[E3] Journey, Impresiones

Hay compañías que nacen con vocación artística, y además son capaces de aunar una jugabilidad a sus títulos totalmente diferente a lo establecido. Una de esas compañías es ThatGameCompany, con Keellee Santiago y Jenova Chen a la cabeza. Sus manos han 'parido' juegos tan inspiradores, relajantes y llenos de solemnidad como 'Flow' o 'Flower', donde casi el objetivo primordial es 'disfrutar' del juego. Sin marcadores, sin escenas grandilocuentes y sin extremismos. Sus ideas, plasmadas en la pantalla destacan por su belleza y su simplicidad, la espiritualidad que desprenden se unen a un ritmo de juego pausado, lento, y al mismo tiempo con una dinámica de movimiento que los hace únicos. PSNetwork y PSP han tenido la suerte de poder contar los dos títulos anteriores, y la red de PS3 podrá hacerlo con su nuevo trabajo: Journey.

'Journey' es, como bien dice su nombre, un viaje, pero a lo desconocido con nuestro personaje en pantalla (también desconocido) hacia un lugar que se vislumbra en el horizonte (una montaña con un haz de luz en su cumbre) y que, curiosamente, tampoco sabemos qué posee en su meta. Journey destila en todo momento la fe y la confianza que el personaje pone en su viaje, y nuestro interés por saber qué ocurre allá arriba va subiendo conforme nos trasladamos por los escenarios hacia nuestro objetivo. Por lo que hemos podido ver hasta ahora, el desierto es el escenario por el que nos moveremos (un desierto espectacular, gigantesco, con una sensación de profundidad excelente) pero existen otros entornos por los que nos moveremos según vayamos avanzando, y que hasta ahora no se han podido ver.

Algo que destaca en Journey es la ausencia total de indicadores (en este sentido y en algún otro más nos recuerda a otra joya de los juegos descargables: Limbo); la única indicación es la montaña al fondo, hacia la que nos dirigimos, pero durante el transcurso de la aventura no tendremos otro objetivo que viajar, conocer lugares que encontraremos a nuestro paso y sumar vivencias para el personaje. El diseño del mismo nos indica que no se trata de un humano, y su diseño irá cambiando según vayamos jugando y nos encontremos por nuestro camino con las áreas a visitar. Según ThatGameCompany, podremos encontrar 4 o 5 diseños distintos según lleguemos al final del juego, ya que todo el viaje es un proceso de transformación, donde el personaje busca encontrar quién es, su sentido y su objetivo final.

La sensación de soledad es impresionante, de ser un ente perdido en un mar de arena. Para evitar esta soledad, Journey se presenta como un juego online muy especial en su parte multijugador. No es cooperativo ni competitivo, si no más bien una nueva experiencia múltiple donde los personajes pueden viajar juntos hacia su destino, interactuando con el escenario en los puntos concretos pero sin ninguna especie de competición por llegar antes a ninguna parte. Compartir junto a otro el viaje, las vivencias que van pasando en el juego, es como un viaje por una vida -acelerada- hasta su fin último, donde lo único que se gana son sensaciones y experiencias. No hay ningún tipo de comunicación entre los personajes más allá de la visual que implican los propios movimientos de los personajes en los desplazamientos o saltos.

Durante la aventura y su desarrollo, los personajes pasarán por zonas con algún tipo de edificación, donde flotan o se encuentran algún tipo de elemento volador que hay que alcanzar o sacar a la luz. Una vez hecho esto, hay que entrar en contacto con esos elementos, que nos darán poder para saltar más alto y planear durante un largo rato. En nuestro deambular por las dunas (con unos efectos de desplazamiento magníficos, donde parece que podemos hasta deslizarnos 'surfeando' la arena, mostrando un efecto sobre la arena típico de la compañía, algo ya visto en este mismo estilo en 'Flower' sobre la hierba) y al saltar iremos consumiendo los poderes que nos dan los elementos antes nombrados, y que se reflejarán en el vestuario de nuestro protagonista.

Cuantos más cojamos, más veces podremos saltar y planear, lo que visualmente se ha diseñado con una especie de signos sobre un tipo de cinta que posee el personaje. El objetivo de Santiago y Chen es hacer que el personaje se sienta pequeño, inseguro y perdido, y que encontrar a otro jugador por el camino se convierta en un gran momento de contacto con los demás. Para ello se utiliza un sistema que busca automáticamente jugadores que estén online en ese mismo momento y que se encuentran geográficamente -en el mapeado, obviamente- cerca de tu personaje para que se encuentren.

La finalidad de Journey es, como hemos dicho, llegar a la cima de la montaña para saber quién es el personaje, pero al mismo tiempo podremos averiguar qué ha pasado en ese mundo. Si jugamos acompañados de otro personaje también veremos cómo nos afecta su compañía, cómo nos vamos transformando y cómo lo va haciendo el compañero. La base del juego es AVANZAR, el movimiento en sí, y cómo todo ello afecta al desarrollo del personaje. Una vida desde el inicio -comienzo del juego-, pasando por la madurez y desarrollo -cómo nos va transformando el camino- y finalmente saber quiénes somos y qué hacemos. Journey plantea cuestiones sin ni siquiera hacerlo conscientemente, al mismo tiempo que nos da destellos para que nosotros mismos creemos lenguajes con nuestro acompañante. Un juego así no se ve todos los días, y es una suerte que gente como ThatGameCompany existan. Sin fecha de salida aún en PSNetwork en exclusiva, Journey ha pasado ya directamente a ser uno de nuestros preferidos.