[E3] El Señor de los Anillos: La Guerra del Norte
Snowblind, padres del inolvidable Baldur's Gate, se atreven con el universo de Tolkien bajo la edición de Warner Bros Interactive, que recoge de EA la marca. Guerra y rol para hasta tres jugadores que promete devolver la licencia de videojuegos a la altura que merece, la de los libros y películas. El E3 2011 nos deja probarlo y sí, tiene pinta de juegazo.
Tras angustiosos tambaleos de la carísima marca por mecánicas que no le sentaban del todo bien y puestas en escena mediocres, el sello oficial de The Lord of the Rings llega hasta Warner Bros Interactive para rediseñarse y aliviar todas las expectativas de muchos de los seguidores del universo y sus icónicos y mágicos personajes creados por Tolkien. La Guerra del Norte es un nuevo juego llamado a hacer justicia al prestigioso nombre que lo avala, una vuelta de tuerca en el RPG de acción en tercera persona que ha sido especialmente ideada para ser disfrutada en compañía de otros dos amigos.
Un enano, un elfo y un dúnadan serán los tres personajes que lleven a cabo esta épica gesta cargada de acción, magia y disparos desde el arco donde la cooperación es algo más que una simple exigencia de supervivencia. Amparados en redefinir el género cooperativo y las campañas largas a la antigua, los desarrolladores de Snowblind encargados del producto tienen claro que si algo debe sobresalir por encima de todo, ése es su componente de juego de rol de acción tradicional, con niveles que subir, magias que aprender, equipos, tiendas y temibles jefes finales. A esto se suma una historia digna del mítico escritor británico, llena de giros, complicadas tramas secundarias entre los tres héroes y sus pasados, o la forma de entender el destino del Anillo Único dentro de su particular cruzada interracial.
La demo que hemos podido jugar en el puesto de Warner en el E3 2011 nos colocaba en uno de los primeros niveles del juego, una ciudad que está siendo asediada por orcos y que debemos proteger a toda costa. El avance de los tres personajes al unísono es lineal, entre las calles y plazas de la urbe, entrando en algunos interiores y patios. Todo muy bien representado y con una ambientación soberbia, muy en la línea de los juegos del estudio. Una de las sorpresas ha sido que finalmente no se han incluido los barajados círculos ni factores numéricos alrededor de los personajes para mostrar daños y alcance de sus armas. Por el contrario -y menos mal desde mi punto de vista- el juego solo muestra datos en el centro de la pantalla de los nombres de los aliados, nada más. Como si de un título de acción se tratase, tendremos una barra verde de vitalidad y otra azul de maná, y éstos serán los únicos indicadores que nos dirán cómo está el personaje que controlemos.
También aparecen otros datos alrededor de la imagen central como el oro recolectado, los puntos de experiencia disponibles para gastar en mejoras para el personaje (a las que se puede acceder en cualquier momento desde el botón Select) o las flechas y demás equipo disponibles. Pero como decíamos, nada de apariencia visual clásica con todos estos parámetros materializados en números y datos alrededor del personaje. Aquí se apuesta por lo cinematográfico y visualmente limpio y resultón, lo que nos hará pensar en todo momento que estamos jugando a un juego de acción tipo God of War más que a un complejo RPG lleno de estadísticas y desarrollo de los personajes.
Esta idea se sostiene mucho con su jugabilidad, directa y frenética, pura de beat'em up y shooter en tercera persona en cuanto sacamos el arco con el gatillo izquierdo y lanzamos flechazos a objetivos desde la recurrente cámara del hombro con el derecho. Hay dos botones de ataque cuerpo a cuerpo, uno de defensa y varias combinaciones para la magia, aunque ésta no la hemos podido probar ya que todavía los personajes no la dominaban y habrá que ir aprendiendo hechizos a medida que avancemos en el juego. La parte de acción es muy correcta y desenfrenada, precisa. La sensación de estar jugando a un hack and slash es absoluta, especialmente marcada por la IA de las decenas de enemigos que saldrán a nuestro paso, la mecánica de atacar y cubrirse o las embestidas de los enemigos de mayor tamaño e importancia.
Cada personaje tendrá unas armas, habilidades de inicio, y estilo de combate característicos, claro está. El enano, como era de esperar, es tosco y domina las armas a dos manos mientras que el elfo es un tirador de arco perfectamente preciso y más ágil en su movimiento. El punto intermedio lo asume el dúnadan, hábil con cualquier maestría pero sin especialización en ninguna, aunque esto lo podremos arreglar ya que todo el sistema de mejoras deja llevar a cada personaje libremente por los derroteros que más nos gusten, aunque sin desequilibrar el trío de estilos, algo que el juego medirá bien para que no haya situaciones de atasco por haberse centrado demasiado en un estilo de personaje concreto.
Subir de nivel y mejorar en general es sencillo e intuitivo. En una completa base de datos, tendremos que ir redefiniendo el perfil de nuestro protagonista escogido, pudiendo ver también cómo va el de nuestros amigos cooperadores, o los de la CPU en su defecto, ya que War of the North podrá ser jugado en solitario pero siempre contará con el trío de personajes protagonista. Mediante niveles que rellenar con diversas marcas de colores, tendremos que mejorar en parámetros como la rapidez, la fuerza, el aguante físico o la quietud y estabilidad al disparar el arco. Estos cambios se notan en cuanto volvemos a pulsar Select para salir del menú de mejoras e inventario, también importantísimo en un Action-RPG.
La exploración está servida con bifurcaciones de caminos y algunas prometidas áreas más abiertas, como bosques o montañas. El nuevo Lords of the Rings quiere batir un nuevo récord en el número de objetos coleccionables e interés por obtener los mejores equipos y objetos, algo que le da un punto de pique con nuestros compañeros de aventuras para recoger todos los ítems que encontraremos, dejan los enemigos al morir o se halla en barriles y cajas de los escenarios, directamente destruibles. No cabe duda de que habrá puzles, muchos, todos ellos proponiéndonos ser resueltos entre los tres, un nuevo acierto cooperativo.
Buena apariencia visual incluso a pantalla partida para el renacimiento de la marca El Señor de los Anillos. La Guerra del Norte es un espectáculo técnico considerable, con decenas de enemigos en pantalla intentando golpearnos a la vez, combates de shooter en tercera persona con coberturas y hasta infiltración muy limados y espectaculares, entornos detallados y respetuosos con la estética de las películas y libros, personajes muy bien recreados y animados La marca necesitaba un lavado de cara gráfico así y este juego se lo va a imponer bastante bien.
Si todo va en la misma línea de lo que hemos visto hoy, La Guerra del Norte es un enorme juego especialmente a tener en cuenta y digno de las máximas esperanzas para los fans incondicionales de la franquicia. Poco o nada sabemos sobre su trama salvo que aparecerán numerosos personajes de los libros, localizaciones clave, habrá giros y toda la mecánica jugable tendrá explicaciones. Es una apuesta rolera muy tradicional que sabe en cambio adaptarse a la potencia técnica de hoy y las dinámicas de más éxito actualmente, como los hack and slash y los shooters en tercera persona, todo ello llevado hasta un modo constante para tres jugadores a través de internet o en una misma pantalla. Nos alegra muchísimo un regreso así de los juegos inspirados en las historias del Anillo. Otro a tener en cuenta para finales de este año.
El Señor de los Anillos: La Guerra del Norte
- Acción
- RPG