[E3] Ninja Gaiden III, Impresiones
La nueva aventura de Ryu Hayabusha se deja ver por fin. Ninja Gaiden 3 ha estado presente en la feria de Los Ángeles y nos ha dejado un buen puñado de detalles de un título que ha estado envuelto en bastante misterio hasta la fecha.
Es casi innecesario, a estas alturas, hacer una presentación de Ninja Gaiden. La franquicia de Tecmo es una de las más antiguas del mundo de los videojuegos, aunque no haya contado con demasiadas entregas. Tras la trilogía para NES, y algunas entregas sueltas para Game Boy, Game Gear o Master System, pasaron muchos años antes de que la franquicia volviese a cobrar relevancia en el mercado de los videojuegos. Pero su regreso en 2004, de la mano del controvertido Tomonobu Itagaki, sería por todo lo alto; tendría lugar en la primera Xbox, donde se convirtió en uno de los mejores juegos de aquella generación. En 2008, el Team Ninja de Itagaki volvería a encandilarnos con una segunda entrega que llegaría a Xbox 360.
Sin embargo, pese a las exclusivas iniciales en máquinas de Microsoft, Ninja Gaiden se adaptaría también, con el tiempo, a PlayStation 3, con sendas versiones renombradas Ninja Gaiden Sigma. Las cosas han estado muy tensas en Tecmo en torno al lanzamiento de la segunda entrega de la franquicia para Xbox 360, e incluso veríamos cómo el genio creativo de la franquicia, Itagaki, abandonaba la compañía para iniciar su propia andadura en su propia empresa. Pero Tecmo y el Team Ninja siguieron adelante y en el Tokyo Game Show de 2010 anunciaron Ninja Gaiden 3, un título que llegaría simultáneamente a Xbox 360 y PlayStation 3 (dúo al que se le une, como supimos recientemente, Wii U) durante los primeros meses de 2012.
Pero más allá de ese anuncio, fue muy escasa la información que se desvelaría sobre este Ninja Gaiden 3 antes de este E3 de 2011. Las dudas son numerosas, como es lógico: ¿se verá el desarrollo afectado por la ausencia de la principal figura de las entregas anteriores? ¿Mantendrá un esquema jugable que sea fiel a los capítulos previos? Y la más habitual, ¿qué pasará con la insana dificultad que tanto defendía Itagaki y que convirtió a Ninja Gaiden II en un juego solo para jugadores expertos? Desgraciadamente, muchas de estas dudas deberán esperar todavía para tener una respuesta, ya que la primera toma de contacto durante esta feria de Los Ángeles se antoja escasa; pero sí que ha valido para ir descubriendo y dando forma a algunos de los nuevos conceptos que se nos van a plantear en la nueva aventura.
Lo primero que llama la atención es el hecho de que se le quiere dar una cierta relevancia al argumento, lograr que consigamos ver detrás de la máscara de Ryu Hayabusa (el ninja protagonista de la franquicia) para comprender mejor a ese hombre. La idea de los creadores de este título es convertir al personaje en una persona humana, que se acerque al mundo real y que los jugadores puedan entrar en su psique y llegar a entender su forma de pensar y de actuar, llegar a identificarse con él. Todo esto se irá desarrollando a lo largo de una aventura que sigue dos líneas argumentales principales: en primer lugar, el brazo derecho de Ryu, que está maldito y le obliga a sacar su lado oculto; por otra parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón le piden que les ayude a acabar con unos terroristas en Londres.
Como es lógico, no se han desvelado muchos más detalles en torno a ninguno de los dos conceptos, pero es de suponer que eso será tan solo el comienzo de una historia mucho mayor y cargada de sorpresas y enemigos cada vez más poderosos (recordemos que Ryu ya ha bajado hasta las profundidades del infierno, por lo que unos terroristas son una presa demasiado sencilla para él). Pero más allá del planteamiento argumental, la franquicia Ninja Gaiden siempre ha destacado por su jugabilidad, y en ese aspecto se mantienen unas directrices básicas al mismo tiempo que se presentan nuevas características y detalles adicionales que dotan de matices diferentes a esta tercera entrega.
A nivel básico, seguimos estando ante un juego de acción en tercera persona que se podría encuadrar, sin demasiados problemas, en el subgénero del 'hack and slash'; es decir, nos asaltarán infinidad de enemigos a los que deberemos eliminar para seguir avanzando. Sin embargo, es en este punto donde notamos la primera peculiaridad del juego con respecto a sus predecesores: aunque se ha aumentado el nivel de sangre, tal y como se había prometido en las últimas semanas, se han eliminado detalles como el desmembramiento de los enemigos. Así pues, los combates seguirán siendo un baño de sangre pero sin caer en ningún momento en el gore. Este suavizado está enfocado, posiblemente, en el objetivo de llegar a un nuevo público, pero posiblemente no satisfaga a todos los aficionados de la franquicia.
Ryu Hayabusha volverá a contar con su gran habilidad para la espada (arma principal, aunque habrá otras) y dispondrá de diversas combinaciones de ataque haciendo uso de distintas combinaciones de botones. Sin embargo, se ha retocado el plantel de movimiento y, pese a obtener resultados similares, el control no será exactamente similar a los capítulos previos. Una cosa que llama bastante la atención es, por ejemplo, la gran presencia de QTE, no ya solo durante las cinemáticas (por ejemplo, para esquivar un camión que va a arrollar al protagonista), sino también en los combates, ya que se podrán realizar movimientos finales para acabar con los enemigos si pulsamos el botón indicado en el momento apropiado.
Tendremos también un nuevo movimiento de esquiva, que sustituye al que conocíamos de Ninja Gaiden 2. Es un movimiento de deslizamiento que permite a Ryu no solo alejarse de los combates, sino también meterse por pasadizos estrechos e incluso atacar a los enemigos desatando un nuevo combo. Entre otras peculiaridades de combate está la posibilidad de saltar desde zonas elevadas y caer sobre los enemigos (aunque posiblemente se limite a momentos concretos) o subir por las paredes de los edificios usando dos kunai mientras lanzamos otros a los enemigos que puedan intentar detenernos. El brazo maldito de Ryu Hayabusa también tendrá su papel, ya que durante los combates se irá cargando y brillará de color rojo, momento en el cual podremos utilizarlo para realizar un ataque definitivo que eliminará a los enemigos de la zona.
Estos son los cambios más notorios que hemos notado hasta el momento, muchos de los cuales tampoco suponen una marcada diferencia con respecto a lo que ya se conocía de entregas anteriores. Sin embargo, hay más novedades, como el cambio del sistema de guardado (ya no es la estatua de dragón, sino un halcón que se posa sobre el brazo de Ryu), la desaparición de la tienda de Muramasa (ahora las armas de Ryu se mejorarán por sí solas con el uso y el paso del tiempo), la evidente disminución de la dificultad (el modo normal está muy lejos de lo que fue Ninja Gaiden 2) o la más curiosa inclusión de un modo multijugador. De este último no se sabe demasiado todavía, salvo que se ha comentado que habría modos competitivos y cooperativos para hasta ocho jugadores.
Un guerrero incombustible
Ryu Hayabusa es uno de los personajes más duros y habilidosos de toda la historia de los videojuegos. Tal vez por eso, no es de extrañar que su legado perdure más de 20 años después pese a las numerosas dificultades (nunca mejor dicho) que tuvo que afrontar durante su historia. La marcha de Itagaki parecía un golpe fatal para la franquicia en su nuevo renacer, pero parece que todo sigue adelante y con el objetivo de mantener la esencia de la franquicia pero dándole nuevos retoques para dotarla de un nuevo espíritu. Los cambios son pequeños, pero en conjunto acaban suponiendo una diferencia bastante notoria con respecto a las entregas anteriores, por lo que habrá que ver cómo evoluciona todo y qué acaba siendo este Ninja Gaiden 3. Todavía falta mucho para su lanzamiento, pero estamos deseando catarlo y ver qué nos ofrece la nueva aventura de Ryu Hayabusa.
