[E3] Resident Evil: Revelations, Impresiones

Resident Evil: Revelations se ha dejado ver por el E3, pese a que no hace mucho se mostró en el Captivate de Capcom. Lo cierto es que aunque aún falta mucho para el lanzamiento del juego (hay quien habla de finales de este año, pero tal vez se retrase a principios del que viene), la compañía nipona ya ha puesto todas la cartas sobre la mesa y pocas sorpresas parece que vaya a haber ya en lo que respecta a esta nueva entrega, salvo pequeños detalles y matices que se puedan añadir, sobre todo a nivel de argumento. Si de algo nos ha servido la corta demo y el tráiler presentados en este E3 de 2011 es para confirmar que todo lo que se ha venido diciendo del juego se está cumpliendo: estamos ante un regreso a los orígenes de la franquicia, pero con las inevitables mejoras jugables.

Básicamente, se podría decir que el juego fusiona un desarrollo y un estilo jugable propio del primer capítulo con un sistema de control similar al de Resident Evil 4. Posiblemente, la mezcla perfecta que muchos usuarios estaban pidiendo a gritos desde hace tiempo: un argumento enrevesado, grandes escenarios para recorrer y explorar libremente, abundantes puzles por resolver, gráficos impactantes, enemigos que nos hagan tener miedo de sus ataques constantemente y una jugabilidad que nos ayude a defendernos sin convertirse en una barrera que nos traiga más problemas que otra cosa. Por lo que se ha podido ver de Revelations, parece que todos estos elementos estarán perfectamente recreados en la portátil de Nintendo.

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El juego está ambientado entre Resident Evil 4 y Resident Evil 5, y nos presenta de nuevo a dos héroes bien conocidos de la franquicia como son Chris Redfield y Jill Valentine. Ambos han colaborado para fundar un nuevo grupo antiterrorista, la BSAA (siglas inglesas de Bioterrorism Security Assessment Alliance), del cual ya hemos oído hablar en Resident Evil 5, dado que en dicho capítulo Chris ya estaba trabajando bajo dicho emblema. En el E3 se nos ha mostrado una demo en la que controlábamos a Jill en una mansión, mientras que en el tráiler hemos visto a Chris perdido en unas montañas nevadas en Europa. Ambos llevan están acompañador de un chico y una chica nuevos, respectivamente, aunque estará por ver qué papel desempeñan en la historia.

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Aunque ya se había dicho en diversas ocasiones que el barco, eje central de la aventura, no sería el único escenario del juego, resulta curioso ver a Jill recorriendo los pasillos de una gran mansión, un guiño que consigue que al usuario se le escape una sonrisa por todos los recuerdos que esa ambientación despierta en el aficionado de Resident Evil. Pero lo que es más, ayuda a potenciar esa sensación de Resident Evil clásico, esa impresión de vuelta a los orígenes. Jill vaga por los pasillos recogiendo objetos, topándose con puertas cerradas y resolviendo puzles para abrir otras (un puzle sencillo de crear un cortocircuito en un panel usando la pantalla táctil), y en el momento menos esperado aparece una de las criaturas enemigas de esta entrega.

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Los nuevos engendros no son zombis, pero sí que son experimentos genéticos a todas luces. No solo eso, sino que son resistentes y acabar con ellos supone un importante esfuerzo por parte de la heroína. Afortunadamente, por lo que se ha visto hasta ahora, se quiere potenciar el terror con pocas criaturas pero temibles, de tal manera que estos seres suelen aparecer solos o simplemente por parejas, no en centenares como ocurría en Resident Evil 4 y 5. Para defendernos, una jugabilidad similar a la de dichos capítulos: la cámara se sitúa detrás de Jill y, pulsando el gatillo derecho, entraremos en el modo de apuntado, dirigiendo la mirilla usando el analógico (el mismo con el que nos movemos, como cabría esperar dado que 3DS solo ofrece uno).

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