[E3] Legend of Zelda: Skyward Sword, Impresiones
El Wii MotionPlus demuestra su poderío y precisión poniéndonos en la piel de un Link más maduro en esta nueva aventura que será aún más grande que Twilight Princess y nos hará surcar los cielos en busca de la Skyward Sword. Degustamos con detalle en el E3 de Los Ángeles el que quizá sea el último gran juego de Wii.
El nuevo y esperado Zelda de sobremesa llegará antes de que acabe el año. Así lo confirmó ayer por la tarde en la conferencia de Nintendo Reggie Fils-Aime. El E3 nos ha dejado probar tres nuevas partes de esta aventura que nos llevará de vuelta a Hyrule y sus mágicos pueblos y personajes temáticos. Skyward Sword es un título central de la franquicia, una apuesta sobre seguro por la integración absoluta del Wiimote en el juego y uno de los mejores productos que tendrá la plataforma en todo su catálogo, ya en rampa de salida tras el anuncio de su sucesora, Wii U. La cola para probar más de este nuevo Zelda pensado exclusivamente para la consola con control de movimiento era enorme pero no podíamos dejar atrás la nueva demostración que Nintendo ha preparado para la ocasión, una lección jugable de cuáles son sus novedades, aspecto técnico y por dónde se ha acabado llevando el manejo de Link y los numerosos objetos que dominará.
Zelda Skyward Sword cuenta una historia más de la franquicia, un capítulo inconexo que nos presentará como si no lo conociéramos de nada al elfo protagonista, partiendo desde cero en su inventario, corazones de salud y rasgos psicológicos, como viene siendo habitual en los juegos de la licencia desde hace ya 25 años. El nuevo Link es una evolución del que vimos en Twilight Princess. Aunque seguirá sin articular palabra -otro clásico- ahora su personalidad estará mejor definida, es un personaje más redondo y profundo, ya no siendo el tímido niño que debía aprender en soledad todos los valores importantes de la vida. Link ahora se relaciona mejor, recorre entornos con mucha vida y amigos, y se enfrentará a desafíos enormes y más trascendentales de lo habitual.
Así nos lo ha demostrado la demo. Nada más empezar, probamos el nivel de mazmorra incluido en esta considerable degustación. Se trata de una estancia circular con varias puertas cerradas ante las que tendremos que encontrar llaves. Link aquí ya dispone de la libélula teledirigida, el arco, las bombas y, claro está, la espada y el escudo. El Nunchuk hace que el personaje se proteja con este último y el Wimote sirve como arma, con un reconocimiento absolutamente preciso de los trazos que hagamos y la posición y altura reales de nuestro brazo trasladados a la pantalla. Gracias al enorme trabajo realizado con la implementación del Wii MotionPlus el sueño de Wii y las espadas se hace aún más real en Skyward Sword, aprovechado con, por ejemplo, enemigos con diferentes zonas vulnerables donde tendremos que atacar con precisión, con tajos diagonales, verticales u horizontales, bajos o altos, y a diferente velocidad. Es una de las mejores experiencias de Wii en este sentido, y hace a los combates bastante profundos y variados, sobre todo si no pulsamos Z para fijar el objetivo -lo que automatiza un poco estas peleas a espadazos-. Estamos ante el sistema de lucha más completo de la saga.
El uso del arco y el tirachinas no se queda atrás. Como si de WiiSports Resort se tratase, el apuntado en primera persona en pantalla es inmediatamente preciso y sin retardo alguno. Solo con practicar un poco nos hemos dado cuenta de que lejos queda aquella experiencia de Twilight Princess con el boomerang o el tirachinas. Skyward Sword consigue un control tan absoluto trasladado a las manos del jugador que no se hace para nada pesado apuntar a la pantalla, desplegar las armas o liarnos a espadazos. Obviamente, sobre esto último, volveremos a poder simplemente agitar el mando sin hacer trazos largos ni esfuerzo y que la consola interprete lo que pueda. El lanzamiento de bombas se hace ahora con un gesto de muñeca y la libélula teledirigida responde sorprendentemente bien a nuestra inclinación del mando, teniendo que atravesar con ella auténticos tubos de obstáculos para conseguir objetos inalcanzables, como hemos visto.
Link también volará a lomos de los enormes pájaros de colores que coprotagonizan esta entrega. Su manejo es similar al de la libélula, salvo porque tienen hasta tres acelerones que podremos recargar con el tiempo. Se han confirmado varios minijuegos con ellos, como carreras y persecuciones. De hecho, la segunda parte de la demo que nos ha enseñado Nintendo era una persecución entre amigos, una especie de juego del pilla-pilla donde todos corrían detrás de uno de los niños. El cielo completamente abierto salpicado de algunas construcciones y rocas flotantes era el escenario que hemos podido ver para manejar a esta inédita criatura, acompañante también de Link e indudablemente importante en la trama y el día a día de esta nueva visión de Hyrule.
Los enfrentamientos contra criaturas descomunales reaparecen en Zelda como no podía ser de otro modo. Link deberá hacer uso de todas sus habilidades (colgado de salientes y cuerdas incluido) para acabar con los enormes enemigos que saldrán a su encuentro y presiden las escenas más épicas de este tan maduro Zelda. Fuego, agua, tierra o electricidad, todo vale para dotar a estos colosos de la capacidad de intimidarnos. Las mecánicas que seguirán se han ampliado, como hemos visto, y ya no son encuentros con razonamientos tan sencillos como los habituales en la saga. Ahora tendremos que ingeniárnoslas para averiguar cómo dañar a estos monstruos, lo que recuerda en parte al inolvidable Shadows of the Colossus, clara inspiración recíproca con esta marca de Nintendo.
Los botones asignados a cada acción que llevará a cabo este renovado Link no son como los que teníamos en el anterior Zelda de Wii, Twilight Princess, ni mucho menos. El accesorio del mando hace que muchas acciones puedan llevarse a cabo a la perfección con movimientos y apuntado rápido, como por ejemplo la selección de armas, ahora en tiempo real cuando desplegamos la ruleta de equipo con el gatillo B. El arco se basa en apuntar a la pantalla y simular mandos en mano que estamos disparando esta herramienta. Ningún botón para cargarlo o hacer zoom a donde queremos llevar nuestras flechas, todo de manera inmersiva y creíble.
Muchas de las polémicas que levantó Zelda cuando se vio por primera vez en movimiento el año pasado venían de su apartado técnico, mezcla de realismo poligonal con dibujo y coloreado de aspecto manual. Lo que hemos visto en este E3 dista bastante de lo que enseñó Miyamoto hace casi un año. Skyward Sword es, simplemente, uno de los juegos más sólidos que tndrá Wii, al nivel de los Super Mario Galaxy, Super Smash Bros Brawl, The Conduit o Metroid Prime 3 Corruption. Potencia y estética exclusiva para un juego que lleva más de dos años en desarrollo y ha sido directamente pensado única y exclusivamente para esta consola, sacando por supuesto partido a todo su potencial gráfico.
Las luces dinámicas y sombras, el nivel de detalle o incluso la representación de materiales como la roca y el agua nos ha sorprendido. No es realista porque su boceto artístico no lo quiere así, pero tienen una apariencia inmejorable y preciosista, muy sugerente y consecuente con la tarea de conseguir un marco mágico para toda la aventura. El nuevo protagonista también se comporta visualmente como todos sus fans esperarían, con el mejor aspecto que hayamos visto nunca de él. No nos ha dado esta buena sensación el diseño de los personajes secundarios, como aldeanos o amigos. Por otra parte, tampoco termina de convencernos el giro de cámara, solo posible si pulsamos Z y la colocamos tras Link bruscamente o con la vista en primera persona, activada con C. Aún hay tiempo para perfilar estos aspectos y estamos muy seguros de que así se hará, porque realmente destacan negativamente al lado del resto del conjunto técnico.
Skyward Sword será una buena obra de despedida de Nintendo Wii. Se nota desde los primeros minutos con él que es un juego ideado para esta plataforma e imposible en cualquier otra. Esencia Zelda al cien por cien aderezada de un enfoque más adulto de toda la trama y personajes, un apartado visual tan característico como bien ideado y absoluta jugabilidad inmersiva que consigue por fin que no dé pereza ejecutar los movimientos. Este E3 no ha hecho más que despertar de nuevo nuestras ganas de tenerlo por fin dentro de nuestras blancas consolas y disfrutarlo de principio a fin. Nintendo ya nos ha prometido que esta Navidad podremos vivir esta nueva epopeya de Link. Buenas noticias.