DiRT 3, Impresiones
Ser el mejor juego de rallies de la historia. Con esa desorbitada ambición llega en dos semanas Dirt 3, que ya hemos probado en profundidad y que nos ha demostrado que argumentos para ello no le faltan. Lo nuevo de Codemasters consigue llevar la física de la conducción extrema una marcha más arriba, introduciendo decenas de elementos que afectarán al peso, tracción y comportamiento de los vehículos y multitud de condiciones y parámetros para personalizar nuestro estilo de juego. Cantidad de contenidos, multijugador completo y espectáculo asegurado con el rompedor modo Gymkhana, que nos pondrá al volante de las mejores bestias en arriesgadas pistas freestyle.
Rugen los motores ante un nuevo encuentro con el rally que pretende ser histórico y principal en la generación de consolas actual. Tras un salto a los sistemas de hoy notable con los dos anteriores capítulos, la tercera entrega de la que antes era la saga Colin McRae aspira a superar todas sus marcas y las de sus competidores llevando el off-road a su máxima expresión. Presupuestos astronómicos, co-desarrollo con grandes nombres del motor y colaboración estrecha en los ajustes de la jugabilidad con pilotos de la talla de Ken Block o Kris Meeke para un título que pretende dejar una huella imborrable en este barrizal estancado que empezaban a tener que soportar los juegos del género. Dirt 3 puede ser ese trompo espectacular que marque unos años de sequía en la quema de ruedas concienzuda. Os desvelamos cuáles son sus cuatro ruedas, sus cuatro inigualados alicientes.
Comportamiento verosímil
Si algo buscan los juegos de coches realistas desde hace unos años, es conseguir un balance perfecto entre diversión y simulación. Codemasters, una de las compañías más veteranas en el género, ha apostado fuerte esta vez por este componente. El equipo de Dirt 3 tuvo claro desde su concepción que la única forma de dar a los jugadores una experiencia frenética sin menospreciar una realista para los seguidores de la conducción extrema profesional era conseguir que absolutamente todos los vehículos del juego, decenas, tegan un comportamiento verosímil y hábilmente diferenciado para elección de los pilotos -en este caso los jugadores-, tal y como sucede en las carreras. Esto suponía medir y experimentar con paciencia cada uno de los pesos, motores, frenos, tracciones delanteras y traseras, neumáticos o cambios de marchas, de manera que cada marca se hiciera reconocible para los expertos solo con manejar los distintos modelos durante unos segundos.
Una vez probado el juego durante varias horas, hay que decir sinceramente que esta meta alcanzada solo por Gran Turismo, Forza Motorsport y algunos otros pocos nombres de la conducción virtual se ha logrado satisfactoriamente y batiendo una nueva altura de listón para la saga Dirt. Los verdaderos asiduos al mundo del motor podrán reconocer sin mirar las carrocerías qué coche están manejando solo con atravesar unas pocas curvas. El respaldo de las marcas de automóviles frecuentes en el género rally ha sido aquí vital, para diferenciar perfectamente las respuestas que podamos obtener con bólidos tan distintos como un Audi Quattro, un Abarth Grande Punto, un Citroen C4 o el mítico Toyota Celica. Dirt 3 repasa el mundo del rally de los últimos 50 años -de los 60 a la más vigente actualidad- lo que conforma un enorme garaje de coches, circuitos y carreras en general de todas las épocas y estilos de competición, todo ello fielmente trasladado a la jugabilidad y el manejo, como decimos.
A todo esto hay que sumar una completísima interfaz de personalización técnica de los vehículos y las pistas. A los primeros podremos ajustarles a nuestro gusto parámetros que determinen la dificultad de juego como el ABS, el cambio automático o la autofrenada en curvas; y otros más avanzados y personales, como el diferencial, la suspensión, la carga aerodinámica o el repartidor de frenada, notando los ajustes rápidamente en cuanto los ejecutemos. Sobre los circuitos, podremos disputar las carreras con diversas condiciones climáticas que afectarán de forma tangible al comportamiento de los coches y nuestro juego. Desde tormentas gélidas que por primera vez en la franquicia llenarán de nieve cada curva determinando cómo enfrentarnos a ellas hasta barrizales, charcos de la lluvia, viento o poca visibilidad por niebla o la noche más cerrada. La variedad está asegurada y cada encuentro promete ser diferente durante muchas sesiones con el juego.
Semejante realismo de manejo no luciría tanto sin un apartado gráfico y de físicas a la altura. Dirt 3 es tan vistoso en diseños, animaciones, iluminación o poligonado como se venía prometiendo y cabría esperar, pero aún resulta más espectacular en su tratamiento a las partículas y los propios coches sobre las distintas superficies en las que corerán. Casi podremos sentir en nuestras manos el barro, la hierba el asfalto o la nieve cuando pasemos por encima -también fomentado por una vibración del mando diferenciada para cada situación, bache y suelo- y todas las colisiones, derrapes o acelerones sobre estas superficies tendrán su respectivo despliegue de partículas en pantalla. El polvo es otro de los elementos fielmente tratados en Dirt 3, levantándose auténticas nubes cuando 4 o 5 coches atraviesen las montañas de arena de Kenia o un charco de un húmedo bosque de Finlandia.
Accesibilidad y equlibrio
Dirt 2 recibió algunas críticas por su exagerada atención a los jugadores menos habituados en las carreras descuidando la llamada experiencia hardcore. Los responsables de esta tercera entrega han querido tener muy en cuenta aquel feedback recibido y han buscado que todo en Dirt 3 sea respetuoso con los dos tipos de jugadores, los novatos y los avanzados. La solución a semejante problema implementada es algo simple pero desde luego efectiva: podremos elegir entre varios niveles de dificultad o personalizaar nosotros mismos los ajustes de jugabilidad, como que las pistas nos indiquen la mejor ruta y velocidad para tomar cada curva, los comentarios del asistente, autofrenada al girar o el nivel de inteligencia y competitividad de los contrincantes manejados por la CPU. Sin duda, Dirt 3 denomina "experiencia pura Dirt 3" a su modo Avanzado, el más difícil de los disponibles y radicalmente enfrentado a la modalidad Principiante, que casi no requiere ni soltar el acelerador en ningún momento ni por supuesto usar freno de mano en cada curva o los cambios de marcha, ya que los ejecuta de manera semiautomática. Este modo de juego es ideal no para los que hayan jugado poco a juegos de coches, sino para los que nunca hayan tenuido un mando entre las manos, ya que es ridículamente sencillo ganar así. La configuración por defecto será la Intermedia, aunque podemos recomendar desde ya a los seguidores del género la Avanzada.
Brutalidad sobre cuatro ruedas
El juego dedicará un 60% de sus carreras al rally puro y duro mientras que se intercalan en sus diferentes campeonatos otros subgéneros del deporte automovilístico extremo, como el head to head (cara a cara contra un único oponente), la exhibición de derrapes o las carreras en abarrotados estadios. Esto hace menos repetitivos sus modos Campeonato (principal) y Multijugador. Cada modalidad está bien diferenciada y será introducida por los técnicos ayudantes que irán acompañando al jugador en su aprendizaje con el juego, doblados al castellano. La brutalidad y el frenetismo parece que se mantendrán en todos y cada uno de los tipos de competición, dando mayor destreza al corredor a medida que dominemos técnicas y trazados.
Pero hablemos de lo más importante. Si algo conseguirá Dirt 3 por encima de todo, es introducir un estilo innovador en la conducción como es la Gymkhana. Este modo especial tratado como premio por superar varias etapas y temporadas nos propone dejar constancia de nuestra habilidad con el volante en entornos freestyle, siguiendo los pasos de grandes del espectáculo motorizado, como Ken Block, al que podéis ver en plena e increible Gymkhana real en este popular vídeo. Tendremos que hacer trompos, saltar desniveles, derrapar bajo camiones o llevarnos por delante bloques de plástico para hacer las máximas puntuaciones posibles y crear espectáculo puro, aderezado de todo el destrozo de los coches que podamos imaginar, con una puesta en escena realista y que los va despiezando según nuestras acrobacias. Los coches a controlar, todos modelos reales, incluyen el de Block, "verdaderamente realista en su manejo", según ha señalado el propio piloto. Estos vídeos con repeticiones y todos los del juego los podremos subir a YouTube desde el propio título con una denominada Cuenta VIP, de la que aún se desconocen los detalles de su adquisición y todas las ventajas adicionales que tendrá.
Una larga carrera por delante (muchos contenidos y ajustes)
Dirt 3 se abre con el modo Campeonato, el principal para un jugador y base de todos los aprendizajes y contenidos principales a desbloquear. Con contrato para seis temporadas, el juego irá sucediendo una tras otra, cada una bastante larga, con cuatro campeonatos y cada uno de éstos con varias pruebas a disputar, de diferentes estilos, localizaciones, vehículos disponibles y condiciones. Con nuestro avance a través de las competiciones, iremos ganando reputación y las marcas se interesarán en nosotros ofreciéndonos representarnos y más características técnicas y estéticas para nuestros vehículos personales. Todos los nombres importantes del deporte extremo desde los 60 hasta hoy están en Dirt 3, como Castrol, Brembo, Alpinestars, DC, Osiris, Monster Energy Drink... y demás marcas participantes. Los campeonatos están patrocinados por ellas y todos los coches van cargados de pegatinas como en la realidad. Al superar una prueba, según nuestro resultado obtendremos una puntuación que sirve para abrir las siguientes. Siempre podremos elegir entre varias pruebas disponibles a la vez por si nos vemos atascados y queremos ir variando. Pero el juego requerirá como mínimo conseguir acceder al podio en todas.
Desbloquear todo el contenido del título promete llevarnos muchas horas, según Codemasters. Al modo Campeonato hay que sumar varias modalidades multijugador online y a pantalla partida en todos los tipos de competiciones, incluida la Gymkhana. Hasta ocho jugadores podrán competir a través de internet, comparar marcas, compartir vídeos de repetición o ver los logros desbloqueados. También tendremos la opción de carrera libre y contrarreloj. En Mi Dirt, donde podremos consultar todas nuestras estadísticas, vehículos desbloqueados con nuestros puntos de reputación en cada modalidad o parámetros más utilizados. En todo momento estaremos acompañados por los técnicos, quienes nos explicarán cada modo y hasta nos llamarán por nuestro nombre, al haberlo seleccionado de una gran lista expuesta en la primera partida y bajo el que se guardará nuestro perfil de jugador.
¿El rally definitivo?
Dirt 3 está llamado a romper moldes dentro del género de la conducción extrema. Si sus dos anteriores entregas no terminaron de encantar a los aficionados a la saga Colin McRae, este nuevo capítulo ha estado desarrollándose con total atención hacia los usuarios habituales de la marca de Codemasters sin menospreciar a los que quieran descubrir este enorme universo automovilístico. Mejoras en todos sus apartados técnicos, un cuidado especial en que cada coche responda como su homónimo en la realidad, cientos de elementos desbloqueables y de configuraciones, y el protagonista modo Gymkhana hacen de este nuevo juego una absoluta promesa dentro del género, viniendo respaldado por prácticamente todas las marcas del deporte motorizado. Nuestras primeras impresiones con él son tremendamente favorables y nos han sorprendido las aspiraciones con que llega y los nuevos caminos elegidos por su desarrolladora para estar más a la altura de las expectativas que hayan podido generarse en torno a él. Su éxito en la carrera ahora dependerá de si las buenísimas sensaciones que transmite al principio se mantienen durante las largas sesiones que todo jugador querría dedicarle. En unos días lo sabremos, cuando el título llegue a esa deseada meta que son las tiendas.
