[E3] Warhammer 40.000: Space Marine

Este año, El E3 también ha atraído las miradas de seguidores de otro tipo de entretenimiento. Los amantes de la franquicia de ciencia ficción propiedad de Games Workshop han estado atentos a cualquier tipo de información respecto a uno de los títulos con dicha ambientación más esperados: Warhammer 40.000: Space Marine. Después de casi dos años esperando este título, hemos podido hablar con sus desarrolladores y echar un vistazo. ¿Nos acompañas?

Tras una representación moderada dentro del ocio electrónico, las adaptaciones de productos de Games Workshop están tomando cada vez más relevancia dentro de los videojuegos. Tanto Warhammer Fantasía como su homólogo futurista, Warhammer 40.000, están siendo explotados para uso y disfrute de todos sus seguidores. No se queda ahí la cosa, porque hasta Blood Bowl se ha visto re-editado en los últimos años, y parece que Necromunda comienza a abrirse paso. Tampoco sería de extrañar que pronto resuene el nombre de Mordheim en alguna línea de desarrollo. ¿No descansará la empresa de 'wargaming' hasta que todos sus títulos tengan representación en PC o consolas? De momento parece que no, y con Warhammer 40.000: Space Marine quieren demostrar que de esta licencia no salen solamente juegos de pura estrategia. De hecho, hasta la fecha, la ambientación nos había llegado en entregas de juegos tácticos o adaptaciones de Epic 40.000, la versión todavía más reducida de este hobby. Se trataba casi de adaptaciones directas del reglamento, y no se puede negar que los usuarios se han sentido bastante cómodos con ellas, destacando el gran seguimiento que han tenido  todas las entregas de Dawn of War, defendido como uno de los productos que mejor ha sabido trasladar la esencia de 40K al videojuego.

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Dos excepciones a la regla: Warhammer Online, la licencia de fantasía en forma de MMORPG, y Blood Bowl, con un modo de juego en tiempo real complementario al tablero tradicional. Y una extraña referencia en común, porque las dos adaptaciones pasaron sin pena ni gloria, a pesar de contar con una calidad notable.  Es cierto que la primera es una apuesta arriesgada, debido a la cantidad de productos de corte similar que se agolpan en el mercado actual. Y la segunda es un producto de la compañía inglesa de los no considerados 'prioritarios', al igual que pasa con Necromunda, Warhammer Quest o Mordheim. Sin embargo, esperamos que no se repita con la oferta de THQ y Relic Entertainment, ya que queda claro que el contexto de Warhammer 40.000 tiene espacio para muchos más tipos de adaptaciones. Años y años de manuales, libros de ejército, novelas, comics y ediciones de su revista mensual... las historias ya no podían limitarse al enfrentamiento de escuadrones sobre un campo de batalla. Le ha llegado el turno a la acción más desenfrenada.

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Acción en tercera persona, cámara al hombro como suele decirse, que a muchos les va a recordar a Gears of War. Es una evidencia que no puede negarse, y los desarrolladores tampoco se han afanado por hacerlo. A primera vista parece un gran acierto para la ambientación, aunque un riesgo a la hora de vérselas con la competencia. La franquicia tiene una cantidad suficiente de seguidores como para poder soportar el título, pero eso no significa que vayan a comprar cualquier cosa que lleve un Warhammer 40.000 como encabezado. El producto necesita convencer, y en el caso que nos ocupa lo mejor que puede hacerse es recrear una historia lo suficientemente atractiva como para que aquellos que han pasado horas y horas de pie frente a miniaturas tengan ganas de representar el argumento sentados delante de su PC, Xbox360 o PlayStation 3. Esto solamente podía conseguirse con una estrecha colaboración entre THQ, Relic y Games Workshop y, tal y como ha venido ocurriendo con la serie Dawn of War, parece que se ha cumplido a la perfección.

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El tráiler con el que abríamos el texto, visto durante el E3, lo deja claro: alejarse de la tendencia de Dawn of War para establecer una nueva línea a seguir. Warhammer 40.000: Space Marine nos pondrá en la piel del Capitán Titus, un joven miembro de los Ultramarines que ha tenido la oportunidad de curtirse en algunas de las batallas más crueles de su época, codeándose con los veteranos de la orden. En una de sus últimas confrontaciones, después de que su mentor y Comandante caiga en combate, todo su destacamento es prácticamente aniquilado por Hechicero del Caos. Solamente Titus sobrevive, y este hecho hace que no sean pocos los que duden de qué tipo de él, sobre todo por las graves heridas y marcas que el combate le ha dejado. Y es que, para los que no lo sepan, una de las señales del Caos en una criatura son sus deformidades y extrañas secuelas. Aunque Titus será el personaje principal que controlaremos, también harán su aparición el Sargento Sidonius y Leandros. El primero es un amigo muy cercano de Titus, mientras que el segundo es un Ultramarine novato, que todavía no ha tenido la oportunidad de enfrentarse a la realidad de la guerra e idealiza todo lo que tenga que ver con el Imperio. En Titus ha visto un mentor y una figura a la que parecerse cuando crezca dentro de la orden, por lo que aprecia mucho todos sus consejos.

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Uno de los puntos en el que los aficionados ponen más atención es en la adaptación de los modelos de los personajes. En este sentido, y tal y como se ha visto en Dawn of War, los modelados parecen verdaderas miniaturas animadas, lo que bien puede ser el sueño de todo coleccionista. Se ha guardado tanto la apariencia como las proporciones, sin tratar de alterar el aspecto para crear un diseño más adecuado o, simplemente distinto. Si alguien ha visto un Orko en miniatura y observa los que aparecerán en Warhammer 40.000: Space Marine, no tendrá más que palabras para rendirse en similitudes. Y esto es algo de agradecer, sobre todo porque muchos seguidores no se conocen el aspecto de las tropas simplemente por encima: han pasado y repasado cada contorno de su forma con pinceles, dando tonalidades y sombras a cada miniatura. Estamos ante un público especialmente exigente en este aspecto, y tras el éxito con las anteriores adaptaciones no podía esperarse nada de menor calidad. Sus movimientos y voces, que son aquellos aspectos en los que un fan del hobby no puede medirse, sí que respetan completamente la ambientación, con lo que la sensación general es buena. Es más, el tipo de partida que podremos disfrutar nos va a permitir comprobarlo en mayor profundidad que en Dawn of War, y sin duda se convertirá en un referente de la franquicia.

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Ya hemos dicho que las mayores similitudes las encontramos con Gears of War, y aunque esto signifique que se contará con un estilo de juego similar, gran variedad de armas, acción desenfrenada, sistema de cobertura... también va a resaltar algunos puntos que no van a ser del agrado de todos los seguidores. Los momentos en los que los protagonistas se encuentren solos chocan con la esencia primordial de los Marines Espaciales, ya que los escuadrones siempre tratan de luchar en conjunto a sabiendas de que separarse lleva a su aniquilación. Son ese tipo de licencias que uno tiene que tomarse para poder crear una historia compatible con un juego de acción en 3ª persona, pero no dejará de perder cierto grado de similitud con el hobby. A favor, vamos a contar con una gran cantidad de elementos perfectamente adaptados, más allá de la calidad gráfica de la que hablábamos. De hecho, entre ellos hay que destacar el armamento con el que va a contar el Capitán Titus, una muestra perfecta del arsenal de los Ultramarines.

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Porque es sistema de combate es otro de los puntos fuertes de Warhammer 40.000: Space Marine, nos contaba Jim Preston en entrevista. Podremos portar, por ejemplo, una pistola Bolter con una servoespada (seguro que a muchos se os viene una miniatura a la cabeza ahora mismo) con lo que iremos combinando disparos y tajos al tiempo que avanzamos entre las tropas enemigas. También vamos a encontrar espadas de energía o rifles bolter, entre los que podremos ir alternando para alternar potencia y cadencia de fuego. Es más, cada momento del combate va a tener un tipo de arma apropiada, y en los ratos en los que nos encontremos inmersos en enfrentamientos cuerpo a cuerpo, vamos a repartir tajos de servoespada o espada de energía sin ton ni son, como si estuviéramos cortando maleza... salvo que se tratará de Orkos o Marines del Caos.  El sistema de comabte es extremadamente ágil, orientado a esta forma de alternar los tipos de lucha, y la respuesta de los controles es inmediata. Por otro lado, Titus puede ir acumulando punto de Furia que le permitirán realizar ataques mucho más potentes, tanto a distancia como en cuerpo a cuerpo: puede usarse para ralentizar la acción a nuestro alrededor y que los objetivos sean más fácil de alcanzar, o para realizar un golpe que aniquilará a los enemigos cercanos y aturdirá a los que se encuentren en su radio de acción.

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Esperaremos a tener una versión de prueba, pero el E3 nos ha sacado algunas dudas y ha dejado el listón bien alto. Con una saga de éxito como Dawn of War, la experiencia de Relic para adaptar la franquicia queda avalada... ahora falta ver si convertirla en un juego de acción puede acogerse bajo ese mismo aval. De momento, las impresiones son más que positivas.