Ar Tonelico Qoga: Knell of Ar Ciel
- PlataformaPS36
- GéneroRPG
- DesarrolladorGust
- Lanzamiento01/04/2011
- TextoInglés
- VocesInglés, Japonés
- EditorNIS America
Erotismo motivado
El tercer capítulo de la serie Ar Tonelico llega a nosotros con algo menos de fuerza que sus capítulos anteriores. Un RPG cargado de momentos divertidos y de elecciones complejas que no consigue destacar tanto como debería y se queda un poco en tierra de nadie.
Aunque para muchos el nombre de Gust no signifique nada, lo cierto es que se trata de una de las desarrolladoras de RPG más famosas de Japón en los últimos años. En su país de origen han triunfado fundamentalmente gracias a la franquicia Atelier, que suma casi una veintena de entregas, de las cuales no han llegado a occidente ni la mitad. El motivo de esta diferencia de éxito en las distintas regiones hay que buscarlo, precisamente, en el carácter extremadamente japonés de sus producciones, que limita sobremanera sus posibilidades de llegar a un público más amplio. Además, también influye mucho el hecho de que, técnicamente, Gust realice una inversión mínima, preocupándose más de elaborar un argumento que de cuidad el apartado técnico o la jugabilidad.
Si a esto le sumamos la ausencia de traducción en nuestro país, no es extraño que tanto los Atelier Iris, como los Mana Khemia, como los dos primero Ar Tonelico de PlayStation 2 pasasen tan desapercibidos. Pese a todo, son títulos con elevada carga argumental que, una vez se admiten sus defectos técnicos, se convierten casi en novelas cargadas de emociones y con resultados muy satisfactorios. Con el salto de Ar Tonelico a PlayStation 3, Gust intentó cuidar mucho más esos aspectos técnicos que tanto se le criticaban a las entregas anteriores, pero lejos de conseguirlo, el resultado acaba estando muy por debajo de lo deseable, además de carecer del carisma de los capítulos previos. Ar Tonelico Qoga: Knell of Ar Ciel es, por tanto, un curioso RPG que mantiene los pilares básicos de la franquicia y que satisfará a los amantes de los anteriores, pero no se granjeará nuevos seguidores.
Sin embargo, tras el primer ataque, la chica le pide que cuide de la otra, y desaparece convirtiéndose en una chica diferente, de nombre Saki. Aoto no duda en protegerla y acaba enfrentándose a diferentes ataques del ejército de Clustania por cuidad de su nueva protegida. Con la ayuda de su buen amigo Tatsumi, se lanzan a un viaje para encontrar a Hikari Gojo, un experto en Reyvateils que tal vez pueda saber algo más sobre la chica. Al igual que en los juegos anteriores, habrá dos Reyvateils con las que el jugador podrá crear lazos afectivos más profundos, siendo una Saki y la otra Finnel. Cada una tendrá sus propias historias, pasados, personalidades y habilidades, como cabría esperar.
El argumento y el desarrollo de la historia fueron los elementos clave de los dos Ar Tonelico anteriores, y lo cierto es que sigue siendo el aspecto más interesante de esta nueva entrega. Siguiendo la tradición, tendremos un buen número de personajes carismáticos, que viven una aventura larga y seria pero con un abundancia de momentos cómicos. Precisamente esa mezcla de situaciones, entre los eventos dramáticos y tensos y el humor sencillo y agradecido (y bastante picante y con dobles sentidos), es lo que mantiene el interés del jugador y anima a seguir adelante. El buen ritmo narrativo y los diversos finales (que variarán según nuestras acciones) componen una experiencia satisfactoria; desgraciadamente, es absurdo que resulte casi imposible sacar los finales buenos por uno mismo, por culpa de requisitos que nunca se comentan y ni tan siquiera se sugieren.
Es decir, es muy fácil perderse gran parte de la historia si no se cumplen unas condiciones muy específicas y nada sencillas de cumplir sin más. Este problema no se hace visible de primeras, sino que es algo que se hace notar cuando vemos que algo falla en el final que hemos conseguido; los trofeos también ayudan a que seamos conscientes de que nos hemos quedado a medio camino de lo que deberíamos. La situación se antoja menos dramática cuando vemos que, al acabar la partida, podremos seleccionar varios puntos desde los que continuar la aventura, por lo que no hay necesidad de volver a jugar desde el principio si no lo deseamos, con el fin de ver todas las variables posibles. Al igual que los anteriores, la duración del juego gira en torno a las 20-30 horas, multiplicándose dicha cifra según el interés que tengamos en explorar, conseguir todos los finales, etcétera.
En los puntos de guardado el personaje principal podrá descansar y desarrollar uno de los aspectos más interesantes de esta franquicia, que son las conversaciones con las chicas protagonistas. A medida que hablemos con ellas iremos subiendo de nivel de afinidad y, posteriormente, podremos acceder a niveles superiores de la Cosmosfera particular de cada una. Dicha Cosmosfera nos supone acceder a lo que sería el alma de la Reyvateil, pudiendo conocer su pasado, ayudarla a superar sus temores y preocupaciones, mejorar nuestra afinidad con ella y aumentar sus habilidades. También podremos hacerles regalos, realizar síntesis de objetos para mejorar nuestras armas, conseguir nuevas canciones (magias) para las Reyvateil y demás elementos básicos de todo RPG y de las entregas anteriores.
Sin embargo, hay un punto de Ar Tonelico Qoga en el que observamos un importante cambio diferenciador: los combates. Lo que antaño eran enfrentamientos muy básicos por turnos ahora se han reconvertido en combates dinámicos y en tiempo real, que pretenden emular lo visto en las últimas entregas de Star Ocean y Tales of, por poner algunos ejemplos, pero no se han conseguido emular los niveles de calidad, dinamismo y diversión de los mismos. Es decir, son combates funcionales, basados en el principio de la libertad para moverse por el escenario y de atacar al enemigo que deseemos en tiempo real, debiendo esquivar sus ataques y prestando atención al hecho de que tenemos un número de golpes limitados seguidos antes de quedarnos expuestos a un contraataque si no reaccionamos.
Al fondo, lejos, se queda la Reyvateil, siempre cantando y esperando nuestra indicación para que realice su ataque. Es aquí donde entra otro elemento curioso, y es que para potenciar a la Reyvateil y que actúe con más potencia contra enemigos resistentes al daño físico, debemos incitarla a que se desnude. Tal y como dice, literalmente, el juego, 'cuanta más piel tenga al descubierto, más energía absorbo del planeta', así que deberemos golpear al enemigo para acelerar el ritmo cardíaco de la Reyvateil y, cuando el juego nos lo indique, agitar el Sixaxis para que la chica pierda ropa y ataque al enemigo. A medida que avancemos en el juego y nuestra relación con ella sea más profunda, el proceso de desnudarse va más rápido y se saltan fases intermedias de ropa.
Siguiendo con la habitual carga erótica de la franquicia, así como con los dobles sentidos y juegos de palabras, este aspecto no llama la atención demasiado y hasta se antoja natural, pero la dinámica de los combates no termina de ser tan satisfactoria como lo eran los combates por turnos; la cámara no ayuda mucho, y los tiempos de reacción para usar determinadas estrategias no están siempre claros. Pese a todo, es un sistema que funciona y no se convierte en una carga, animando al usuario a seguir adelante sin demasiados problemas. Combinado con los elementos heredados de las entregas anteriores, el juego ofrece una jugabilidad digna, sin grandes alardes pero satisfactoria, que permite que el usuario se anime a seguir adelante con el principal valor de la producción, lo que la diferencia de otros títulos: su argumento.
Es preciso destacar que no se trata de un problema de diseños, ya que el estilo artístico, las escenas de animación y las imágenes estáticas de los personajes ofrecen un gran nivel, pero parece que al juego le cuesta adaptar todo ese universo a unos entornos 3D, dejando un resultado bastante mediocre en muchos momentos. Posiblemente, el peor problema en este aspecto nos lo encontramos en la interacción entre personajes y entornos, ya que está tan mal llevada y adaptada que en ningún momento llega a convencer. Los personajes parecen que flotan sobre el escenario (sobre todo si este es estático), suben escaleras como si fuesen un ascensor y, al saltar, da la sensación de que permanecen en el aire una cantidad de tiempo realmente exagerada.
Pero aunque esto llama mucho la atención, tampoco es que destaque sobremanera ante un apartado técnico modesto, que intenta lograr algunos resultados espectaculares por momentos pero quedándose a medio camino, con unas mazmorras extremadamente sencillas en lo visual y unos combates caóticos, en los que la cámara no ayuda, y que transmiten una sensación oscura y borrosa que no deja un sabor de boca especialmente bueno. Así como a los dos primeros Ar Tonelico era fácil pasarles por alto la simpleza visual gracias al encanto de los sprites, el intento de dar un paso adelante no ha resultado todo lo fructífero que debería, presentándonos un acabado gráfico que deja mucho que desear a bastantes niveles.
Sin embargo, contrastando con el apartado visual, la banda sonora es una auténtica joya. Bella, dinámica, perfectamente adaptada a cada situación y capaz de añadirle al universo ese toque de dramatismo que tanto necesita en determinados momentos. Tal es así, que el juego incluye de regalo un CD con la banda sonora completa, algo muy de agradecer dado que algunas pistas son de gran calidad. Por lo general, la suma de todas las partes permite que Ar Tonelico Qoga sea un juego disfrutable, ameno y entretenido, aunque se quede un paso (o dos) por detrás de sus predecesores. Un curioso RPG de en torno a 20-30 horas que, como ya empieza a ser una malsana costumbre, nos llega íntegramente en inglés, con la posibilidad de poner las voces en dicha lengua o en el japonés original (siendo esta última la opción más recomendable).
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.