Dungeons & Dragons: Daggerdale
- PlataformaPS3360PC5
- GéneroAcción, RPG
- DesarrolladorBedlam Games
- Lanzamiento01/05/2011 (PS3)25/05/2011 (360)08/07/2011 (PC)
- EditorAtari
En las minas de Daggerdale.
Después de tanto tiempo sin un Dungeons & Dragons bien hubiéramos podido esperar un poco más. Nuestro viaje por Daggerdale es largo?demasiado largo.
La antigua Merrydale, una región inundada por sombríos bosques y colinas rocosas, es el nuevo escenario para el último título de la franquicia Dungeons & Dragons. Tal como se la conoce ahora, la región de Daggerdale, es el centro de atención de Rezlus un comandante de los Zhentarim, señor del mal, y para conquistarla crea una torre mágica donde habita en su zona más alta. Reunidos por la hechicera Lorin Aria, nuestro objetivo será subir esa misma torre, cruzando minas y diferentes entornos de Daggerdale para poner fin a la amenaza de Rezlus. De hecho, una cut scene de poco más de un minuto es toda la historia que tendremos.
Ya de entrada, las primeras decisiones que nos encontramos en D&D Daggerdale parecen no ser del todo acertadas. Nuestra primera medida será escoger que personaje queremos que nos represente en tan difícil misión. Las clases ya están pre-seleccionadas, permitiéndote escoger entre un humano guerrero, un elfo pícaro, un halfling mago y un clérigo enano pero sin poder cambiar de sexo ni raza. Por ejemplo no puedes ser un mago mujer o cualquiera que no esté asignado previamente, limitando en exceso las posibilidades de personalización.
Cada clase tiene su propias habilidades, ataques a corta y larga distancia y diferentes poderes. Cada nivel ganado te da un puñado de puntos que tendremos que distribuir en nuestros diversos poderes. Los botones pueden ser personalizados y nuestro guerrero puede ralentizar, envenenar, quemar o dejar inconscientes a los enemigos, pero aun así es muy limitado ya que con un nivel máximo de 10 que te permite el juego, uno no se puede recrear mucho en la evolución del personaje.
Daggerdale es el primer videojuego en utilizar las reglas de la cuarta edición (tenemos nuestras dudas de que funcionen adecuadamente en un videojuego de este tipo), pero fracasa cualquier intento de hacer olvidar a los dados. Se dirige sin más a ser un hack and slash de los normalitos, de los muy normalitos para ser precisos. Pero un hack and slash donde nos encontraremos con escenarios faltos de vida, con personajes no jugables inmóviles en todos los sentidos y enemigos que aparecen de la nada continuamente, sin que puedas imaginar cuanto tiempo durará la oleada enemiga.
Uno tiene tendencia a pensar que cuando la acción tiene un papel tan importante en un juego, los combates deberían evitar ser monótonos, sosos y sin ningún tipo de táctica. El problema se acrecienta cuando queremos jugar el modo campaña para un solo jugador porque la IA no lleva a ningún compañero y tu sólo, independientemente del personaje que hayas escogido, te enfrentaras a las inacabables mazmorras y a las continuas oleadas de enemigos haciendo la tarea nada sencilla cuando llevemos un buen rato.
En nuestros viajes por los caminos de Daggerdale, encontraremos multitud de barriles y cofres con monedas y todo tipo de pociones que sin duda nos harán falta. Y además nos tocará grindear bastante para superar algunas batallas finales. Las misiones y submisiones no aportan nada nuevo, ni a la historia ni a la originalidad. En realidad se trata de simplemente ir a tal lugar para acabar con tal personaje. Tampoco iría mal un diario para llevar por escrito un registro de nuestras misiones. En general, en ningún momento se consigue que tengamos cierta afinidad con la ambientación que rodea al juego.
La mejor parte sin duda es el multijugador. Hay cierta diversión en ese multijugador de hasta 4 jugadores; cuando funciona. Inestable como pocos, los jugadores caen continuamente, pero cuando funciona, es el mejor modo de jugar a Daggerdale. El nivel de los enemigos aumenta para hacer que la experiencia multijugador sea más gratificante e incluso los jugadores comparten el oro encontrado, así que utilizar el multijugador para grindear es una más que buena opción.
El juego es largo (unas 10 horas si no queremos sacar todos los trofeos) y barato, y en su modo multijugador tiene sus dosis de divertimento, pero en general esta devastado por incontables bugs que acaban fastidiando la poca experiencia agradable que podría tener. Como ya viene siendo habitual ya hay parches en camino pero va a costar el tener paciencia para esperarlos. Sus monótonas batallas y quests no ayudan a mejorar la experiencia. Daggerdale viene subtitulado en español.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.