Shigeru Miyamoto: diversión, arte y originalidad desde Japón

16 de noviembre de 1952. 58 años. Sonriente, capaz y activo. Nintendo le debe mucho. Los jugadores le debemos mucho. Shigeru Miyamoto, nacido en Sonobe, Kyoto (Japón), es la figura mayúscula de la industria del videojuego, un referente tanto para otros gigantes de la creación de videojuegos como por los pequeños estudios que inician su andadura a través de humildes títulos descargables. El artífice de sagas como Mario, The Legend of Zelda o Donkey Kong se graduó en el Kanazawa Municipal College of Industrial Arts y pretendió en sus inicios dedicarse al mundo del manga. Afortunadamente terminó haciendo videojuegos.

Por segundo año consecutivo, el artista japonés perdía esta semana el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. La industria nacional se estremecía al conocer que los prestigiosos galardones volvían a no tener en cuenta a quien ha recibido reconocimientos por todo el mundo: desde la posición Chevalier of the French Ordre des Arts et des Lettres concedida por el Ministerio de Cultura de Francia, a la primera persona introducida en el Salón de la Fama de la Academy of Interactive Arts and Sciences, sin olvidar que la revista TIME lo consideró en 2007 y en 2008 como una de las personalidades más influyentes en todo el mundo. Ni hablamos ya sobre los reconocimientos obtenidos en su país de origen.

Un humilde comienzo

Sus primeros pasos profesionales los dio en la Nintendo de Gunpei Yokoi, quien actuó como su mentor en la gestación de obras clásicas de la firma nipona. Las recreativas de Nintendo despertaron el interés de Miyamoto, que trabajó en Sheriff y Radar Scope. Poco después recibió la inolvidable tarea de crear un nuevo hit para las máquinas que tanto furor causaban en los locales de Japón pero que no terminaban de triunfar en Estados Unidos, donde el poderío de Atari era más que palpable. De ahí surgió Donkey Kong y Jumpman que sería bautizado como Mario.

Los antológicos paseos de juventud que Miyamoto realizó por los bosques y las cuevas de Sonobe terminaron inspirándole para su segunda creación: The Legend of Zelda. Tanto Mario como la saga protagonizada por el heróico Link disfrutan de 25 años de nutrida existencia con un amplísimo y excelso catálogo de lanzamientos. Los originales Super Mario Bros. y The Legend of Zelda dieron paso a iteraciones más y más complejas como Mario 64 u Ocarina of Time, e incluso a evoluciones externas llevadas a cabo por estudios como Rare, que realizó una magnífica transformación de Donkey Kong.

Originalidad y riesgo

Más allá de la labor creativa de Miyamoto durante las últimas dos décadas del siglo XX, el japonés ha sido la figura clave en el desarrollo de Wii y Nintendo DS, consolas líderes en sus segmentos de mercado durante la actual generación. La idea de integrar dos pantallas (una de ellas táctil) en una portátil sonó tan o más extraña que la de apostar por un mando con sensor de movimiento, pero la multinacional, incitada por los sueños del creativo, se lanzó a la piscina sin dudarlo. Satoru Iwata, cabeza visible de Nintendo, nunca puso en duda la visión innovadora del padre de Mario.

Ideas locas que apelan a un público más amplio como Wii Fit, que han conseguido expandir la audiencia base del ocio digital y que, además, han obligado a la competencia a actuar de manera similar pese a mostrarse inicialmente contrarias a los controles por movimiento. Jack Tretton cambió su "plato de langostas" por un producto llamado Playstation Move que tomaba de base la idea transmitida por el "caramelo" de Nintendo.

The Legend of Zelda Ocarina of Time al borde del lanzamiento en un mes, Shigeru Miyamoto tiene puestos sus objetivos en la sucesora de la prolífica Wii, Project Cafe. A falta de que la consola se presente durante el inminente E3 de Los Ángeles, la rumorología apuesta por un hecho rotundamente claro: la siguente consola de sobremesa seguirá cimentándose en la originalidad y el riesgo. Su mando con pantalla y capaz de "transmitir sentimientos" concederá un nuevo prisma al ocio digital.

The Legend of Zelda Skyward Sword será la siguiente iteración para la saga de la princesa de cabellos dorados, aunque a buen seguro que el japonés ya inventa nuevas mazmorras para la Hyrule de Project Cafe. También Mario revivirá en Nintendo 3DS y en la próxima sobremesa con un juego, según las especulaciones, que supondrá una revolución jugable a la altura del salto dado por Mario 64. La esperada tercera entrega de Pikmin, una de las sagas más recientes del japonés, también hará acto de presencia en el catálogo del sistema. Incluso se especula con la creación de una nueva propiedad intelectual a manos del artista nipón.