuales

El manejo de nuestro VT es el alma y la esencia de Steel Battalion: Heavy Armor. Y para ello, Capcom ha tomado la decisión de prescindir del pad de los primeros juegos y desarrollar un sistema de control híbrido mediante el sensor Kinect y el pad de control de Xbox 360. Como se aprecia en el tráiler publicado por la compañía, lo primero al estar sentados (la forma de jugar) y listos será tirar de la palanca y encender el motor y la interfaz. Siempre en primera persona, con un movimiento de la mano, podremos mirar alrededor dentro del cockpit. A nuestra izquierda, el encargado de la ametralladora. A nuestra derecha, el artillero que recargará la munición pesada que nosotros mismos dispararemos. Detrás nuestra, el oficial de comunicaciones que nos alertará ante la proximidad de minas o vehículos y soldados enemigos. Alzando uno o dos brazos en el aire y tirando hacia abajo usaremos el periscopio para otear el exterior. Dentro de la cabina, la vista exterior se reduce a una pequeña ventana frontal y una pantalla en blanco y negro al lado, lo que crea la sensación de agobio que sus creadores buscaban conseguir. Aqui no hay pantallas táctiles ni LEDs de colores, sino vieja tecnología de botones y palancas.

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Sigamos con el control: extendiendo la mano hacia la mencionada pantalla podremos visualizar una a una las cuatro cámaras exteriores -Frontal, Trasera, Izquierda y Derecha-. Si por el contrario bajamos el brazo derecho, accederemos a la palanca que controla las marchas del VT. Si nos ponemos físicamente de pie, abriremos la escotilla del cockpit y tendremos una mejor vista del campo de batalla, aunque la probabilidad de que una bala perdida nos atraviese el cerebro a pesar de llevar nuestro casco es más que probable, por lo que esta opción es igual de peligrosa que sería en la vida real abrir la escotilla de un tanque en pleno conflicto armado. Volvamos a esa ventana frontal. Al extender la mano e interactuar con ella pasamos a una vista desde esa ventana del campo de batalla. Aquí es donde pasamos a usar el pad de control como un FPS clásico, moviendo el VT, apuntando y disparando las armas pesadas mientras la ametralladora es operada por nuestro segundo a la izquierda y el de la derecha recarga. El resto de opciones como el botón de auto-destrucción (un viejo conocido de los usuarios de la saga), o los que controlan las luces se manejan igual que la pantalla o la ventana, apuntando hacia ellos con la mano, lo que nos brinda una vista más cercana para interactuar con estos.

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"Todo Soldado Libra siempre Dos Guerras"

Dispuestos a presentar una experiencia lo más realista posible, la IA de los soldados bajo nuestro mando reaccionará ante los acontecimientos: hablarán del conflicto, de cosas mundanas, de sus vidas y los seres queridos que los esperan. Y, como en una guerra real, reaccionarán con horror ante situaciones como un ataque intenso con proyectiles hacia nuestro VT. Esto nos brindará momentos como el de uno de nuestros artilleros muerto de terror -mostrado en el trailer de presentación- queriendo escapar del cockpit hacia un destino quizás peor . Kinect nos permitirá agarrarlo justo cuando intenta salir por la escotilla, tirar de él hacia abajo y pegarle un par de golpes para que se centre. Un añadido que sin duda contribuye a crear la atmósfera que el estudio desea obtener.

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Casi tanto como el empeño puesto en simular la experiencia de un carro de combate armado, parece ser el celo que From Software pondrá en el conflicto humano que atraviesan los soldados en la guerra. Tendremos que hacerles ver nuestro valor y arrojo para que confíen en nosotros y cuidar de ellos, ya que, en caso de que uno muera, morirá definitivamente para todo el modo Campaña, debiendo hacer nosotros su trabajo aparte de comandar y controlar el movimiento del VT. La crudeza de la guerra, con soldados amputados y muriendo bajo el fuego enemigo tal y como lo hemos visto en films como Salvar al Soldado Ryan, se mostrará ante nosotros en toda su cruda realidad virtual como se ha podido ver en el citado tráiler y la demo mostrada en la Gamescom 2011.

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Hermanos de Sangre y Metal

Desde Battlefield a Call of Duty, desde Medal of Honor a Gears of War o Halo, muchos son los juegos (y muchos más los que serán) que nos han sentado tras un volante/cuadro de mandos de un vehículo dentro de un conflicto armado, ya sea clásico, actual o futurista. Pero pocos pueden presumir de conseguir una sensación de inmersión tan alta como la que Steel Battalion: Heavy Armor promete y nos hace sentir en su demo. A través de los ojos del Teniente Powers, nosotros controlaremos nuestro VT mientras nos abrimos paso a través de un campo de batalla plagado de fuego y sangre. Y no estaremos solos, sino con varios soldados que además dependen de nosotros para seguir vivos, con lo que la responsabilidad se duplica. Puede que esta entrega no alcance la categoría de culto que consiguió la original, pero sin duda que aspira a que vivamos una experiencia única y realista de lo que es estar dentro de un pedazo de metal, con apenas visibilidad exterior y al cargo de soldados que apenas han empezado a afeitarse, lo que no es poco si finalmente From Software y Capcom consiguen su objetivo.

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Steel Battalion: Heavy Armor

  • 360
  • Acción

Capcom y From Software colaboran en un título que nos hace la pregunta de qué pasaría si desapareciesen los ordenadores del mundo.

Carátula de Steel Battalion: Heavy Armor
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