Thor: Dios del Trueno
- PlataformaPS333603PSP
- GéneroAcción
- DesarrolladorLiquid Entertainment
- Lanzamiento29/04/2011
- EditorSEGA
Injusticia Divina
Las adaptaciones de cómic a película comienzan a dejarse llevar por las influencias de otra clase de adaptaciones, las que convierten una película en videojuego. A veces notables, otras sencillamente omisibles, la última apuesta de Liquid Entertainment se pierde en derroteros que no terminan de acercar al jugador la verdadera esencia de Thor, ni tampoco la de la película, ni que decir tiene de un verdadero juego de acción. A medio camino entre la búsqueda de lo original y la total confusión de los valores que se presentan, el héroe de moda no tiene suerte en su gran' aventura.
Poca suerte han corrido las últimas adaptaciones de película a videojuego. Poca o ninguna, a decir verdad, si se analiza concienzudamente el ámbito que está íntimamente relacionado con las adaptaciones de cómic que saltan al celuloide y después, por diversos motivos -en su gran mayoría puramente comerciales-, ensucian su nombre probando suerte en la industria de los videojuegos. Este mundillo' no sigue a raja tabla los mandamientos que suelen derivar en un éxito total en el mundo cinematográfico, donde una reputada licencia puede ser justificante de cientos de miles de entradas vendidas directamente para engordar las arcas de cualquiera que sea la distribuidora que se ha arriesgado para promocionar el producto.
De un tiempo a esta parte ha disminuido la candencia respecto al daño que hace una licencia mal aprovechada en alguno de los dos mundos mentados en el párrafo anterior. Ahora el procedimiento se ve como un movimiento que se realiza casi por inercia, sin el menor sentido de la ética o del respeto hacia una figura que se ha conservado en lo más alto del estrellato durante una o varias décadas. Los héroes de los cómics de acción de toda la vida' han acabado por desfilar en cintas de dudosa calidad, algunas más afortunadas que otras. En estas líneas no se discute el buen hacer de directores, productores y demás parafernalia relacionada con el cine, pero desde luego sí hay cabida para analizar el rendimiento de estas licencias cuando pasan de la cinta al formato digital, del DVD al Blu-Ray o a cualquier otro formato que se estile en nuestros días.
Sif resulta herida en combate y posteriormente muere, despertando las iras de Thor. Éste jura venganza pese a los consejos de su padre, Odín, que le prohíbe acudir a la zona donde se ha recluido al pueblo, el Niflheim. Loki aprovecha la escena para engañar a ambos y orquestar una especie de epopeya hacia el poder que sólo se frenará tras activar los claves necesarios en el destino, tan intocable como inmutable. Este capítulo de Thor basa su contenido en varias de las historias aparecidas en el cómic (extraídas a su vez de la propia mitología), entre ellas las de Ulik, Ymir y Surtur. El jugador que no haya tenido relación con esta licencia se sentirá confundido ante la avalancha de nombres. El que se sienta afín a la mitología, se verá extrañado ante el papel que cumplen determinados personajes. La mezcla es, sin embargo, satisfactoria, ya que presenta un mundo perfectamente hilado. Creíble, por decirlo de alguna manera.
Hasta aquí todo bien. La presentación del título es simple. Pone de relieve a los héroes, las circunstancias que han llevado al conflicto que se despierta en la ciudad de Asgard y cómo Thor acude al Niflheim para salvar a su ser querido, aunque su destino ya ha sido decidido de antemano. El problema no es tanto qué se cuenta, sino cómo. Liquid Entertainment emplea una estructura típicamente clónica, que en cierto modo sigue la tradición del género de acción en tercera persona, que se reduce a la aparición de determinados bloques animados que, movidos por el propio motor gráfico, narran los acontecimientos que tienen lugar en esta odisea.
Desgraciadamente la historia es incapaz de despertar el interés suficiente como para obligar a los jugadores a no levantarse del sillón hasta que aparezcan los títulos de crédito, algo que para más inri tampoco se hace esperar demasiado dada la brevedad del modo principal de juego. La actitud de los héroes es todo lo contrario a lo natural, su representación es pobre. La tendencia que sigue el juego carece de estilo o de una perspectiva que se siga de principio a fin, desaprovechando el rol de un Odín majestuoso o de un Loki que por momento supera en carisma al legendario Thor. Aunque por momentos se trata de ensalzar la épica no se alcanza un momento cumbre, el tono del juego palidece en comparación a otros referentes del género, lastrado además por problemas que derivan de la jugabilidad. Con todo, Thor pierde la oportunidad de narrar una historia realmente interesante a través de herramientas que permitan visualizar un ejercicio al menos entretenido.
Estos pueden sin canjeables por nuevas habilidades especiales, divididas en varias casillas. Unas hacen referencia al poder del propio martillo, otras al contacto físico. La potencia del Mjolnir se traduce en la presencia de distintas magias relacionadas con el trueno, bien sea en forma de tormenta de relámpagos o de terremotos que destruyen todo cuanto se encuentra en su camino. En Thor ninguno de estos poderes devasta los entornos ni tampoco merma la suficiente cantidad de vida de los enemigos como para ser considerado realmente temible', aunque el uso de hechizos otorga cierta espectacularidad a la partida. Dominarlos es cuestión de pulsar un botón para intercambiar entre la variedad o simplemente para cambiar la intensidad del ataque. No tendremos que calentarnos demasiado la cabeza para que Thor se convierta en el guerrero definitivo, ni aún combatiendo a un nivel elevado de dificultad (entre cuatro seleccionables).
Por supuesto -y como no podía ser de otra manera- los Quick Time Events hacen aco de aparición a poco de comenzar la aventura, siendo fuente de algunos de los momentos más destacados en cuanto a ambientación épica se refiere. Algunos momentos son realmente interesantes pese a la constante repetición de los mismos. Cuando Thor brilla, una decisión poco acertada se encarga de deslucir un trabajo que teóricamente debería conquistar al jugador, por lo que no se puede negar el atractivo del juego pese a la mala ejecución de casi todas las ideas que salen a relucir mientras jugamos.
La falta de una buena forma de trabajar con una mecánica de juego que logre atrapar al jugador se agrava por culpa de un apartado técnico cuando menos discreto. Comentábamos anteriormente la buena sensación que deja tras de sí la ambientación, pero inevitablemente se ha de destacar la rigidez de los personajes al interactuar entre sí, la ausencia de detalles en cuanto al aspecto físico (el pelo de Thor es un buen ejemplo de ello, pese a ser un mero ejemplo) y los problemas de cámara cuando la acción se visualiza en planos cortos. No se puede criticar abiertamente el motor gráfico porque cumple su cometido pese a las taras que presenta, pero entendemos que a estas alturas se debe exigir mucho más a nivel técnico de un título como este.
Por suerte la obra llega totalmente traducida y doblada al castellano, haciendo uso de las voces originales de los actores de las películas. La música acompaña los momentos épicos de la obra clon una composición adecuada para el tipo de juego que es Thor: Dios del Trueno. En este sentido se ha realizado un buen trabajo, tomando prestadas algunas de las melodías del filme que se presenta en cines.
Hace unos cuantos meses se analizaba con cierta expectación el lanzamiento de Clash of Titans, una adaptación que aparecía en el mercado con unas expectativas parecidas a las que ofrece hoy este Thor. En aquel momento fue aplaudida la necesidad de crear un mundo que no se limitase a beber de una fuente primaria para dejar atrás todo elemento relacionado con la jugabilidad. Es decir: el juego se basaba en una licencia que revive con el estreno de la película, pero parecía haber sido concebido como un producto que realmente tenía algo que contar. Fallaba el concepto, la forma de narrar la historia, pero se valoraba positivamente aquello que se denomina creatividad'. Thor carece totalmente de ella, de cualquier rasgo identificativo al que señalar para afirmar que ha nacido con alguna intención que vaya más allá de explotar un personaje mítico dentro del universo Marvel.
La sucesión de parajes atestados de enemigos, el pobre estilo narrativo, la desgana absoluta a la hora de mostrar un mínimo ápice de originalidad. Thor es un complemento insípido de la película que se estrena estos días, cuya recomendación es difícil dado que no cumple los estandartes de su género ni tampoco de lo que consideramos apropiado para justificar un desembolso de más de cincuenta euros. Liquid Entertainment no ha conseguido revalidar el buen trabajo realizado en Rise of the Argonaut, título que curiosamente padecía de muchos de los males endémicos que lleva por bandera esta producción. A no ser que andes buscando una forma de expandir el boom del resurgir -o de la creación- del Dios del Trueno, es mejor que mires para otro lado cuando este Thor desfile por las estanterías de tu tienda especializada de turno.
Malo
La idea era buena pero se ha llevado a cabo de forma desastrosa. No te lo compres, está mal terminado.