Rhythm Paradise, Impresiones
Desde que el mundo es mundo la música ha sido un pilar sobre el que se ha asentado buena parte de nuestra cultura ancestral. A todos nos mueve el ritmo, sea cual sea el género en el que desate nuestras pasiones. Si al concepto musical se le añade una buena dosis de buen humor, extraños monigotes y un nivel de exigencia absoluto, nace un producto como este Rhythm Heaven Wii, una adaptación de la mecánica de Nintendo DS al despliegue insano de pruebas para aliñar el panorama de la consola.
Wii no ha muerto. Anda dando sus últimos coletazos, salpicando a quienes este verano se ha decidido a sumergirse en sus aguas. Aunque la mayor parte de la comunidad piense que es cuestión de tiempo que se produzca el tan deseado reemplazo generacional, Nintendo ha puesto ahora toda la carne en el asador para ofrecer títulos de calidad, algunos más esperados que otros. Si la llegada de Xenoblade al viejo continente se debe a una apuesta al caballo ganador para revitalizar las ventas de la consola por estos lares, la aparición de Rhythm Heaven -o Rhythm Tengoku- es poco menos que un fenómeno mediático. Esto se debe a muchos factores, entre los que destaca principalmente el entusiasmo del público nipón hacia esta franquicia, nacida en los tiempos de GameBoy Advance y trasladada posteriormente al mundo de la pantalla dual.
Rhythm Heaven es uno de esos juegos' de Nintendo DS. Entendamos esta expresión como una representación de 10 cartuchos que rápidamente se identifican con la consola, como podría ser el caso de Brain Training o de Profesor Layton. Se diría que Rhythm Heaven forma parte de ese selecto grupo de producciones que, por su peculiar contenido, no se podía concebir en otra plataforma que en una de carácter portátil. La licencia apareció hace cosa de cinco años en suelo japonés como parte de la última hornada de títulos de GameBoy Advance, en una línea económica llamada beatGenerations.
De allí saldrían propuestas nefastas, algunas interesantes y otras sobresalientes. Wario y Rhythm Tengoku fueron las únicas supervivientes. En el caso de la edición de Wii, Nintendo apuesta por repetir la operación que ya realizó en su día: ahora que todo el mundo piensa que ya todo está inventado, ¿por qué no trasladar la mecánica al sencillo wiimote? Así fue como nació el desarrollo de Rhythm Heaven Wii, uno de esos títulos cuya importación resulta tan suculenta que básicamente es imposible resistirnos a ella. Aparecido en Japón hace pocas semanas, su éxito ha sido capaz de llevarse por delante a pesos pesados de la industria, como al rebufo del lanzamiento de Nintendo 3DS, donde se rumorea que posiblemente se esté preparando una nueva entrega de la franquicia, la cuarta hasta el momento.
De esta forma, Rhythm Heaven no se preocupa por innovar o por reinventar una fórmula de eficacia probada, que ha dado resultados espectaculares en anteriores ocasiones, sino que se limita a traspasar la esencia de Nintendo DS a la pantalla de nuestro televisor. Cuando el show está en marcha, sólo es cuestión de seleccionar un perfil, para luego tratar de comprender cuál es el funcionamiento del ritmo en este capítulo. En pocos minutos comenzamos a realizar toda clase de pruebas, a cada cual más absurda -y también adictiva-, donde hemos de demostrar que nuestra vista está en perfecta sintonía con el oído.
En un título de estas características, más que la mecánica de juego importa la capacidad con la que pueda enganchar' al usuario, un aspecto en el que Rhythm Heaven se ha mostrado muy sólido en anteriores adaptaciones. En este caso se toman prestadas algunas de las pruebas aparecidas en la versión de GBA -en un gesto que desde aquí se aplaude-, y otras de NDS, aunque muchas de ellas se afronten desde una perspectiva distinta de la que hubo ocasión de conocer en ambas portátiles. Esta variedad' de pruebas nos lleva a realizar toda clase de operaciones aparentemente sin sentido, que van desde golpear una pelota de golf al ritmo que marca la música a pinchar una especie de judías según dicte el timing' de la prueba en cuestión. Siempre es el ritmo el que dicta cómo debemos afrontar las pruebas.
Una vez superada la prueba obtenemos una valoración, siendo posible obtener una medalla de oro que indique que hemos superado la misión de forma perfecta, sin errores. Cuando la hilera de pruebas llega a su fin, un divertido recopilatorio aparece. En él se funden distintos ritmos y formas de juego que debemos combinar para demostrar que hemos entendido y dominado las pruebas anteriores. En este sentido, y como podrá comprobar todo aficionado que haya disfrutado de Rhythm Heaven en NDS, la edición de Wii apenas ofrece novedades significativas que deban ser tenidas en cuenta para comprender su filosofía. De hecho, se diría que a los cinco minutos de comenzar a jugar, cualquier usuario puede entender cuál es su cometido con el wiimote entre las manos.
En última instancia es conveniente recordar el carismático apartado gráfico de la franquicia, que se funde con trazos hechos a mano, en esta ocasión luciendo una definición mucho más cuidada que en anteriores versiones. A fin de cuentas, este es el primer Rhythm' que aparece en sobremesa, aunque no es la primera vez que Nintendo adapta una licencia de bolsillo a las dimensiones de Wii, como ya sucedería en el pasado con Wario. El resultado es prácticamente el mismo que en aquella ocasión: colores más vistosos y agradables, divertidos, muchos de ellos con el objetivo de robar una sonrisa al jugador, pero desde luego no apto para aquellos que disfruten de mastodónticos motores gráficos. Aquí la esencia es divertirse a costa de la simplicidad del juego, o de la pseudo-simplicidad, deberíamos decir, dado que a medida que avanzamos las pruebas aumentan en dificultad y en nivel de exigencia.
Beat the Beat: Rhythm Paradise
- Puzle
Beat the Beat: Rhythm Paradise para Wii es un juego de música que te desafía a seguir el ritmo con precisión. Pulsa el botón A o los botones A y B a la vez, al compás de la melodía. Con más de cincuenta minijuegos disponibles.