The Witcher 2: Assassins of Kings, Impresiones

La nueva aventura de Geralt de Rivia se acerca y para empezar a entrar en calor probamos las primeras hora de un juego que promete poner patas arriba los criterios de calidad en su género, amparado en una trabajo técnico sobresaliente y en una narrativa no lineal que se alimenta del gran legado de la saga literaria. Esta secuela promete romper moldes.

Actualizado a 12 de diciembre de 2011 13:50 CET

Después de estrenar el año RPG con Dragon Age 2, llega el turno a otra secuela en el género, aunque ésta con unas condiciones bien distintas. Con más tiempo en la cocina y la misión de llevar a un equipo ambicioso a un nuevo nivel , The Witcher 2 es un título que lleva meses sonando fuerte, tanto por las demostraciones realizadas por CD Projekt en eventos, como por todas las informaciones y material gráfico que se han ido publicando durante este tiempo. Además está siempre el precedente del primer juego, todo un ejemplo de superación, donde un estudio sin experiencia y con herramientas poco apropiadas logró crear un título fantástico, que superó un complejo proceso de desarrollo y se convirtió en toda una sorpresa en el género gracias a su ambientación, mecánicas y narrativa en general -deudora por supuesto de la estupenda obra literaria en la que se basa esta serie-. Si en circunstancias tan complejas el estudio hizo lo que hizo ¿qué no podrá hacer en mejores condiciones y con experiencia bajo el brazo? Esa es la pregunta que empezamos a responder gracias al acceso a una extensa versión preview del juego.

Esta versión está pensada específicamente para que los medios de todo el mundo tengan su primera experiencia significativa con el juego y empiecen a descubrir los elementos que lo hacen especial. No es precisamente una demo corta, sino todo el primer capítulo más el prólogo del juego, que puede suponer más de 10 horas de juego -o más si se opta por explorar y recorrer los amplios paisajes. Que sólo este primer fragmento lleve ese tiempo resulta relevante a la hora de anticipar que éste será un juego con una duración y cantidad de contenido excepcionales, algo que se puede corroborar al comprobar que la versión física del juego vendrá en 2 DVDs. El estudio polaco no se ha puesto cortapisas a la hora de añadir todo lo que han deseado a esta aventura, lo que implica un arco argumental principal bastante cargado de contenido, bien acompañado además de una amplia selección de misiones secundarias, cuyos primeros ejemplos son muy positivos por la variedad e interés de las mismas, por los menos aquellas que se han visto en el primer capítulo.

Sin entrar en la historia, que en esta clase de juegos es mejor comentar lo mínimo posible, los primeros momentos en el juego constituyen un prólogo que sirven tanto como para situar los fundamentos del arco argumental como para servir de tutorial a jugadores viejos y nuevos, ya que lo cierto es que han cambiado numerosas cosas en el sistema de combate de The Witcher como para tener que volver a explicarlas y familiarizar al jugador con ellas, independientemente de su experiencia. Estas escenas iniciales constituyen un fragmento completamente lineal, basado en conversaciones e intercaladas con algunos combates, así que no sirve de representación a la estructura del juego, que por lo visto más adelante es mucho más abierta, pero aún así resulta destacable que se haya hecho el esfuerzo de crear una introducción tan espectacular, que pone a Geralt al frente de la invasión de un castillo, algo que el estudio aprovecha para ofrecer todo un espectáculo visual desde el mismo comienzo.

Las opciones gráficas de la versión de prueba no estaban todavía definidas y sólo había opciones de situar los niveles generales, desde el más bajo al modo 'ultra'. Y aunque al utilizar ese último se advertía de que todavía no estaba suficientemente optimizado, lo cierto es que al usarlo se obtenía una buena tasa de frames por segundo en el equipo en el que se probó -i5 2,7 GHz, 4 GB RAM y una HD 5850 de GPU-, lo que genera confianza de cara a una versión final optimizada, en la que además se podrán activar o desactivar efectos de forma individualizada. El resultado de jugar a 1080p con la configuración ultra sólo se puede calificar con una palabra: impactante. Desde los paisajes en la lejanía, los detalles en el escenario más cercano o los personajes que rodean a Geralt, The Witcher 2 es una auténtica delicia para los ojos y pone el listón muy alto en su propio género -hablando en plata, deja poco menos que en la cuneta a Dragon Age II, por mencionar otro juego de rol reciente-.

A la hora de identificar qué tienen de particular los gráficos de The Witcher 2, se podrían nombrar varios aspectos que se han podido observar en este primer contacto. Uno de los más obvios es el color; frente a numerosos juegos que basan su estética en colores apagados y escenarios monocromos, aquí todo rebosa color, ya sea con los trajes, en fragmentos del decorado o en cualquiera de los muchos elementos que aparecen en pantalla. Ese último es otro aspecto que se debe destacar de los gráficos del juego: la inmensa cantidad de objetos que se aprecian en pantalla, especialmente de componentes móviles y de personas moviéndose, ofreciendo una sensación de dinamismo que difiere mucho del espacio 'congelado' que presentan muchos juegos a la hora de tratar de crear ambientación. Como muestra, se puede destacar cómo paseando por el campamento de asedio, se podía ver a los trabajadores armar y mover las enormes torres de asedio, una escena completamente ajena a Geralt y que ocurría de fondo mientras él se ocupaba de sus asuntos, algo que refuerza la sensación de ser sólo una pequeña parte dentro una gran ofensiva a una ciudad fortificada.

Hay otros aspectos que se podrían destacar, como los detalles faciales, la calidad de las animaciones, la fantástica iluminación, la gran escala de los diferentes centros de atención en el escenario... estamos hablando de un juego auténticamente de su tiempo, pensado para no desaprovechar lo que un ordenador de gama alta puede ofrecer y eso salta a la vista -resulta innegable que no tener que preocuparse de una versión simultánea de consolas favorece las oportunidades para que el equipo haga un mejor uso de lo que ofrece un buen PC-. No todo es perfecto, particularmente el abuso que se ha hecho del efecto 'bloom', que hace brillar excesivamente las cosas bajo ciertos ángulos de cámara y condiciones de luces ambientales, aunque ese es uno de los efectos que con toda seguridad se podrá controlar una vez que esté listo el juego final. Es sólo un pequeño 'pero' dentro de un conjunto sumamente atractivo en todos los aspectos.

Ya entrando en el plano jugable, lo primero que sobresale es el nuevo sistema de combate, que es ciertamente muy diferente al de su predecesor. Si el primero estaba basado en un sistema rítmico en el que se trataba de enlazar tantos combos como fuese posible para lograr los ataques más potentes, en The Witcher 2 hablamos de un sistema mucho más dinámico y reactivo. En lo más básico, el sistema se podría asociar al de cualquier aventura de acción en tercera persona, con un Geralt capaz de realizar dos ataques básicos -rápido y fuerte-, moverse, bloquear, rodar por el suelo para esquivar y/o alejarse del rival y lanzar hechizos gracias al sistema de signos. Varias pulsaciones del botón generan movimientos combinados y además debe de tenerse en cuenta de que los ataques también dependen de la posición relativa de Geralt frente al enemigo, lo que genera diferentes resultados distintos dependiendo de aspectos como la distancia o el ángulo. Bajo esos fundamentos de acción, surge un combate más dinámico, en el que el jugador debe de hacer más de su parte por bloquear o esquivar las acometidas rivales.

Pero por encima de esos fundamentos básicos está un sistema de combate que promete ser tan complejo y rico en posibilidades tácticas como el jugador quiera que sea. La dificultad del combate depende completamente del modo de dificultad -fácil, normal, difícil e insano- y está claro que los dos dos modos de mayor nivel van a ofrecer un auténtico reto que requerirá de un acertado uso de todas las habiliades de Geralt. Como veteranos, probamos el modo difícil para calibrar si el poder rodar y moverse con más rapidez hacía el combate demasiado fácil, y lo cierto es que es actualmente es bastante más dificíl que lo que ofrecía su predecesor debido a la forma en la que se ha implementado la IA enemiga, que siempre ataca en grupos y que sabe muy bien como flanquear para intentar atacar la espalda del protagonista -donde el daño es crítico.- Para desenvolverse adecuadamente en ese modo, el jugador deberá saber que signos, pociones y trampas usar en cada momento, combinándolos con sus movimientos y ataques para lograr el máximo daño sin poner en peligro al brujo.

Como era de esperar, no es meramente una cuestión de echarse a rodar y atacar al enemigos poco a poco hasta que caigan. Ya incluso en los primeros momentos del juego había enemigos con armaduras o grandes escudos que podían aguantar sin problemas los ataques básicos de Geralt, lo que obligaba a cambios tácticos, como atacar en los momentos en que mostraban alguna apertura en la defensa, o encadenar un par de ataques rápidos en medio del ataque enemigo si éste utilizaba un arma pesada. Lo cierto es que la impresión era la de estar ante un juego que, entre enemigos humanos y monstruos, va a presentar una gran variedad de situaciones de combate, que además deberán ser resueltas de distinto modo. Lo que se ha podido ver es realmente el nivel más básico de combate, e incluso en ese estado ya presentaba una muy entretenida dinámica que iba mucho más allá de soltar espadazos a diestro y siniestro -para eso está el nivel de dificultad fácil, que no exige mucho más que eso-.

En la riqueza del combate ocupará un papel clave el sistema de desarrollo del protagonista, que utiliza la misma base que el anterior juego y la expande, de modo que se podrá optar es profundizar mucho en una de las principales disciplinas que hay -como el manejo de espada- o apostar por un equilibrio entre varias disciplinas. Dado que los enemigos presentan una buena variedad de recursos para rodear al brujo o acorrararlo usando armas pesadas -que no se pueden bloquear- o a distancia, será vital el uso táctico de ciertas habilidades como la alquimia, para crear pociones que ayuden en ciertos aspectos del combate, o las trampas, que podrán ser utilizadas de antemano para despachar grupos de enemigos que carguen contra Geralt. También se podrá apostar por diferentes estilos de defensa, como usar el movimiento de rodar por el suelo para esquivar, bloquear con la espada o utilizar el signo defensivo para crear una armadura mágica con la que repeler el daño y poder pasar a la ofensiva de forma ininterrumpida por unos valiosos segundos, cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes, así que habrá que evaluar cual es mejor en cada momento -y ser bastante considerado al respecto, ya que en los modos más avanzados de dificultad, el daño que causa el enemigo es considerable y Geralt no aguantará más de dos o tres mandobles directos.

En esta primera incursión en el juego también se puede valorar cómo el estudio ha tratado de buscar un toque más cinematográfico para reforzar la acción dentro y fuera del combate. Fuera del combate, se ha implementado un sistema de QTEs, que posiblemente no acabe de entusiasmar a todo el mundo; algunas veces consitirán en el clásico sistema de darle al botón muchas veces, aunque en otras se buscará algo diferente como apuntar al punto adecuado con una máquina de asalto. Habrá que estar pendiente de la implementación de esos momentos en el juego final, comprobar que son adecuados y no disruptivos para la acción -se pueden hacer cosas interesantes con estas escenas cinemáticas interactivas, pero la mayoría de las veces son un auténtico incordio.- Por otro lado, está la visualización de golpes finales en combate, ya sea normal con espadas o a base de puñetazos en la taberna, secuencias rápidas que aparecen de vez en cuando en el que el protagonista realiza un movimiento definitivo para poner fin al combate -como clavar dos espadas en el pecho del enemigo, o pegar una patada a las partes bajas de un pobre rival en una pelea de bar-, esos momentos resultan muy entretenidos de ver y al parecer el juego tendrá una buena variedad de ellos.

En este punto, no hay que olvidarse de alabar al estudio polaco por su excelente política sobre DRM. Básicamente, los responsables de este proyecto no creen que el DRM haga gran cosa para disuadir a los piratas y sí hace mucho por perjudicar a cientes de pago. Pero a la hora de buscar una productora que les ayudase a distribuir al juego, todas exigían la inclusión de algún tipo de sistema de seguridad. La alternativa que se ha tomado es la siguiente: por un lado, ellos ofrecen el juego a la venta a través de su propia tienda de descarga, GoodOldGames, en una versión sin protección ni límites de uso, ya que ahí sí pueden ofrecer el título en las condiciones que ellos ven justas y adecuadas al ser su propio servicio. Para las demás versiones, ya sea en caja, a través de Steam o de otros servicios digitales, el DRM que se ha incorporado será bajo sistema SecureROM y permitirá instalaciones ilimitadas en un número ilimitado de máquinas, con la salvedad de que sólo puede funcionar en cinco ordenadors distintos a la vez -es decir, que una misma copia podría compartirse entre cinco amigos/familiares/etc de forma que todos pudieran jugar al mismo tiempo- y sólo necesitará de una comprobación online inicial. Con eso se intenta ofrecer opciones y el trato más justo posible a los usuarios, pese a que no es exactamente lo que al estudio le gustaría -para eso siempre está la opción de GOG-.

The Witcher 2 tiene un aspecto sobresaliente por lo que se ha podido valorar en esta primera incursión. Excelentes gráficos, un sistema de juego dinámico e interesante, una historia muy prometedora y una presentación soberbia. Desde luego, está a un nivel completamente diferente al de su predecesor en todos los aspectos, así que las perspectivas no pueden ser mejores. Todavía queda mucho que experimentar del juego para hablar en profundidad de lo que va a ofrecer, pero todo apunta a que va a ser una aventura de proporciones épicas, tanto por la intensidad de la historia, por la credibilidad de los personajes como por la cantidad de contenido que el juego va a albergar. Sus 16 finales también prometen que se respetará la idea de una trama no lineal, en la que las decisiones del jugador tendrán consecuencias importantes en el desarrollo de la misma y en la vida de los personajes alrededor del brujo. Es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero lo mejor que se se puede decir de The Witcher 2 ahora mismo es que es tan bueno como aparenta, y eso, teniendo en cuenta lo bien que aparenta, ya es mucho decir.